Historia de un reinado

Episodio 12 - Say thanks

Episodio 12 - Say thanks

El banquete que continuo a la coronación fue incluso mayor que el de su boda. El rey Damián se encontraba agotado y completamente harto de la situación, de no ser por su familia probablemente a esas alturas de la celebración estaría soltando maldiciones y palabras agrias a todo el que se le cruzara en frente.

Era la media noche; la nodriza se había llevado a sus hijos a dormir hace algunos minutos y era hora de que presentara su primer decreto real. Y Damián siempre supo cuál sería exactamente, incluso se atrevería a aceptar para sus adentros que esperaba el momento de su coronación con el único propósito de llevarlo a cabo.

Poniéndose de pie y llamando la atención de todos los invitados hizo uso del porte heredado por sus padres y comenzó a hablar.

- Aquellos que me conocen saben de sobra lo mucho que detesto las celebraciones sin sentido. - y sus hermanos no pudieron menos que contener las risas por la verdad tras esas palabras. Damián odiaba despilfarrar oro en fiestas o algarabía, únicamente se había permitido celebrar los nacimientos de sus herederos, rasgo que de nuevo compartía con Todd cuyo descendiente nacería en pocos meses y para el que tenía preparada una celebración privada pero ligeramente ostentosa, evento único e irrepetible.

- Sin embargo esta noche el derroche era necesario. Nos hemos reunido aquí no solo para festejar la victoria sobre la Orden de los búhos, sino también para despedir a mi padre cuya muerte llego en consecuencia del cumplimiento de su deber. - en ningún momento hizo mención de su reciente coronación, a ojos del joven aquel peso no merecía celebración alguna.

Un silencio respetuoso inundo la sala al recordar al fallecido monarca, Talía Al Ghul y Diana de Themyscira intercambiaron una rápida mirada de comprensión, ambas mujeres habían amado a Bruce Wayne, más ninguna logro acompañarle hasta el último de sus días. Sir Clark Kent y el rey Oliver Queen apretaban los puños en furia y desconsuelo, iracundos por no haber hecho más, dolidos por la pérdida de un gran amigo. Slade Wilson permanecía serio al lado de Ra's Al Ghul, sin expresión alguna pero con un brillo de felicidad que no pasó desapercibido para la recién nombrada reina.

Aquel hombre era peligroso.

- Deber que todos los presentes abrazamos y cumplimos sin dudar en el campo de batalla y fuera de él. - continuo recitando Damián, su voz profunda y grave resonaba en las paredes del castillo como un grito de batalla. - Pero entre todos los guerreros que lucharon a mi lado hubo alguien cuyo honor y valentía destaco por sobre los demás en esa fatídica noche. - la expectación gobernaba el ambiente. - Y es ese valor el que pienso recompensar esta noche.

- Sir Jonathan Samuel Kent acércate. - exclamo el monarca dirigiendo sus verdes orbes a aquel amigo de toda la vida que le observaba sorprendido y sin poder creer lo que sucedía, no fue hasta que Colín Wilkes, su segundo al mando le hizo reaccionar con un empujón, que el aludido acudió al llamado colocándose frente al trono donde su amigo y ahora señor le esperaba.

- Durante el ataque a palacio, mientras mi esposa y yo nos encontrábamos fuera, protegiste con tu vida a nuestros herederos sin importarte perderla en el proceso. - explico Damián con un toque casi imperceptible de orgullo en la voz mientras Rachel le obsequiaba una sonrisa sincera. - Tal acto merece una recompensa del mismo calibre.

- Mi señor. - se atrevió a interrumpir Jonathan. - Solo el deber que mi corazón dictaba, sabe que le amo a usted a su familia como si fuesen mías y jamás he imaginado o deseado una recompensa por ese amor. No necesito nada excepto vuestras palabras las cuales agradezco de corazón.

- Lo sé, mas es nuestro deseo recompensaros y sería una falta de respeto que os negareis. - contesto Damián con esa sonrisa de suficiencia que tanto hacía desear a Jon soltarle un buen golpe.

- Sir John Stewart acérquese. - ordeno Damián y de inmediato el aludido camino hasta colocarse a la derecha de Jon. - A partir de este momento Sir Jonathan Kent se encuentra bajo su protección, le acompañara en la empresa que mi padre le asigno para establecer nuevas rutas comerciales con los reinos del sur y será su deber convertirle en un digno sucesor.

Sir Stewart acepto de inmediato con un saludo militar y un ligero atisbo de sonrisa, todos en la corte sabían que el ahora el rey Damián solía ser demasiado sutil a la hora de mostrar gratitud.

Jon por su parte era incapaz de creer lo que acababa de suceder, de un momento a otro su sueño de hacerse a la mar y conocer el mundo se había vuelto realidad gracias a su amigo. Un sueño al que había renunciado y en el que no pensaba desde los 15 años cuando decidió que su deber estaba al lado de Damián en la corte y no en los puertos desconocidos de tierras lejanas.

- No te atrevas a volver si no eres el mejor. - amenazo Damián a su mejor amigo el día que este partió de Gotham junto a la tripulación del Linterna, barco de guerra cuyo capitán era Sir Stewart.

- Volveré si me necesitas. - fue toda la respuesta del ojiazul antes de abrazarle con fuerza y contener las lágrimas de despedida. Grande fue la sorpresa de Jon cuando Damián le devolvió el gesto sin tanta intensidad pero con el mismo sentimiento.

Y Jon volvería, lo haría...solo que jamás imagino bajo que terribles circunstancias.