Capitulo 23

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Annabeth POV

Pasaron 3 años y aún no puedo borrar esa imagen de mi cabeza, lo recuerdo como si fuera ayer, aún puedo ver a Percy siendo atravesado por esa espada y cayendo sobre la cubierta de él   Argo II y yo sin poder hacer nada ya que Luke me tenía agarrada y todos los demás integrantes del barco estaban peleando con la tripulación de Luke, después de eso todo se volvió confuso, de lo único que me acuerdo es de que el cuerpo de él amor de mi vida estaba inerte en esa fría cubierta y que luego de eso matamos a todos incluyendo a Luke, tomando así venganza de lo que le pasó a Percy, lo único que me da las fuerzas para  seguir es mi pequeño Desmond, estarán pensando ¿Como puedes tener un hijo después de la muerte de Percy?.

Pues es simple un día de esos en los que me lamentaba por la muerte de Percy y tomaba demasiado al día siguiente me desperté desnuda al lado de Jason.

Y bueno hasta el día de hoy me arrepiento por haber engañado a Percy, pero no por mi hijo (y de Jason) que es lo mejor que me pudo haber pasado

            FIN












       NOO MENTIRA

Percy:

Me levante con un gran dolor de cabeza, mi mano se dirigió a la zona que me dolía, y toque mi sangre seca, bueno tenemos algo positivo, ya no sangraba mi herida.

Mire a mí alrededor y, oh que sorpresa, insertar tono sarcástico, estaba en una celda, ya me estoy cansando de despertarme en un calabozo después de que me ataquen por la espalda.

Todo a mi alrededor estaba oscuro, apenas podía ver hasta los barrotes de mi celda, no había ni un alma vigilándome, necesitaba un plan para escapar, mire a las celadas contiguas a la mía y no estaban ocupadas, seguramente los prisioneros habrán hecho un trato con Luke.

Los calabozos eran similares a los de el Argo II había muy pocas diferencias, por ejemplo aquí no había vigilancia, yo creo que la única vez que pisan aquí es para dejar a los prisioneros y alimentarles, otra cosa, las celdas allí estaban más iluminadas, en cambio aquí era oscuro y tétrico, dudaba que estuvieran tan unidos como los chicos de el Argo y por último y más importante, Jason no estaba en la celda de al lado, estaba triste y contento por ello, triste porque estaba solo y lo echaba de menos, y contento porque eso significaba que no lo habían capturado.

Sonreí, por el hecho de que estaba solo, entonces a Annabeth no la habían capturado, eso hizo que mi cuerpo se relajara y mis ojos soltaran unas pocas lagrimillas de felicidad.

Algo detrás de mí se oyó, yo me levante a la velocidad de la luz, fui a coger mi espada por costumbre, espada que me habían quitado los muy...

Estaba preparado para luchar, lucharía cuerpo a cuerpo, porque seguramente los muy bandidos me habían hecho compartir celda con un gran criminal, y este tendría armas y sería mucho más musculoso que yo, era una buena forma de acabar conmigo, pero yo no me rendiría sin luchar, moriría como un héroe en el campo de batalla, me parecía una buena forma de morir.

Un pelo rubio me detuvo de darle mi primer golpe, mire a mi compañero más detenidamente, y pude comprobar que era una chica y que estaba dormida y no llevaba ninguna clase de arma.

Me fije más y tenía un dorado pelo amarrado en un coleta a la que se le escapaban un par de rizos, las finas facciones de su hermosa cara las reconocería en cualquier parte, pues yo mismo las había probado.

Moví a Annabeth mientras dormía para poder ver el golpe que le habían dado por la espalda hace... no se cuanto tiempo, la herida estaba completamente cerrada, solo había una pequeña cicatriz que no se vería tras el paso del tiempo, al parecer Luke había hecho algo de provecho, la había curado, después de todo sí que apreciaba a Annabeth.

Su respiración se hizo más pesada y poco a poco la coloque en su posición inicial y me fui alejando lentamente de ella, al poco rato abrió los ojos y yo le puse una mano sobre su hombro y ella con todo el amor del mundo me hizo una llave de judo.

Cuando me reconoció enseguida dejo de aplicarme la llave, su cara de lo siento mucho era preciosa, sus ojos grises expresaban que estaba sorprendida y que lo sentía, yo solo reí.

-Lo siento muchísimo Percy, pensé que...

-No hace falta que te disculpes- la corté sonriéndole.

Ella miró alrededor examinado en qué lugar estábamos, su cara cambio a un semblante serio.

-Estamos en los calabozos del barco de Luke- dijo seria.

-¿Cómo lo sabes?- Pregunte, pero después me arrepentí por el hecho de que sí yo lo había adivinado ella también porque era mucho más lista que yo.

-Lo sé porque A ellos nos dieron un golpe en la cabeza por la espalda y B un día Luke me enseño su barco porque quería que formáramos una alianza, cosa que negué, ya que él había cambiado, ya no es más el niño travieso y aventurero que conocí, ahora la codicia le consume, explico ella.

-¿Podremos escapar?-

-No, es imposible, si consiguiéramos salir cosa improbable, tendríamos que ganar a toda la tripulación y escapar en un bote, es imposible por el hecho de que nos superan en número y este barco es como un maldito laberinto, solo Luke lo conoce como la palma de su mano- dijo Annabeth.

-Pero...-

Annabeth se sentó en una esquina de la celda, podía ver los engranajes de su cabeza funcionar, estaba muy concentrada, me senté a su lado entrelazando nuestros dedos.

-¿Qué estas pensando?-Pregunte curioso.

-En como escaparemos cuando lleguemos a la cueva-

-¿Cueva?- Fruncí el entrecejo y ella río.

-El tesoro está en una cueva que yo memorice, por eso me capturo, tal vez podríamos engañarlos y escapar por los miles de pasadizos- respondió ella sonriendo por mi tonta pregunta.

Annabeth apoyo su cabeza en mi hombro.

-Ahora es al revés- comenté.

-¿Cómo? No entiendo-

-Milagro, Annabeth no entiende algo- me burle y ella me dio un juguetón golpe en el hombro y nuevamente apoyo su cabeza en mi dolorido hombro.

-Ahora enserio, explícamelo-me hizo un puchero que no soporte.

-Lo que pasa es que ahora me secuestran a mí porque estaba cerca de ti, en cambio cuando tú me secuestraste yo era el objetivo y Jason cayó por estar conmigo- dije sonriendo

Nos mantuvimos callados bastante tiempo, solo se podía oír nuestras respiraciones, fue Annabeth quien rompió el silencio.

-Lo siento-

-¿Por qué?-

-Por meterte en todo esto, si no te hubiera secuestrado no estarías en este lío- dijo ella.

-No me arrepiento que me hayas secuestrado, es más te lo agradezco-

-¿Por qué? Si te he arruinado la vida- pregunto ella con lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

-Annabeth tú no me has arruinado la vida, le has dado sentido, antes no sabía qué hacer y no tenía a nadie a quien proteger, pues mi madre tiene una escolta, y desde que llegaste tú... Tengo claro una cosa, que haría cualquier cosa que tú necesitaras- ella sonrió y me beso.

De repente nos paramos, el barco había atracado.

-Ha llegado la hora- dijo una nueva voz irrumpió

Un amor inesperadoWhere stories live. Discover now