La sultana Efne ||

* Capítulo 2 : Lo conocí .

-¡Atención, los principes Bayaceto y Cihanguir!

No tenía mucha idea de que tenía que hacer ante la presencia de principes, en éste caso mis hermanos, pero las demás criadas se pusieron una al lado de la otra y regalaron una reverencia. Luego de eso, todas mantuvimos la cabeza mirando al suelo.

-Vamos, hermano. Una de todas ellas te debe gustar.- Insitía una voz.

-No entiendo porque insistes. No me interesa ni una sola de ellas ni yo les intereso a ellas, ya las he visto ayer. Soy un caso perdido para estos asuntos.- Dijo una voz menos madura y más suave. Se trataba de Cihanguir, supongo.

-¿Escuchas lo que sale de tu boca?- Preguntó ofendido su hermano. -Los principes siempre obtenemos lo que queremos y tú lo haras.- Ah, el típico egoista y principe querido.

-¿Por qué? Porque si no seran castigadas. No tienen alternativas y no soy capaz de obligar a alguién a que me ame porque eso es terrible, Bayaceto.- Cihanguir era una persona muy dulce. Sus palabras eran tan lindas como su voz. Tenía muchas ganas de verle a la cara y darme cuenta de lo bonita que es su presencia.

-Disculpen, sus majestades, pero no pude evitar escuchar decir que ya vió a las señoritas, principe.- Explicó la encargada del harem. -Pero ha venido una nueva jovencita y muy hermosa al harem.

¡Muchas gracias!

Obviamente hablan de mí.

Gran primer día, señores.

-¿Quién es?-Preguntó el principe Bayaceto.

Estaban hablando de mí, definitivamente. Me estaba poniendo nerviosa porque habia entendido como funcionaba el harem.

Te acuestas con algún principe. En mi caso, me acuesto con alguno de mis hermanos.

-Efne, da un paso adelante.- Ordenó Feralde.

Tuve que hacerlo. Sin opciones.

Ohí un suspiro de parte de alguién que estaba muy cerca de mí. No podía ver quién era porque aún permanecía con la cabeza hacia abajo.

-¿Qué piensas Cihanguir?- Preguntó Bayaceto. Traducción :"¿Conforme con tu mascota, persona de alta posición y hombre que todo lo consigue?

Él no respondió.

-Cihanguir, ¿Estás bien, hermano?- La voz de Bayaceto se escuchaba preocupada.

-¿Puedes levantar el rostro? - Ordenó con una voz dulce el principe Cihanguir.

Cumplí sus ordenes subiendo mi cabeza a la altura de quedar viendo sus ojos hermosos.

A pesar de que soy sólo una criada y él mi hermano admito. que Cihanguir es una de esas personas que te ofrecen paz. Era un ser completamente hermoso.

Mis ojos jamás habían visto un rostro tán sereno y calmadom
Por lo que escuchaba en el pueblo,, Cihanguir no era considerado para ascender el trono. Siempre hablaban de Mustafá y Bayaceto. Ambos eran valientes según sus dichos, pero Mustafa el favórito de todos.

Del principe Selim se dice que es un borracho, interesado de más por las mujeres y una muy mala persona.

La sultana Marian, mi hermana, decían qué su belleza era admirable. Los que la conocían, comparaban mi belleza con la de ella. Siempre se dijo que somos muy parecidas.

De la sultana Hürrem dicen que es una bruja. Pero lo que las personas no saben es que las brujas son inteligentes. Sólo las odian y queman por ser ellas mismas y hacer lo que les da la gana. Por no obedecer a los hombres. Asi es mi mamá, qué hizo tódo lo posible para ganar el amor del Sultán.