Capítulo 14 : Discuciones.

2.3K 141 20
                                    

Narra Efne :

-Berring, junto a las otras criadas- Dí un largo suspiro. -Han muerto.- Finalize.

-¿Qué?- Pregúnto espantado.

-Así es Cihangir.-

-¿Tienes que ver con esto?- Pregúnto.

Ese comentario me ofendío mucho.

-Cihangir ¿Qué dices?- Pregúnte. -Ni siquiera, sé quién es Berring.-

-¿Estas segúra?- Pregúnto núevamete. -Te lo perdonaré.- Díjo.

-¡No!- Negué furiosa. -¿Tú crees que sería capaz de hacer algo así?- Pregúnte muy enojada.

La verdad, es que sus comentarios me ofendieron mucho.

-Lo siento mucho.- Se apenó. -No quería ofenderte.-

-Por favor, retirate de mis aposentos.-Pedí.

-Efne..- Díjo tomandome del brazo.

-Por favor, veté.- Dijé.

No tenía nada más que decír, y se fue.

Me recosté en mi cama, sin antes checar que mis hijos se encontrarán bien.

Narra Súltana Hurrem :
-¡Sultana!- Exclamó Sumbul entrando a mis aposentos.

-Dime.- Díje. -¿Tienes noticias?- Pregúnte.

-La sultana Efne no tiene nada que ver.- Negó. -Pero, sí , La sultana Mariam y el principe Bayaceto.- Finalizó.

Salí de mis aposentos, y me dirigí a los de Bayaceto.

-¡Bayaceto!- Grité. Al abrir la puerta, estaba con Mariam.

-¿Qué súcede, madre?- Pregúnto .

-¡Sabes muy bien que ha pasado!-Gríte enfurecida . -¿Cómo se atreven de hacerle eso a su hermano?.- Pregúnte.

-Recúerda que él se negó a su boda con Berring,él iba a ser infelíz.- Respondío Bayaceto.

-Sabes qué era lo mejor para él. ¿Cómo pudieron matar a la prometida de su hermano?.-

-Madre.- Respiró agitadamente Mariam. -¡Fuiste tú quien la mato!- Gríto. -¡Tú! - Señaló enfurecida.

-Recúerda que ¡Soy tu madre!- Grite y me fuí de sus aposentos.

Encontrare la solución, para alejar a Efne de Cihangir. Aunque, ya tengán dos hijos, los cuáles todavía no conozco.

Narra súltana Efne :
Desperté a causa de que alguién golpeaba las puertas de mis aposentos. A lo que respondí con un -¡Adelante!- . Era la sultana Hurrem.

-Sultana.- Hice una reverencia.

-Efne. Mi querida hija.- Díjo tomandome de los hombros.

En serio, no comprendó a está mujer. Hace tódo lo posible por mi infelicidad, y ahora me llama hija y me trata con amor y respeto.

-¿A que debe su visitia súltana?- Pregúnte.

-Quize conocer a mis nietos.- Díjo.

-Bueno, cómo guste súltana.- Respondí.

Me gustaría que Cihangir estuviese aquí conmigo en este momento, pero yo lo espante.

Tomé a Meté primero, y se lo dí a la súltana. -El es Meté.- y lúego a la súltana. - Ella es Emeth.- .

-Que niños más bellos tienes Efne.- Díjo acariciando a Meté y observando a Emeth .  -Emeth será hermosa, lo puedo notar. Y Meté de segúro un hombre valiente.- Díjo sin dejar de anhelarlos un segúndo.

-¡Efne!- Entro alguién sin avisar.

Era Cihangir. Al ver a su madre, quedo completamente paralizado.

-¿Madre?- Pregúnto él. -¿Qué haces aquí?- Díjo sin dejar de ver a nuestros hijos.

-Vine a ver a mis nietos,Cihangir.-Le respondió. -Pero ya me voy.-

Acomodó suavemente a mis hijos en sus cunas y se teriró.

-¿Vino por eso?- Pregúnto. -¿Segúra?.- Dijo.

-Así es.- Respondí .

-Efne, quiero que me perdones.- Díjo.- Fuí un tonto al insinuar eso. Tú jamás serías capaz de hacer algo así.-

-Está bien Cihangir.- Respondí.

Aún seguía molesta con él, no lo podía disimular.

-Efne , por favor .- Pidío 

-Cihangir, te perdonó.- Dije mirando el suelo.
-No me hagas esto.- Díjo. -Sabes qué  sigues enfadada conmigo. Dí la verdad.-

-Cihangir, ya basta.- Díje mirandolo a los ojos.

Emeth comenzó a llorar, de segúro ya tenía hambre. Ambos la miramos desconsoladamente, la iba a tomar, pero Cihangir, me gano. Tomo a nuestra hija en brazos, y la abrazo hacía él.

Esa escena era adorable.

Emeth, póco a póco se fue cálmando.

-Sólo extrañaba a su padre.- Díje felíz.

-Sí.- Afirmó acomodandola en su cuna. -¿Y tú me extrañas?.- Pregúnto una vez que la dejo en su cuna.

Se iba acercando cáda vez más amenazante, en lo que me beso.

-Cihangir, alguién podría entrar.- Díje separandome de su lado.  -Creo que deberías irte,mejor.- Propuse.

-Efne, no estaras enojada por siempre.- Díjo y se retiró.

A los minútos que Cihangir se retíro, alguién más tocó mi puerta.

-Cihangir, te dije que te fueras.- Díje y abrí la puerta. Era Bayaceto.

-Efne.- Díjo. -¿Qué pasa?- Pregúnto extrañado.

-Nada Bayaceto.- Díje. -No te preoupes, pero... ¿A qué se debe tu visita, hermano?.- Pregúnte.

-Quería verte, Efne.- Entro desesperadamente, y me besó. No me negué, y no sé porqué.
A  los minútos de está escandalosa escena, que no pude evitar, escuche cómo alguién entro sin avisar Esperaba que sea cualquiér persona,menos Cihangir. Al darme vuelta, era mi esposo.
Estaba con sus ojos , bien abiertos, cómo dos platos. Se quedó ahí unos segúndos, y se marcho.

-Cihangir.- Suspiré , iba a correr trás él pero Bayaceto me tomó del brazo.

-Bayaceto ¡Dejame ir!- Pedí.

-No, no te hara caso.- Explicó.

-¿Por qué hiciste eso, Bayaceto? Ahora él me odia.- Díje , casí por llorar.

-Estoy enamorado de tí, Efne.- Díjo en llanto. -¿No lo ves?.- Pregúnto.

-Lo siento mucho,Bayaceto.- Díje avergonzada. -No siento lo mismo.-

-Lo sé.- Díjo retirandose de mis aposentos.

No sabía que hacer, Bayaceto tenía razón, sólo me ignoraría. Pero, otra parte de mí, dice que vaya a buscarlo y ya, tál vez lo pierda y para siempre.



La sultana Efne ||Where stories live. Discover now