Capítulo 46

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Narra Nicky.

Después de el incómodo beso SoNel, -el nombre de pareja de Sol y Abnel- volvimos al departamento con una sonrisa.

-Eso fue pan comido.- digo con una sonrisa.

-Hablando de pan, tengo hambre.- dice Eli.

-Cómo siempre- dice Sol-, voy a hacer algo de comer.

-Mientras tanto voy a la farmacia a comprar las pastillas- dice Eli tomando su bolso de la mesa.

-Pensé que esas pastillas sólo las daban con una prescripción médica.- digo mirándola.

-Tengo un amigo que me las dará.- me guiña un ojo.

-Si te metes en problemas, no iré a visitarte a la cárcel- digo dirigiéndome a mi habitación.

Una vez dentro cierro la puerta, me lanzo a la cama y tomó mi teléfono y audífonos.

Busco mi lista de reproducción y empieza a sonar carita de ángel de Ozuna. Es la única canción que me gusta de ese género.

Busco mi cuaderno de dibujos y mi lápiz, como no sé que dibujar dejo que el lápiz guíe mi mano. Pasan los minutos y apenas soy consciente de lo que estoy dibujando, suelto el cuaderno con una gran sonrisa que luego se convierte en una carcajada. Acabo de dibujar a Adiel en una cama amarrado, desnudo, solo falta dibujar sus piernas y su "paquete".

Dejo el cuaderno en la cama y salgo de mi habitación aún riendo. Una vez en la sala veo a Sol y a Abnel besándose. Que asco.

-Dejen de hacer bebés- digo con una sonrisa.

Se separan con una sonrisa, pero luego Sol la va borrando poco a poco. ¿Que le pasa?

Al parecer Abnel también lo noto, porque fue borrado la suya al ver su cara de estreñida.

-¿Qué pasa?- le pregunto.

Ella mira al techo y luego a mi, es una señal de que necesita hablar conmigo. Mierda. Ella nunca la usa.

-Sol, tengo que hablar contigo.- digo para que Abnel se vaya. Al parecer no entiende la indirecta.

-Abnel, podrías volver más tarde, Nicky me necesita.- dice con fingida dulzura.

-Está bien- dice antes de irse.

-Ahora, dime que te pasa.

-Cuando dijiste eso de los bebés, me recordaste a Abell y me sentí culpable.- dice apenada.

-No hay porque sentirse así, ustedes no son nada a fin de cuentas.

-Si, pero el me gustaba mucho y cuando vengo aquí ni siquiera lo recuerdo y luego me enamoro del primero que veo. Eso me hace sentir zorra.- dice entre dientes la ultima oración.

-No lo eres, en el corazón nadie manda, además, Abell es un mujeriego, no te debes preocupar por eso. Por cierto, mi mamá me dijo que este fin de semana vayamos de visita.- digo cambiando de tema.

-Si, eso sería bueno, así nos distraermos un poco.- dice con una sonrisa.

-Hay que decirle a Eli.

-Hablando de Eli, cuando vayamos estará en un gran problema.- dice son una sonrisa.

-¿Por?- pregunto curiosa.

-Por Taylor, Tyler y Caym, ya sabes, ella le gusta a los tres y esto se pondrá bueno.- dice soltando una carcajada.

-Te veré a ti con Abell, eso sí que será bueno.- me río.

-¡Que vivan los problemas amorosos!- grita sobresaltandome.

-¡Que vivan!- le devuelvo el grito.

El Proyecto VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora