Capítulo 41

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Narra Eli

-¿Que vamos a hacer?- pregunta Nicky.

-Entrar y ver si Sol esta ahí- dice Steve como si fuera la cosa mas obvia.

-No podemos entrar todos al mismo tiempo, si ella se encuentra ahí, su secuestrador también- digo mirándolos.

-Abnel va a entrar mientras que los demás esperamos, si ella esta ahí dentro, él saldrá y nos lo dirá.- dice Nicky.

Todos asentimos y Abnel se dirige hacia la cabaña. Él desaparece de nuestra vista cuando entra por la puerta.

Pasan varios minutos y Abnel no aparece.

-Ya ha pasado demasiado, ya debería estar aquí- dice Nicky.

-Lo se, deberías ir.- digo preocupada.

-Vamos- dice Steve.

Nos acercamos a la cabaña en silencio, él primero en entrar es Steve.

Nicky y yo nos quedamos en la puerta.

-Hay que ser valiente por nuestra amiga- dice Nicky apretando mi mano- se que esto es difícil, pero tenemos que ayudarla, juntas por siempre, excepto en el baño ¿recuerdas?- río ante ese último comentario.

Asiento con la cabeza- vamos.

Entramos a la cabaña, es pequeña y huele a humedad. Seguimos caminando hasta que llegamos a lo que creo que es la cocina.

Ahí se encuentra Abnel amarrado a una silla, inconsciente.

Corro hacia él, intentando ser lo mas silenciosa posible. Con ayuda de Nicky lo desamarro de la silla.

-Vamos a buscar a Sol- dice Nicky.

Seguimos nuestro recorrido, la buscamos en la sala y en una habitación vacía, pero no hay rastro de ella.

Llegamos a otra habitación, cuando estamos apunto de entrar escuchamos gritos amordazados.

Nos miramos alarmadas antes de abrir la puerta a toda prisa.

Narra Sol.

-Pero- hace una pausa acomodándose su pene- yo no puedo ser el primero, tenemos que esperar al que te mando a secuestrar.

Su confesión me dejo pasmada, él no me secuestro por su obsesión, sino porque alguien lo mando.

-¿Te pagaron?- le preguntó.

-Y mucho dinero, al parecer vales mas que unas simples monedas.

-Maldito- murmuro.

-No se que te vio- me mira de arriba a abajo- no tienes nada especial.

Lo escupo en la cara por la impotencia de no poder golpearlo.

-Eres una zorra- dice antes de levantar su mano para darme una cachetada.

Cierro los ojos esperando el golpe, pero nunca llego. abro los ojos y para mi sorpresa Alex le sostuvo la mano antes de que él me golpeara.

Mi corazón salta en mi pecho por la emoción. ¡Estoy salvada!

-Te dije que no le tocaras ni un pelo- dice serio.

Sus palabras me helan la sangre.

-¿T-tu me mandaste a secuestrar?

-Si, yo lo hice, porque te amo y no aguantaba verte con Abnel.

-¿El esta bien?- preguntó sin poder evitarlo.

Alex se enfurece ante la mención de su amigo, sin embargo respira hondo antes de contestar.

-Él esta vivo, inconsciente en la cocina, pero vivo. Ahora, no pienses en él y solo distruta.

Se acerca a mi y me empieza a besar bruscamente.



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