Capitulo 1

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Desperté por la mañana sintiendo un peso alrededor de mi cintura.
Fue hasta que abrí completamente mis ojos cuando note que estaba bajo unas sábanas junto al hombre de la mirada marrón, y era este quien tenia su brazo firmemente apoyado en su cintura.

Mis manos estaban fuera, por lo que para tratar de quitar su caliente brazo de mi cintura tuve que introducir una de ellas bajo las sábanas. Al meter mi mano se abrió un espacio entre nosotros, el cual me permito darme cuenta del estado en el que ambos nos encontrábamos. Tal y como vinimos al mundo; completamente desnudos.

Mi desnudez era comprensible dado que yo no vivía en esta casa. Pero el bien pudo haberse ido a cambiar durante algún transcurso de la madrugada porque estaba en todo su derecho de levantarse y con toda confianza buscar dentro de su armario un poco de ropa para que al despertar no estuviéramos como lo estamos ahora.

Ignorando ese hecho aparte con cuidado su brazo de mi cintura y me dispuse a levantarme de la cama para poder cambiarme. No estaba planeando huir después de haber tenido relaciones sexuales. Simplemente quería cubrir un poco de la vulnerabilidad de estar desnuda ante el a plena luz del dia.

--¿Que haces? --murmuro Nick con voz ronca, tal y como suena una persona cuando recién se ha levantado. Su voz es masculina pero en estas condiciones suena el doble de lo que naturalmente es.

Cuidadosamente señale hasta el suelo de la habitación donde se encontraba nuestra ropa y el asintió comprendiendo. Un poco insegura sobre cuál podria ser mi próximo movimiento me levanté de la cama para poder recoger mis pertenencias. Justamente cuando estaba por agacharme Nick llamó mi atención.

--¿No quieres darte una ducha antes?

--¿Puedo? ---pregunte tratando de no sonar tímida.

--Claro que puedes, incluso puedo prestarte un boxer limpio.

¿Un boxer suyo?

Definitivamente no.

Además de que sería demasiado desde el punto de vista en que quiera verlo, no puedo simplemente aceptar algo tan íntimo de una persona que los ofrece con tanta facilidad.

--Tengo unos que tengo nuevos, hasta en el paquete están. Por si tú miedo de contraer una enfermedad.

--¿Como....?

--¿Como, que?

Hice un gesto para restarle importancia a mi incompleta pregunta. Por que eso mismo era lo que estaba pasando por mi cabeza en aquel momento.

--Entonces, iré al baño. ¿Donde está?

--Aparta la toalla que está allí.
--señalo hasta una puerta color caoba con una toalla colgando de ella.--Es la puerta del baño.

--Gracias.

En ningún momento había olvidado que mientras teníamos esa pequeña conversación, yo estaba totalmente expuesta a el. Fue un alivio que no hiciera algún comentario vergonzoso respecto a mi estado, aunque dirigía su mirada hacia mis partes íntimas de vez en cuando, en su mayoría se centraba  en ver mis ojos.

No le puse pasador a la puerta, con la esperanza que le dieran ganas de unirse a mi. Si el tiene una mente como la mia probablemente lo haga.

El cuarto de baño era verdaderamente grande, dos veces del tamaño de mi cuarto. Tenía un lavado lindo, y el resto se dividía entre la ducha, el escusado  y una bañera bien diseñada.

Antes de meterme a la ducha, cepille mis dientes untando pasta  entre mis dedos. Era la solución que había aprendido para cepillarme después de tantas veces que olvide el cepillo de dientes en las excursiones de la escuela secundaria.

Estaba retirando el champú de mi cabello cuando escuche el sonido del pestillo de la puerta, no paso mucho tiempo hasta que tuve a Nick detrás de mi.

--¿Con agua helada? --se quejó con voz suave. Me hice a un lado para darle espacio.

--Es la adecuada para bañarse por las mañanas.

El sonrió, y sacudió su cabeza. Estiró su mano hacia arriba y tomó uno de los cepillos de dientes junto a la pasta para poder cepillarse, mientras Nick hacia eso yo aproveche para ponerme acondicionador y quitarlo.

--¡Oye!--me quejé cuando escupió pasta y cayó en uno de mis pechos--. Eso está caliente, y es asqueroso.

Nick soltó una carcajada. Se acercó a mí y paso su mano por mi pecho regando la pasta dental por todo el lugar, la cual poco a poco fue desapareciendo entre las gotas de agua que caían sobre nosotros.

--Listo no llores.

Arrebate el champú de sus manos, una vez que el lo volvió a bajar.

--Yo quiero ponerlo.

--No quiero tener que agacharme.

Observe el espacio que había en la ducha y le dij una sonrisa. Teníamos espacio de sobra para que Nick pudiera sentarse, además, era una de las pocas maneras en las que podía alcanzarle la cabeza para enjabonarlo.

--No, ni se te ocurra --.hablo cuando descubrió mis intenciones pero de todas maneras termino haciéndolo.

Me tarde bastante con el champú porque descubrí que le gustaba que le acariciara el cabello, cuando llegó el tiempo de untar el acondicionador ya me dolía la espalda de tener que agacharme.

Había evitado ver su miembro durante la ducha pero está vez se me hizo imposible, estaba inspeccionando un lugar para acomodarme. ¿Que mejor que sobre el?

--¿Puedo? --.le pregunté a Nick señalando su regazo.

El asintió, pero tomó su gordo miembro hasta dejarlo parado. En posición para que una vez me sentará tuviera penetración, y así fue; dejé escapar un gemido cuando me acomode completamente, y otro más grande cuando comenzó a moverse dentro de mi. Cerré mis ojos disfrutando de la sensación.

--Oye, todavía falta el acondicionador --bromeo Nick con voz entrecortada.

Después de nuestro momento íntimo nos dimos un baño normal, en el que ayudamos al otro a enjuagarse hasta que estuvimos limpios y listos para salir a cambiarnos.

Nick finalmente me terminó convenciendo para prestarme su bóxer y una de sus camisas, que fueron acompañados por el pantalón que vestí para ir al club la noche anterior. Y por supuesto, como cualquier otro hombre en su lugar hizo un comentario sobre lo bien que lucía su ropa puesta en mi.

Una vez que estuvimos vestidos juntos hicimos el desayuno. Entre pláticas y bromas tuvimos un buen inicio del dia, también me llevo hasta mi casa. En donde antes de despedirme pidió mi número y culminó con un beso en los labios.

No estaba segura de que tanto signifique eso, pero mientras duró lo disfruté.

Bajo las sábanas; Nick Bateman, Taylor Hill Where stories live. Discover now