La sultana Efne ||

Capítulo 25 : ¿Dónde está el principe Mústafa?

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Narra súltana Efne :

Está bien, debía ser valiente.

-A delante. Díje en un no tán alto, pero lo suficiente para qué aquella persona me escúchara.

Las puertas se abrían... Y yo temblaba aún más...

-¡Hermana! . Exclamo Bayaceto ingresando a mis aposentos.

-¡Bayaceto!

Me paré, dispúesta a darle uno de mis más cálidos abrazos. Lo había extrañado tanto...

-Te he extrañado, hermana.

-Yo a tí, mi querído hermano. Síempre pensé en tí. ¿Cómo has estado?

-Yo también pense en tí. Siempre despertaba esperando a que llegaras a palacio... No estoy en mis mejores tiempos. - Díjo mirando el suelo. Sin dúda algo malo había ocúrrido.

-Cúentame la situación del Imperio, de segúro podre ayúdarte. Díje poniendo una de mis manos en su hombro. En señal de apoyo.

-Selin me tendío una trampa. Ha enviado a una criada, en órden de mi ejecución... Él intentó matarme, Efne.

-Por alá.- Múrmure. -¿En dónde está él?- Pregúnte.

-En su provincia, Manisa.

-¿Qué hay de mi hermano Mústafa, mi sobrino Mehmed y Niza?

-Están excelentes. Mehmed no dejá de pregúntar en tí, hermana.

-¿Tus hijos? 

-La ansían por conocer.

-¿La súltana Hürrem y el súltan? -Pregúnte algo triste.

-Hürrem ha enfermado... - Agacho su cabeza. -Ella me está apoyando en estas discuciones con Selin, sí algo le súcede... Yo moriré.

-No digas eso, ella estara bien. - Lo calmé . -¿Hablas de varias peleas? Lo siento mucho, Bayaceto.

-No tienes de qué preocúparte... Prónto llegara la muerte de ese bastardo.

-¡Bayaceto! ¿Tú sabes qué hablas de tu hermano? Tu madre no se encúentra bien, ¿Y tú piensas en acabar con Selin? .

-Lo siento, no tengo opción, o es él o soy yo, Efne. 

-La mento qué hayas terminado en ese pensamiento tán feo, hermano. Pero yo te ayúdare a súperarlo.

Me paré de mi cama.

-¿A dónde vas? Pregunto.

-Tengo que ver a mis hijos y a... - Dí un largo súspiro. -A.. Cihangir.

Él asintío con una sonrisa... Notaba en sus ojos lo felíz qué estaba de verme... No sé, pero tengo el don de saber qué sienten las personas a travéz de sus ojos... Amor, odio, felicidad... En los ojos de Bayaceto notaba Tristeza y amor...

Ojalá mi hermano Mústafa estuviese en palacio...Lo extrañe mucho...

Fuí a sus aposentos, los que compartía con Niza.

Toqué la puerta por sí acaso, a lo qué una voz muy adúlta... Aunque no tanto... Me permitío pasar.

Esa no era la voz de nadíe que yo conocía ¿Quién sera?

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Narra Emir :

Estaba llevando a Ariana a un calabozo secreto qué estaba en el jardín del palacio... Túve que desvanecerla, ya qué se resistía a caminar.

Lúego recorde al principe Mústafa... Lo había dejado sólo en aquella cabaña... Sólo esperó que nada malo le súceda ...

Tomé un caballo, y partí hasta la cabaña..

Me apróxime hasta la dirección en la qué ví por última vez a Mústafa...
Detrás de un árbol ví prendas de ropa ¿A caso del principe?

Sin pensarlo entre a la cabaña... Debía ver sí tenian al principe. ¿Como pude ser tán descúidado al dejarlo sólo?

Lúego de recorrer un buen rato la máldita cabaña y comprobar qué estaba vacía, decidi volver a palacio a informarle al principe Bayaceto.

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Narra Niza :

-No sé en dónde está tu padre, hace horas qué marcho.

-No te preocúpes madre, tú descansa. Ya búscare a mi padre.

-Mehmed, no puedo estar tránquila con esos bandidos fuera con Mústafa allí.

De prónto alguién tocó la puerta, no me sentía con energías de responder, así que lo hízo Mehmed.

Esperaba qué fuera Mústafa ¿Pero cómo tocaría su propía puerta?

Las puertas se abrían lentamente, cómo sí el qué lo hiciera, tuviese miedo.

-¿Tía? . Pregúnto Mehmed.

Alze la vista y era la súltana Efne.

¡Por alá!  No podía creerlo.