Capítulo 40

327 36 12
                                    

No se porque, pero esa frase me recordo a Samuel.
/////////////////////////////////////////////////

Narra Nicky.

La impotencia mezclada con los nervios, es el peor sentimiento de todos. Es como una bala que atraviesa tu pecho de lado y lado. Eso fue lo que sentí cuando Eli me dijo que secuestraron a Sol.

Ahora estamos en el auto de un chico que no conozco. El vecino del frente.

-¿Estas seguro que es por aquí?- pregunto un tanto desesperada.

-Si, es por aquí.- dice en un tono calmado.

-¿¡Como puedes estar tan calmado en una situación como esta!?- le grito.

-Tranquila Nicky- dice Eli poniendo una de sus manos en mi hombro.

La miro por primera vez desde que estamos en el auto. Tiene los ojos rojos y rastro de lágrimas debajo de ellos.

La abrazo, no puedo creer que esto le este pasando a Sol, nuestra mejor amiga.

-Llegamos- avisa él chico.

Instintivamente miro por la ventana, es una cafeteria algo vieja, con un aspecto muy rural.

-¡Al fin llegan!- dice Abnel cuando nos bajamos.

-¡Este idiota que no conducía rápido!- grito señalando a Steve. El cual solo ríe mientras se encoje de hombros.

-Podemos empezar a buscarla en una cabaña que hay por ahí.- habla Steve.

Lo miro dudosa.- ¿Como sabes de esa cabaña?

Él se queda mirandome unos segundo.- Ahí solía traer a mis conquistas para follarlas.

Giro los ojos ante tal explicación.

-Siganme.- dice Steve empezando a caminar.

Todo a Eli de la mano y comenzamos a caminar detrás de él.

(...)

Llegamos a una cabaña muy deteriorada cerca de un lago, en otras circunstancias diría que es hermoso, pero ahora solo me resulta aterrador.

Dejo que el grupo se adelante, saco mi teléfono y le envió un mensaje a Alex y a Adiel, diciendo donde nos encontramos y que vinieran lo mas rápido posible.

Narra Sol

Pasan los minutos y no siento su presencia cerca, pero me da pavor abrir los ojos.

-Tienes que traer a sus amigas- oigo a Samuel hablar- me importa una mierda si viene contigo, Eliminalo... Si, no lo vas a matar, es una pistola de juguete, como la mía... es solo para asustar y que hagan lo que querramos por miedo a que les disparemos. Adiós.- cuelga él teléfono.

Abro los ojos y lo veo sentado frente a mi, con una sonrisa.

-Ya estaba desesperado- se levanta- mira como tengo el pene solo de pensar en todo lo que te haré- dice acomodándose el bulto en el pantalón.

Camina lentamente hacia a mi, mientras desabrocha el pantalon.

-Esta noche te haré mia, te dare tan duro que sentirás que te partes en dos, vas a disfrutar mucho, Solecito.

El Proyecto VOù les histoires vivent. Découvrez maintenant