14. "¡Dios, lo siento tanto!"

2M 162K 157K
                                    

- 14 -

Claudia

El abuelo esta estable.

Y por lo que muestran los resultados de la resonancia magnética, el daño fue mínimo lo cual es un alivio, sin embargo, el abuelo sigue están sedado, descansando para darle tiempo a su cerebro de desinflamarse o algo así explicó el doctor. Todos fuimos enviados a casa después de pasar días seguidos en el hospital, prometieron informarnos cuando él despertara.

Siento que por fin puedo respirar, aunque no estaré tranquila hasta hablar con el abuelo, por lo menos ya se que estará bien. Las cosas han vuelto a la normalidad ligeramente en casa.

Después de atender a los invitados de Ares, entre ellos Raquel, un chico de sonrisa contagiosa, y una chica que se parece mucho a Daniel, le llevo la cena a mi madre.

Sin embargo cuando vuelvo a la sala de juegos para llevarles las cosas que Ares pidió, esta vacío, ¿Se fueron?

Subo para ir a la habitación de Ares y toco su puerta, —Adelante.

Entro, no esta solo, Apolo esta con él, y puedo leer las expresiones de estos chicos claramente, algo pasó y no fue bueno, también puedo ver que no quieren hablar al respecto, —Llevé las bebidas como ordenaste pero tus invitados se han ido.

La decepción en la expresión de Ares es clara como el día, —¿Todos se fueron?

Se que quiere saber si Raquel se ha ido, con un suspiro asiento, —Si, todos.

Un destello de tristeza cruza los ojos de Ares y aunque se esfuerza en ocultarlo rápidamente, Apolo y yo lo notamos. Les doy una ultima sonrisa de boca cerrada y me voy.

Acariciando mis hombros tensos, bajo las escaleras. Solo tengo una cosa más por hacer antes de irme a descansar. Necesito sacar las toallas del gimnasio y lavarlas, ahora que Artemis esta en casa, debo hacerlo más seguido ya que él visita el gimnasio todos los días.

Empujo la puerta corrediza del gimnasio y paso a través de las maquinas de hacer ejercicio para llegar a la entrada de la ducha al final del pasillo. Bostezo, recogiendo las toallas afuera del baño en la cesta de usadas. Decido entrar al baño para asegurarme que no queden ahí más ahí. Él baño es inmenso, bastante alargado con una ducha al final, me imagino a Artemis ahí desnudo tomando una ducha y de pronto, hace calor. Ni siquiera quiero pensar en ese idiota. Salgo de ahí para dirigirme a la lavandería.

Meto la mitad de las toallas en la lavadora y pongo el resto en el piso, agotada me deslizo hasta quedar sentada sobre el montón de ropa y toallas. Sin darme cuenta, me quedo dormida.

Para mi desgracia, me despierto después de tener un sueño muy ardiente, no alcancé a verle el rostro al hombre en el sueño pero me estaba dando la follada de mi vida.

Mi frustración crece cuando me doy cuenta de lo mojada que estoy, ah, benditos sueños húmedos.

Ahora que lo pienso, ¿Cuándo fue la última vez que tuve sexo? Ni siquiera puedo recordarlo, con razón mis hormonas están por los aires, sin contar lo de Artemis, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que me toqué para liberar un poco de tensión sexual, mi mano inquieta se desliza dentro de mis panties cuando abro mis piernas, no debería hacer esto aquí pero no puedo hacerlo en mi habitación, no con mi madre ahí.

Lo mojada que estoy hace que mis dedos se deslicen fácilmente sobre mi intimidad. Un gemido escapa mis labios, olvidé lo bien que se siente esto. Muevo mis panties a un lado para tener mejor acceso, mis dedos conocedores de lo que me gusta se mueven perfectamente sobre mí, cierro los ojos ahogándome en las sensaciones. Muerdo mi labio inferior, soltando pequeños gemidos que se vuelven mas fuertes al aumentar la rapidez de mis dedos.

A Través De Ti [Hidalgos#2] ✔️ [En librerías]Where stories live. Discover now