capítulo 21

447 68 9
                                    

Narra nicky

Me dirijo con Eli a buscar los cuadernos, me alejo un poco de ella para ver unas agendas de gatitos.

Tomo uno entre mis manos pero se me cae, me agachó a recogerlo, pero me levanto rápido cuando escucho que alguien tose detrás de mí.

-Nicky... Esto es incómodo, pero- hace una pausa intentando buscar las palabras correctas- te sentaste sobre un tomate.

Lo miro confundida-¿Que?

-Tienes salsa en el pantalón- dice mirando a otra dirección.

-No te entiendo Adiel- digo acercándome a él.

-¿Andres te visito?- dice con el ceño fruncido.

-Habla claro por favor- digo sin saber a que se refiere.

-¡Que te llego el periodo, joder!- me grita/susurra.

Me pongo pálida, siento un frío recorrer mi rostro.

-¿Estas bien?- pregunta tomando mi mano.

-¡Me quiero ir!- sollozo- ¡Quiero un helado! ¡Quiero ver televisión! ¡Y acostarme en el piso!- grito haciendo un puchero.

-Yo te llevo a casa- dice poniendo su suéter en mi cintura.

Salimos de la tienda y caminamos hasta el apartamento, él intentaba hacerme reír con malos chistes, pero yo solo mantenía una mirada perdida.

-Llegamos- dice frente la puerta de mi apartamento.

-Gracias- digo con la cabeza gacha.

El asiente con la cabeza y luego se da la vuelta, lo tomo de la muñeca antes de que se vaya.

Ni puta idea de lo que estoy haciendo.

-Quedate conmigo- susurro.

El sonríe- Esperaba que me lo pidieras.

Entramos al apartamento, le digo que espere en la sala mientras yo me baño, que podía hacer lo que quisiera.

Me dirijo al baño, me quito la ropa y entro a la bañera.

(...)

Cuando termino de bañarme estiró mi brazo para alcanzar la toalla, pero no encuentro nada.

-Mierda- digo para mi misma.

No puedo salir desnuda y correr el riesgo de que Adiel me vea, pero tampoco puedo quedarme aquí y dejarlo a él solo.

Solo me queda una opción,  pedirle a Adiel que me pase una toalla.

Tomó una respiración profunda mentalizandome para lo que sigue.

-¡Adiel!- grito su nombre.

-¿¡Si!?- me responde.

-¿¡Puedes acercarte!?- le vuelvo a gritar.

No escucho respuesta. En unos segundos escucho que golpean la puerta del baño.

-¿Estas bien?- dice el otro lado.

-Si... bueno... No, en realidad si, pero necesito que me pases una toalla que hay en mi habitación, la que dice mi nombre en la puerta.

-Ya vuelvo- dice.

Suelto un suspiro por toda la vergüenza que he pasado hoy delante de él.

-Aquí esta- dice desde el otro lado.

Abro un poco la puerta y saco mi mano, él pone la toalla en mi mano.

-Gracias- digo.

Me envuelvo en la toalla y salgo.

-¡Que piernas!- chifla Adiel.

-Idiota.

-Vístete, luego vamos a ver una película- dice con una sonrisa.

-Cómo mandes- digo antes de entrar a mi habitación.

(...)

Estamos en la sala del departamento viendo una película, se titula amigos con derechos. Es buena.

-¿Has besado?- pregunta de repente.

-Si- me encojo de hombros.

-¿Me das uno?- me mira con picardia.

-Por qué no- digo inclinandome hacia él.

El también se acerca a mi. Cuando nuestro labios se rozan cierro mis ojos.

Sus labios son fríos y cálidos a la vez, besa bien. Su lengua pide permiso para entrar a mi boca tocando uno de mis labios.

Nos seguimos besando pero esta vez vamos subiendo de tono. El me recuesta en el mueble, sus manos van acariciando mis muslos.

-¡Que esta pasando aquí!- oigo que gritan.



El Proyecto VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora