5. "¿Qué estas haciendo, Apolo?"

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Dedicado a @Lachicaagridulce que esta de cumpleaños. Feliz Cumple, nena. 

Claudia.

Las disculpas de Artemis, aunque no son suficientes, parecen sinceras. Eso me hace pensar que no me desprecia tanto como esperaba, y me da la esperanza de hacer esta situación mas llevadera para ambos.

Sin darme cuenta, mis pies se mueven solos, escaleras arriba y termino frente a la puerta de la habitación de Apolo. Creo que he subestimado mi necesidad de hablar con alguien, de interactuar con otro ser humano. Me gusta mucho hablar con Ares, también, pero rara vez esta en la casa. Él tiene una vida social muy activa, en cambio, Apolo es más de quedarse en su habitación leyendo o haciendo cualquier cosa.

Toco la puerta, y escucho un 'Pase' que me da luz verde para entrar.

A pesar de que ya es de noche, Apolo esta en su pequeño sofá al lado de la ventana, un libro abierto en sus manos. Cuando levanta su tierna mirada hacia mi, sus labios dibujan una sonrisa al verme.

Cierra su libro, poniéndolo sobre su regazo, —¿A qué debo esta afortunada visita?

Suspiro y me siento en su cama, quedando frente a él, —Tuve un día largo.

Sus ojos indagan mi cara con preocupación, —¿Artemis te ha molestado de nuevo?

Meneo la cabeza, —No.

—¿Martha esta bien?

—Si.— mi madre ha estado estable últimamente y eso me ha quitado mucho estrés de encima, —Solo estoy cansada, supongo.

Él se levanta y camina hasta quedar frente a mi, obligándome a inclinar mi cuello para verlo, —¿Quieres un masaje?

Los masajes de Apolo son los mejores. Le sonrío, asintiendo, él se sube en la cama detrás de mí, quedando de rodillas. Sus manos se posan sobre mis hombros rodando un poco para quedar entre mis hombros y mi cuello. Él aprieta ese punto y yo cierro los ojos disfrutándolo.

—Estas tensa.— comenta, masajeandome. Se siente tan bien que ahogo un quejido de relajación.

—Han sido unos días estresantes.— admito, suspirando.

Apolo baja sus manos para presionar sus pulgares en mi espalda, siguiendo la linea de mi columna vertebral, sus dedos haciendo presión en puntos claves que me hacen gemir suavemente.

Apolo se detiene y yo abro mis ojos, —Lo siento, se siente muy relajante.

Él se inclina hacia mi desde atrás, su aliento en mi oído, —Tranquila, es normal hacer esos sonidos cuando el masaje es bueno.

Trago grueso, porque su aliento me hace cosquillas. Un extraño ambiente crece entre nosotros y no se porque. No es la primera vez que me da un masaje.

Sus manos suben de lo bajo de mi espalda y de detienen en el medio, dejo de respirar cuando pasa sus manos por debajo de mis brazos y las descansa sobre mi abdomen, su pecho rozando mi espalda levemente, —Respira profundamente, es una técnica anti-estrés.

Hago lo que el me dice a pesar de nuestra cercanía, —Cierra tus ojos, solo enfócate en tu respiración.

Respiro adentro y afuera, sintiéndolo tan cerca detrás de mi que el calor de su pecho cubre mi espalda. Mi corazón se acelera y honestamente me siento de todo menos relajada en estos momentos. Sus labios rozan mi oreja ligeramente y quiero pensar que es una accidente, tiene que ser un accidente.

¿Qué estas haciendo, Apolo?

Su nariz roza mi oreja mientras su respiración acaricia mi piel suavemente, mi corazón palpita desesperando contra mis costillas, ¿A caso él puede sentirlo también? Que vergüenza.

A Través De Ti [Hidalgos#2] ✔️ [En librerías]Where stories live. Discover now