LA MUJER DE MI HERMANO

Capítulo 15 ¡TIENES UN HIJO!

Derek fue conducido a otro edificio, luego lo llevaron por una serie de pasillos hasta llegar frente a una puerta que permanecía cerrada.

Al nada más abrir esa puerta y ver a ese hombre su corazón se detuvo, no lo podía creer, él lo conocía, había sido uno de sus hombres de confianza en la empresa, uno de los tres hombres que había estado buscando los últimos años para restituirle el puesto que su hermano le había quitado, ¿cómo era posible?, debería de haber un error, pero recordó las palabras de su amigo, no había error, él era, era el hombre que se había atrevido a dañar a la mujer que amaba, por un momento estuvo a punto de descargar su furia contra él, quien lo miraba con cara de asombro, pero se contuvo, no podía armar un escándalo y no quería hacerlo enojar porque lo necesitaba.

_ ¿Sí sabes por qué estás aquí? -fue lo único que atinó a decir cerrando la puerta tras de sí y acercándose.

_Yo... lamento lo... de su... empresa. -tartamudeó.

_ ¡No! -Gritó furioso interrumpiéndolo. _ ¡no es la empresa! Recuerda... hace casi cuatro años.

Él lo miró desconcertado, no entendía.

_ ¡Recuerda!... -volvió a gritar. _recuerda lo que hiciste...

El negó con la cabeza, estaba asustado.

Derek sacó su cartera y sacó una fotografía, la puso ante sus ojos.

_ ¿Recuerdas ahora? -dijo con coraje. _¿recuerdas a ésta mujer? -señaló el rostro de Hania. _ ¿la mujer de la que tú abusaste?

El palideció, no podía ser cierto, era la mujer de sus sueños... entonces... ¿era real?... ¿su sueño, ese que se repetía una y otra vez era real? -se llevó las manos a la cabeza, de pronto todo empezó a dar vueltas, quiso detenerse del escritorio pero falló y lo único que logró fue que una de las sillas callera al suelo, intentó aferrarse de nuevo a algo pero trastabilló y de no haber sido porque Derek le acercó la silla restante, hubiera caído también al suelo.

Se sentía aterrado no podía estarle pasando de nuevo... su mundo volvía a derrumbarse ante sus ojos y no podía hacer nada, de ser cierto merecía la cárcel... aún la muerte pero... ¿y su esposa?... ¿y sus hijas?...
Se derrumbó, y comenzó a llorar.

Derek lo miró asombrado, esperaba encontrarse con un malviviente, que lo miraría con burla jactándose de lo que había hecho pero en su lugar estaba su antiguo colaborador, un hombre de bien hasta donde el recordaba, derrotado y llorando como si de verdad estuviera arrepentido, los sentimientos contradictorios volvían a él por segunda ocasión en ese día. Por un lado la furia de tener frente a él al hombre que había abusado de Hania y por otro el de verlo en ese estado de indefensión y de vulnerabilidad.

Aun así las ganas de golpearlo no desaparecían, deseaba hacerle pagar todo el daño y el sufrimiento por el que había hecho pasar a Hania.

Desde su sitio observó como por fin él lograba recomponerse un poco aunque no totalmente, vió como luchaba por ordenar sus ideas por controlar sus emociones, su vista que antes había sido errática por fin se enfocaba en un punto determinado.

_ ¿No tienes nada que decir?, se acercó a él ignorando su estado de shock y vulnerabilidad.

_Yo... lo... lamento. -fue todo lo que pudo pronunciar.

_ ¿Lo lamentas? -estalló furioso.
_ ¿Es todo lo que vas a decir?, ¿que lo lamentas?, ¿sabes que arruinaste la vida de una mujer?, -se abalanzó furioso levantándolo por las solapas de su camisa. ¿Sabes que destruiste un matrimonio?, ¿acaso imaginas siquiera. -lo estampó contra la pared. _que tus actos tuvieron consecuencias?