Capítulo 18 DESCUBRIENDO LA VERDAD

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Derek se sorprendió de ver a esas tres niñas ayudándolo, él pensó que empezarían a tomar cosas que a ellas les parecieran atractivas o buenas tratándose de comida, tal vez juguetes, pero no sucedió así, ellas depositaban en el carrito básicamente comida y no cualquier comida, eran cosas totalmente saludables, nada que él pudiera pensar que le atraían a unas niñas. No pudo más que sentir más admiración hacia Karen y también hacia ellas.

Por todo lo que había visto y escuchado intuía que esa familia estaba pasando momentos sumamente difíciles no solo por lo obvio refiriéndose a Mark, sino a su situación económica, recordaba haber escuchado un comentario de Karen diciendo que perdería su trabajo debido a haber faltado ese día.

Así que él había tomado la decisión de comprar despensa para ellos, pero aún no sabía si la iban a aceptar y si no se lo tomarían a mal, que era lo más probable, también se debatía entre tomar la decisión de restituir a Mark o no en su antiguo puesto.

Él quería creer en su inocencia pero no estaba cien por ciento seguro y le aterraba equivocarse en ese sentido porque culpable o no había lastimado a Hania, y no sabía que reacción tendría ella al saber que él los estaba ayudando.

*****
Derek condujo hasta la casa de Karen, se sorprendió al ver lo pobre de ese lugar, pero más se sorprendió de ver las condiciones en que se encontraba la casa en donde vivía, se veía vieja y desvencijada, no quería imaginar cómo estaría por dentro.

*****
Karen hubiera deseado que Derek las dejara cerca de su casa, le daba pena que viera el lugar donde vivían pero por el momento no podían aspirar a más.
Él se detuvo cerca de la entrada, y se bajó para abrir la puerta del auto para que ella y las niñas descendieran, ella les pidió entrar a la casa y agradeció a Derek el haberlas llevado, pero el no hizo el intento de moverse.

_Quiero pedirle un favor -dijo por fin él después de un incómodo silencio. _me gustaría que aceptara esto que compré para ustedes.

Ella se quedó sin palabras pero se dio cuenta de que no aceptaría un no por respuesta, así que asintió pensando que sería una o dos cosas, pero aterrada vió que empezó a bajar todo el mandado que había comprado.

_Disculpe. -dijo ella. _pero no puedo aceptar todo eso.

_No es un regalo -se apresuró a decir. _tómelo como un gesto de agradecimiento por lo que su esposo está haciendo por nuestro bebé, él podía haberse negado y no lo hizo.

Ella lo miró con los ojos anegados, ciertamente él podía haberse negado pero no lo haría porque era un hombre bueno y porque era lo menos que podía hacer para reivindicarse, además de que también era su hijo.

_Era su obligación. -respondió ella. _así que no nos debe nada.

_Como le dije no es un pago, es simple agradecimiento. Acéptelo por sus hijas. -pidió.

Ella iba a negarse de nuevo.
_Por favor. -insistió él. Sabía que lo necesitaban.

Ella bajó la mirada y conteniendo las lágrimas asintió, entonces él tomó el mayor número de bolsas y se dirigió al interior seguido por ella con las bolsas restantes.

Al entrar él se sorprendió, aunque el lugar se veía limpio y ordenado, el olor a humedad invadió sus fosas nasales, miró hacia el techo y confirmó que había goteras en él y no solo eso sino que en partes literalmente se estaba cayendo. Sintió una opresión en el pecho, tenía que hacer algo ella y esas niñas no podían seguir viviendo en esas condiciones y menos Mark cuando regresara convaleciente después de la donación.

Una vez se hubo despedido de ellas y salió de ese lugar, hizo varias llamadas, una de ellas fue a su asistente pidiéndole buscar una casa en venta que cumpliera con las especificaciones que él pidió.

LA MUJER DE MI HERMANOWhere stories live. Discover now