La sultana Efne ||

Capítulo 30 : Escape.

Narra Principe Mustafa :

Estabamos cenando con mis dos núevas amigas : Zerha y su hermanita. Ella no me ha dicho su nombre, aún.

-Zerha, prepara tus cosas, lúego de la cena.

-¿Por qué? ¿Qué paso, principe?

-Nos íremos de aquí, juntos.

-¡Eso sería genial!

Lúego de cenar, Zerha alisto lo necesarío, yo tomé algúnos cuchillos de la cocina, y me asomé a la puerta.

-¿Qué haremos, principe?

-Lo qué sea por salir.

En verdad, no tenía nada en mente... Debía hacer algo por impulso en cualquier momento.

Salimos a la puerta del jardín trasero, está era alta y de madera.

-¿Cómo haremos para pasar por ahí?

-Tendremos qué trepar. O ... ¿Tienen escaleras aquí?

-Sí. En el granero tenemos una.

-Escondete detrás de esos arbustos. Yo iré por esa escalera.

Así Zerha lo hizo... Yo me dirigí al granero por aquella escalera, la cúal nos salvara.

Al estar en la puerta del granero, ví qué habia una luz... ¿Acaso alguién estaba allí?

Me dirigí a la ventana de costado, y ví a un masivo grupo de hombres, uno de ellos, mi supuesto nuevo jefe, parecía dirigirlos.

Traté de abrir un póco la ventana, para escuchar de qué platicaban.

-¡Debemos acabar con el principe Selin y Bayaceto! ¡Mustafa debe ser el núevo sultan! . Grito el anciano.

-¡Tenemos qué matar al súltana Süleyman! No podemos pagar más, estamos en al miseria.

-Nosotros, porqué el imperio está en un estado economico muy bueno. Debemos hacer una revolución, creo qué la muerte no es la solución. Dijo ahira, una voz jovén.

Me asomé para ver quién era... ¡Yo conocía a ese hombre!

Él era un guerrero qué jugaba conmigo cúando eramos pequeños.

-¿Y tú que sabes? ¡Sí eres un niño!

-Yo mismo he conocído a la familia del súltan, y aprendí del principe Mústafa, tódo se soluciona hablando.

-¡Já! Y yo soy el principe Mehmed.

¿Cómo dice eso de mi difunto hermano? ¡Es un idióta!

-¡Ya cierra la boca! Dije entrando al granero.

-Ah, ese es el loco qué dice ser el principe Mústafa.

-¡Es qué lo es! . Gríto mi antigúo amigo.

-Dice la verdad, patrón. Él trabajaba en palacio hace unos años, más bien, su padre cocinaba allí.

-¿Entoncés, ústed es el principe Mústafa realmente?.

-Así es, ¡y no permitire qué hables así de mi familia!

-Mustafa, esperó que me recúerdes. ¿Qué hace aquí?

-Este anciano me tiene cómo ciervo.

-Debes volver a palacio, yo lo ayúdare.

-Muchas gracias.

Salimos del granero directo a un carruaje qué nos esperaba afuera.

-¿Y ella?. Pregúnto .

-Es una amiga. Me ayúdo cúando llegué aquí.

-Pero, no me permitiran llevarla.

-Yo soy el principe, él no manda sí estoy presente aquí.

No le quedó otra qué asentir...

Zerha y su hermana, subieron al carruaje...

Y fuimos directo a palacio.

Narra Principe Mehmed :

-Mamá. ¿Mí padre ha vuelto? .  Pregúnte entrando a los aposentos .

-No. Me estoy preocupando. Hace dos días no veo a mí Mustafa.

-¿Habra ido a palacio de mi abuela Mahidevran?

-Lo dúdo. Él fue en búsca de la súltana Efne, hijo. Creo qué debemos decirle al súltan.

-Tienes razón, madre. Ya mismo iré a los aposentos de mi abuelo.

Un guardia me avíso qué mi padre estaba disponible para recibirme, asi que entre.

-¡Mí querido nieto!

-Abuelo, lo he extrañado.

-Yo también, mí querído principe. Dime ¿Qué debe tu visita?

-Mí padre ha desaparecido. Ya lo hemos búscado, y él no está... No aparece en ningúna parte.

-¿Cómo qué Mustafa no está? ¡Qué paso! ¿A dónde fue?

-La ultima vez qué lo vimos, fue cúando salío en su busquedad, de la sultana Efne.

-¿Fue a búscar a Efne?

-Sí. De echo, ella ya está en palacio.

-¡Mehmed, por favor, retirate!.

Él sultán estaba furioso. ¿Qué le habra hecho enfadar tanto?  Claro, la súltana Efne ha venído a palacio.