Capitulo 7

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Percy:

En este momento no sabía cómo sentirme, me debatía entre el amor, producido por el beso en la mejilla que me dio Annabeth, con ganas de reírme o un poquito de miedo, solo un poco, las dos sensaciones están producidas por la cara que está poniendo mi mejor amigo Jason.

Nunca lo había visto poniendo esa mirada ni creía posible que la tuviera con lo feliz y alegre que suele estar siempre, esa mirada estaba llena de emociones como el odio, el enfado, la tristeza, de que lo habían traicionado y sobre todo con ganas de estrangularme, si las miradas matasen estoy seguro de que ahora mismo se estaría llevando a cabo mi funeral.

Ahora era el momento de hablar y yo como siempre que estaba nervioso iba a soltar mi frase típica.

- Te quiero Jason -

- ¿Cómo has podido? - Dijo el moviendo exageradamente las manos.

- ¿Cómo he podido hacer qué? - Sabía lo que iba a decir pero tenía demasiado miedo para soltarlo de golpe, espero que Jason sienta lo mismo.

- ¡¡TRAICIONARME !! - gritó, sip lo ha soltado de golpe.

- Yo no te he traicionado, en cierto modo no, porque fue ella quien me dio un beso en la mejilla y ella fue la que se acerco a mí para hablar -

- ¡Te dije que me gustaba! - dijo aun gritando solo que un poco más suave.

- ¿Y...? - Me hice el tonto para ver si aflojaba el ánimo.

- ¡Y me la robaste! - No funciono la estrategia que idee.

- Primero no la trates como si fuera un objeto es despectivo - me molesto que la tratara como una cosa, porque ella era la chica más guapa, lista y valiente de este mundo y no voy a tolerar una falta de respeto a su persona.

- Mira el defensor de las chicas - sonrió por primera vez en lo que llevábamos de conversación.

- ¡CALLATE! - Le espete.

- Vale - se rindió ante mi fina prosa.

- Y segundo no te he traicionado porque ella fue la que se acerco a mí porque parecía un acosador -

- Pero yo tengo preferencia porque necesito una esposa urgente y ella me gusta, cosa que ninguna chica me ha hecho sentir -

- Odio decirte esto - en realidad no lo odiaba quería espetárselo en todo el careto que tiene.

- Pues no me lo digas, si odias decírmelo -

- Te lo voy a decir y tú te vas quedar calladito y tranquilo sin decir ni una sola palabra mientras lo digo, ¿capisci? - No sé de donde vino el italiano pero me alegro, así parece que estaba muy enfadado, que lo estaba y que era inteligente, cosa que rara vez era.

- Lo entiendo - ¡Ah! Vale, capisci era que si lo entendía.

- Yo la vi primero y según el código de los amigos tengo todo el derecho de ir detrás de ella - ¡TOMA! Soy genial, al final sí que me dio un buen resultado leerme el libro de los colegas.

- Ya pero según el código tengo derecho a intentarlo porque tengo más urgencia de conseguir una chica - algo no me cuadra de lo que ha dicho ¡Espera! Que tramposo.

- ¡Eres un tramposo eso no estaba en el libro! -

- Puse una clausula así que tengo todo el derecho -

- Pues que la conquiste el mejor - y acto seguido le ofrecí mi mano para que la estrechara

- Pues que gane el mejor - coincidió y nos estrechamos las manos.

- Ósea yo - dije mientras nos alejábamos para entrar a la fiesta.

Entramos todo estaba como antes no ha habido ni un vomito por el alcohol que habían ingerido, eso era una buena señal.

Annabeth estaba en una esquina sola sirviéndose un poco de ponche, y tan pronto como Jason la vio salió corriendo y yo como buen amigo lo seguí para escuchar la conversación.

- Hola preciosa ¿Quieres bailar? - Le dijo coquetamente.

- Primero no me digas preciosa y segundo paso de ti - acto seguido se fue y yo no pude evitar reírme.

Era mi turno y me acerque poco a poco a ella, estaba tan nervioso que me tropecé y acabe delante de la chica que se reía divertida de mi torpeza.

- ¿Estás bien? - Me dio la mano para levantarme y yo la acepte.

- Me hice una herida en el codo, pero aparte de eso bien - le dije mirándome el codo y acto seguido la mire sonriente

- Si no te duele mucho ¿Tal vez quieras que bailemos? -

- Te advierto que soy un pésimo bailarín -

Me cogió de la mano y me guío a la pista de baile, un montón de miradas atónitas se fijaron en nosotros, las miradas de Lenny por estar con un pivón, como diría él, y la de Jason eran las más sorprendidas. Yo no dejaba de tropezarme bailando mientras mi acompañante lo hacía de maravilla.

- Veo que no bromeabas cuando decías que eras un pésimo bailarín -

- No, no lo hacía - los dos reímos.

Jason se acerco a nosotros.

- Si quieres bailar bien ¿Por qué no lo haces conmigo? -

- Está bailando conmigo -

Y ahí empezó la peor pelea de la historia, por poco no llegamos a los puños, si hubiéramos llegado estaba claro que yo sería el ganador, yo desde pequeño he entrenado, mi cuerpo está perfectamente condicionado para ganar una pelea. De repente me di cuenta de que Annabeth no estaba.

Me fui de la pelea al jardín y Jason me siguió, los dos la buscamos, cuando de repente la vimos pero no estaba sola, estaba con un pirata y este le estaba poniendo la espada en el cuello.

Un amor inesperadoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant