Capítulo 25

459 62 8
                                    

Narra Sol.

Me acerco a Eli para leer la conversación de Adiel y Nicky.

No se si el lo hace por hipócrita o lo hace con la intención de que ella lo perdone.

-En serio no se que creer- dice Nicky mirándome a los ojos.

Eli sale de la habitación sin decir nada.

-¿Quieres un consejo?- pregunto sentandome en la cama.

-Si, iluminame con tu infinita sabiduría- dice Nicky con una sonrisa.

-Amo tu capacidad de mantenerte infantil ante las circunstancias- digo girando los ojos.- Creo que deberías ignorarlo, solo para ver que es capaz de hacer por tu perdón. 

-Es buena idea- sonrie- te imaginas que venga con un peluche gigante y un ramo de flores azules mientras canta una serenata a la luz de la luna- dice Nicky mientras suelta una carcajada.

-Cuanta imaginación- giro los ojos con una sonrisa.

-Soñar no cuesta nada- se encoje de hombros.

-Pero hablando en serio- hago una pausa- ¿Te gusta Adiel?

Ella se queda pensando un momento- Me empezaba a gustar, pero con lo que paso, ya no se- dice soltando un suspiro.

-Te entiendo- digo conteniendo una carcajada.

-¿Que es tan gracioso?- pregunta con los brazos cruzados.

-Lo siento- suelto una carcajada- sabes como me pongo cuando una de ustedes se drogan con eso llamado amor.

-Exagerada- sonrie- ya te veré cuando de enamores de alguien- me mira pícara.

-Dios me libre de todo mal- digo saliendo de su habitación.

(...)

-¡Sacalo!- chillo- ¡Duele! ¡por un carajo! ¡No pensé que doliera tanto!- le grito a Abnel.

-Tu querías, yo no te obligue a nada- dice casi sin aliento.

-¡No me importa! ¡Sólo quiero que saques mi pie de ese hoyo!- digo golpeando su pecho.

-Mira niña, eso es lo que intento. ¿¡A quien mierda se le ocurre meter su pie en un hoyo sólo para ver si cabe!?- grita respirando con dificultad.

-¿Estas bien?- pregunto calmada.

-¡Si! ¡Estoy de maravilla!- grita con sarcasmo.

El se sienta en la acera y pone una de sus manos en el pecho.

-Me estas preocupando- hablo.

-No deberías- hace una pausa- vamos a sacar tu pie de ahí- se levanta con dificultad de la acera.

Pone sus manos en mis hombros, las va bajando por mis brazos hasta llegar a mi cadera.

-¿Que mierda haces?- susurro con la boca entre abierta.

Él no me responde. Se agacha aún con las manos en mi cadera.

Se arrodilla delante de mí, desliza sus manos por mis muslos, cuando llega al pie que esta dentro del agujero lo gira un poco.

-Alza la pierna- dice en un susurro.

Lo obedezco y mi pie sale del hoyo.

Abnel se pone de pie quedando muy cerca de mi. Pone sus manos en mi cintura, se acerca a mi oído y recuesta su cabeza en mi hombro.

-No puedo respirar- dice casi sin voz.



El Proyecto VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora