Mi Mejor Amigo #1

16- Recuerdos

CHARLOTTE 💕

El abuelo ya estaba en casa, estaba mejor pero debía realizar las quimio más seguido; eso era todo un tema porque no quería saber nada con las quimio, él quería dejar su destino en manos de Dios, y eso significaba cero tratamientos y obviamente menos tiempo de vida para él. Fue muy difícil convencerlo, pero después de muchas insistencias lo logramos

Jared estaba claramente muy mal por el asunto, no comía bien, lo notaba con los ánimos por los suelos, yo hacía de todo para que riera un rato y se distrajera un poco, pero luego volvía a caer en la realidad y se deprimía.

Además, también lo notaba nervioso, cuando hablaba conmigo le costaba decir más de dos oraciones sin tartamudear o perderse. Él a veces me esquivaba, y cuando yo le preguntaba qué le pasaba, me decía que nada.

Todo estaba raro, la famila estaba preocupada y menos animada, pero todos intentaban disimular, hacían como si nada hubiese pasado, pero no era fácil. Yo lo había notado apenas llegué a la casa, todos estaban tranquilos cuándo solían ser muy bulliciosos. Ese día, el día en que el abuelo Alfred iba a su primera quimio después de varios meses, fue de los peores días de esas vacaciones. Jared y la abuela Miriam habían ido a hacerle compañía al abuelo, así que todos estaban en el patio, escuchando la radio, sin decir palabra alguna.

No soportaba ver a mi familia en ese estado, así que me fui dentro de la casa y encendí la televisión. Estuve madia hora haciendo zapping, pasando de canal en canal sin encontra nada que me llamara atención, hasta que me rendí. Apagué el televisor y comencé a mirar la sala que me rodeaba. Miles de recuerdos vinieron a mi mente, me paré del sillón y comencé a observar todas las fotos que había colgadas en la pared. Observé todas y cada una de ellas con una gran sonrisa, me detuve cuando una llamó mi completa atención.
Era una foto en la que salíamos Alex, Jared y yo; yo tenía seis años en ese entonces y ellos tenían siete; jamás me olvidaría de ese día. El abuelo Alfred y la abuela Miriam nos habían llevado a los tres de pesca, ese había sido un gran día.

*Flashback*

-¿Y cuándo tiro?- pregunté al abuelo.

-Cuando sientas que algo tira de la caña.- respondió él dulcemente. A mí me asustaba pensar que algo tiraría de la caña, yo era muy pequeña y no tenía mucha fuerza.

-¿Y qué pasa si el pez tiene más fuerza que yo?- pregunté asustada.

-Eso no va a pasar, no atraparás uno muy grande.- me dijo Alex, quien esperaba ansioso por poder sacar su caña del agua.

-¿Y tú que sábes? Podría sacar uno mucho más grande que tú.- me quejé, mi hermano se rió de mí lo que me enfureció mucho.

-No te rías de tu hermana Alex.- lo retó la abuela Miriam, pero él no dejó de reirse.

-No vas a poder Charlotte, eres una niña pequeña, no tienes fuerza. El pez te ganará y caerás al agua.- eso me dio mucho miedo, no quería caerme al agua, yo no sabía nadar.

-Eso es mentira, no lo escuches linda. Tú sigue intentando.- me ordenó el abuelo.

Aún así me dio mucho miedo, no quería sostener más la caña, tenía tanto miedo que una lágrima bajó por mi mejilla. Jared lo notó y se paró con su caña a mi lado.

-No tengas miedo Charlie, si el pez es muy grande yo te ayudaré a tirar, tengo mucha fuerza.-

-¿Y si aún así me caigo al agua?- le volví a preguntar asustada, sorbando mi naríz.

-Pues si eso pasa, yo me tiro para rescatarte.- sus palabras eran muy seguras, él sí que no tenía miedo.

-¿Harías eso por mí?-