Episodio 1 - Say duty

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Episodio 1 - Say duty

El sol brillaba de forma poco convencional en el puerto de Gotham mientras las feroces aguas de su mar amenazaban con volcar la pequeña embarcación en la que dos jóvenes de cabello negro surcaban las violentas aguas.

A lo lejos era difícil reconocerles, pero quien se atreviera a acercarse lo suficiente notaria que dentro de aquel barco se encontraba el príncipe heredero y su mejor amigo, hijo de un noble y viejo amigo del rey.

- El día es increíble, hace mucho que no teníamos tanto sol por aquí. - comentó emocionado el joven Jonathan Kent, alegre capitán de su embarcación, al muchacho que a pesar de acompañarle en cuerpo se encontraba abstraído en sus propios pensamientos.

Gotham era un reino siempre rodeado por neblina y con temporadas de lluvia torrenciales que no eran propicias para el cultivo, por suerte sus mares y ríos estaban bien provistos y su economía se había sustentado siempre en la pesca y el comercio.

- ¿Dami? - volvió a llamar el menor pero sin alejar demasiado su atención de los amarres y las olas que les rodeaban. - ¿estas preocupado por la llegada de tu princesa?

Esto último pareció por fin sacar al príncipe heredero de sus pensamientos, quien molesto le lanzó una mirada furiosa a su amigo.

- No es mi princesa. - escupió con enojo.

- Pero lo será pronto. - razonó Jon en un intento burdo de hacer que Damián se confesara con él.

Damián Wayne era el único hijo de sangre que el monarca Bruce Wayne había tenido. Su madre la princesa Talía se había marchado del reino cuando él muchacho tenía sólo diez años para hacerse cargo de las tierras de su padre pues era la última heredera que le quedaba a Ra's Al Ghul y por tanto su deber estaba primero con las tierras del desierto antes que con los murciélagos de Gotham.

El rey Bruce tenía otros hijos, mayores que Damián todos ellos pero sin una gota de sangre real, excepto por Drake cuyos padres fueron nobles y leales al reino, y por tanto sin ningún derecho a reclamar el trono. Razón por la cual, a pesar de solo contar con 16 años, era deber de Damián para con su padre y reino, contraer matrimonio con la joven elegida y así perpetuar la línea de sangre Wayne.

- No me has hablado de ella. - comentó Jon sin alejar la mirada del horizonte.

- ¿Qué quieres saber? - fue la escueta respuesta del príncipe.

- Todo lo que sepas, lo cual estoy seguro es bastante pues no serias capaz de casarte con alguien cuyos más profundos secretos no conocieras ya. - ánimo el navegante seguro de cuanto conocía a su amigo tras crecer juntos.

Un chasquido de lengua fastidiado fue la respuesta del príncipe heredero y lo que Jonathan conocía como una aceptación.

- Es la hija bastarda del rey Trigón de las tierras del Norte y una mujer noble de la corte. La única descendiente que logro salir con vida del reino antes de que este fuera quemado hasta sus cenizas por la insurrección del pueblo. Pasó toda su vida siendo instruida por la orden hechicera de Azarath hasta que la propia Lady Allera llegó a Gotham el año pasado y le propuso el compromiso a Padre. - explicó sin emoción en su voz el príncipe.

- No lo entiendo. - exclamó Jonathan. - Si es una hija bastarda y fue criada por hechiceros no parece una buena opción para el reino ¿por qué aceptaría tu padre un trato como ese?

Y era una pregunta justificada, a simple vista la unión con esa joven no parecía provechosa. Los matrimonios entre la realiza se daban con el único propósito de afianzar lealtades e incrementar poder, si un compromiso no cumplía con una de las dos, simplemente era rechazado en pos de una mejor oferta,

- Ella es la hechicera más poderosa que la orden de Azarath alguna vez entreno, por si misma es un arma más efectiva que cualquier ejército, además las tierras que alguna vez fueron de su padre son ricas en oro y plata, desde la insurrección las minas están abandonadas y al ser la única heredera con vida es su legítima dueña. - explicó Damián con la calma y frialdad heredadas de su padre. - Al contraer matrimonio ella obtiene el respaldo y poderío militar necesarios para recuperar sus tierras mientras que Gotham obtiene el derecho sobre la riqueza de las mismas ya que, como tal, su reino dejó hace mucho de existir.

- Así que en realidad si hay ganancia en ese matrimonio. - Simplificó Jon mientras con cuidado acercaba la embarcación al puerto.

- Padre jamás habría aceptado dicha unión de lo contrario. - aceptó Damián.

- Supongo que no hay nada que hacer entonces. - suspiro con entendimiento pero algo de tristeza el de ojos azules.

- No, no lo hay. - Confirmó Damián al tiempo que saltaba al muelle y se dirigía en silencio hacia el palacio donde debía prepararse para la llegada de su prometida.

El deber de un gobernante es para con su pueblo, sin importar cuan asfixiante este sea.

Historia de un reinadoWhere stories live. Discover now