Capítulo 51

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Hola, estaba pensando en hacer un maratón. Aun no se de cuantos capítulos, así que estaré publicando todo el día.
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Narra Sol.

-Sol...- dice Abnel en medio del beso.- detente, por favor.

Me separo de él con la respiración acelerada.

-¿Que pasa? ¿No te gusta?- pregunto con falsa angustia.

-No es eso, si me gusta, pero no en estas condiciones. Miranos, yo estoy desnudo y tu en ropa interior sentada justo arriba de mi pene.

Miro donde estoy sentada y luego a él.

-No seas mentiroso, estoy sentada en tu abdomen, no en tu pene.

-Es casi lo mismo.- gira los ojos.- a ver preciosa, desatame y lo haremos como se debe.

Sus palabras hacen que me lata el corazón mas de prisa.

-¿Sabes? Ya no quiero hacer esta broma.- digo lanzandome al otro lado de la cama, poniendo la cabeza sobre su pecho.

-Amaría estar así si no estuviera atado y con una semi erección.

-Voy por unas tijeras.- digo levantadome de la cama.

-Vuelve pronto.- dice lanzandome un beso.

Salgo de la habitación con una sonrisa. Al pasar por el frente de las habitaciones de mis amigas no escucho nada.

Me dirijo a la cocina en busca de las tijeras, cuando entro me encuentro con un Alex totalmente desnudo.

-¿¡Que haces aquí!?- grito tapandome los ojos.

-No puedo salir desnudo y no se donde esta mi ropa, además no se donde deje mi llave del apartamento.- dice calmado.

-Por Dios, estas desnudo.- digo incrédula.

-Si. oye, mañana los chicos volvemos a la ciudad para visitar a nuestros padres. Así que si no nos ven, es por eso.- dice abriendo la nevera.

-Nosotras también. Y por favor, ponte una toalla al menos.- me acerco a una de las gavetas de la cocina y sacó una tijera.

-Tu también, estas casi igual que yo.- dice señalandome.

Mierda. Olvide que estaba casi desnuda.

-Yo no he visto nada y tu tampoco.- lo apunto con el dedo.

-Está bien.

Salgo corriendo de la cocina y voy de nuevo a mi habitación.

-Al fin.- dice Abnel al verme entrar.

Me acerco a él y corto las final cuerdas que lo atan.

-Eso se siente bien.- dice frotándose las muñecas.

-¿Vamos a ver una película?- pregunto.

-Deja que me ponga ropa.- dice y llevo mi mirada a su pene.

-Eso creció.- digo aún con la mirada ahí.

-No me culpes. Tiene vida propia.

-¿Y no te molesta que este tan erecto?- pregunto.

-Si, pero... ¿que puedo hacer?

-Vamos a hacer esto, yo salgo de la habitación por unos minutos y tu haces lo que tengas que hacer para que se te baje y luego vemos una película.- propongo.

-Por mi esta bien.- dice llevando una mano a su entrepierna.

-¡Espera que me vaya!- grito corriendo hacia la puerta. Salgo de la habitación escuchando su risa.

Esta noche será interesante.

El Proyecto VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora