Capitulo 16

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Percy:

No podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama, había contado ovejas y había bebido un gran vaso de leche, pero seguía sin conciliar el sueño, mi cabeza solo pensaba en lo sucedido anoche, además cuando elegí la preciosa habitación azul la tercera al mando Clarisse vino a mi cuarto para informarme que mañana por la mañana empezaría con los entrenamientos, que conste que me amenazó que si no iba me partiría las piernas.

Mis ojos no se cerraban, me preguntaba si Jason tendría razón en que me guié por mis sentimientos en confiar en Annabeth, yo solo sabía que sin ningún motivo confiaba ciegamente en ella, eso no era estar enamorado de ella, ¿Verdad?

Al fin pude dormir, pero tuve una pesadilla, Annabeth y yo estábamos en una caverna, ella miraba a todos lados como si tuviera miedo de que alguien nos siguiera, tenía varios cortes en el brazo y en la cara, estaba sucia, pero tenía un brillo en los ojos porque luchaba por su vida, me mire los brazos  y yo no estaba mejor que ella.

El sueño cambió ahora estaba en otro barco, más pequeño que el Argo II, se llamaba el mensajero, en el timón había un chico con un parche en el ojo, tenía una sonrisa maliciosa, una voz hablo dando órdenes.

- Ethan pon rumbo al sur, ya estamos cerca - esa voz me resultaba familiar, me dirigí desde donde provenía, pero algo me zarandeo, seguían zarandeándome, y yo no me podía mover. Unas olas hicieron zozobrar el barco y yo me ahogaba, cuando de repente abrí los ojos y respire.

Me levante de la cama y resultó que estaba empapado, miré a mi alrededor y me encontré con unos ojos azules eléctricos llenos de vida, Jason nunca tenía ese característico brillo lleno de vida, él siempre era correcto y nunca había hecho una broma, mientras que una chica de pelo azabache que conocía no paraba de hacerlas. Tenía una sonrisa traviesa, y yo estaba enfadado y ella lo notó porque se empezó a reír.

- No deberías haberme hecho eso - le dije.

- Deberías agradecerme -

- Y eso ¿Por qué? - Pregunté indignado.

- Porque si no te hubiera despertado Clarisse, y ya te hubiera partido las piernas - instintivamente mire la hora, ya eran pasadas las cinco, me tenía que preparar, pero no tenía ropa.

- Ten - Thalía me entregó una camiseta con botones blanca y unos pantalones marrones, no parecía ropa pirata, era lo que me pondría en un día en la mar.

Thalía salió de mi habitación para que me preparara, entré en el cuarto de baño, si mi cuarto tenía baño propio, una suerte, y me di una ducha rápida, me hacía mucha falta y yo ya empezaba a oler mal, me vestí con lo que había dado Thalía y me senté en mi cama esperando a que esa bruta muchacha apareciera intentando cortarme las piernas.

De repente mi puerta se abrió y se cerró de un portazo y ahí estaba la horrible mujer que era la tercera al mando en el barco, estaba enfadada, yo suponía que era porque estaba listo para entrenar y le había quitado la oportunidad de romperme las piernas.

- Vamos Jackson, es hora de entrenar -

Me bajé de un saltó de la cama y seguí campante a Clarisse, cosa que le molestó y a mí me encantaba verla molesta, todos ganábamos, y con todos me refiero a mí.

Caminamos hasta llegar a la cubierta, estaba vacía a excepción de un par que estaban limpiándola, pensé en mi mejor amigo Jason ahora estaría durmiendo él acostumbraba a dormir hasta tarde.

Thalía apareció por allí, tenía una espada en la mano y detrás de mí Clarisse sacó la suya, cosa que me asusto, yo desenfunde la mía por precaución, Clarisse río y se coloco delante de mí.

- Tranquilo Jackson, no te vamos a hacer daño - dijo esto con un tono de fastidio.

Por cubierta apareció mi querida rubia, estaba preciosa y también llevaba su espada desenfundada, parecía letal y eso me encantaba, cuando ella apareció no sentí miedo como lo sentí con Thalía y Clarisse, con ella debía mantenerme alerta pero no debía temer por mi vida.

- Empecemos - dijo Annabeth acercándose.

- ¿Y cómo lo haremos? -

- Tú iras contra Thalía y Clarisse - dijo ella.

- Contra las... -

No me dejaron terminar porque Clarisse se abalanzó sobre mí, yo me defendí mientras Thalía iba por el otro lado, yo la bloquee y le quité su espada de un solo movimiento, Clarisse fue a por mí, pero la esquive con mi perfecto juego de pies, pero eso no me libró de un corte, cogí la espada de Thalía y me enfrente a Clarisse, nuestras espadas chocaban, pero no nos dejábamos vencer, tenía que admitirlo Clarisse era buena, pero no más que yo, con un movimiento le quité el arma dejándola con mi espada en su cuello.

Annabeth aplaudió desde su sitio.

- Perfecto - dijo sonriendo

- Sí ha estado genial - dijo esta vez Thalía.

- Psss, pasable - dijo Clarisse quitándose mi espada de su cuello.

- Ahora empezamos de verdad - dijo Annabeth.

- ¿Cómo que de verdad? Yo creo que esto fue muy real -

- Sí, pero recuerda que tenemos que ser un equipo para ganarle a Luke -respondió Annabeth.

- Ósea que tendremos que luchar tú yo como un equipo contra Thalía y Clarisse - ella solo asintió.

- Esto será divertido - dijo ella sonriendo

No fue nada divertido Clarisse y Thalía nos aplastaron, al final estábamos llenos de cortes y moretones, yo tenía un corte en el labio que me hizo Clarisse, Annabeth un pequeño arañazo en la mejilla que le hizo Clarisse también, esa chica sí que era bruta.

Thalía y Clarisse se fueron dejándonos tirados en el suelo de la cubierta, la gente todavía no había subido, eran las siete de la mañana

- Nos han ganado, ¿Por qué? Si nosotros somos mejores - le pregunté a Annabeth.

- Seremos mejores, pero ellas estaban compenetradas confiaban la una en la otra, mientras nosotros íbamos a nuestro estilo - dijo Annabeth.

- ¿Ósea que para ganarles tenemos que conocernos mejor? -

- Eso parece, te veo en mi camarote por la tarde y no llegues tarde mi capitán -me sonrió y se fue.

Yo sonreí porque me dijo el apodo que me había dicho la noche que nos conocimos, la noche que hizo que mi corazón diera un vuelco.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora