Historia de un reinado

Episodio 6 - Say married

Episodio 6 - Say married

La boda se llevó a cabo tal y como se esperaba, con todo el lujo y fanfarria que dicho evento ameritaba, algunos de los más importantes nobles del reino así como gobernantes de países vecinos se presentaron al evento con sus mejores galas. Incluso en el pueblo los negocios y actividades se vieron pausados por los festejos, una boda real sin dura era motivo de regocijo y entusiasmo.

La catedral de Gotham, con su inconfundible estilo gótico y sus maravillosos vitrales, donde escenas sagradas se representaban con hermoso detalle, albergaba aquel esperado evento con solemnidad.

Frente al altar ambos príncipes se declaraban fidelidad eterna mientras la Sumo Sacerdotisa Caín pronuncia las plegarias a los dioses y colocaba las coronas de madreselva sobre las cabezas de los ahora esposos. Las palabras de la joven se pierden entre los canticos de las sacerdotisas menores al tiempo que Damián y Rachel se sumergen en la mirada del otro, ambos conscientes de aquello que les espera y llegando al mutuo entendimiento, solo saldrían bien librados de las próximas batallas si permanecían unidos.

La última declaración de Caín llega y con ello la unión de ambos se vuelve oficial, Rachel camina con la mano delicadamente posada sobre la palma de su esposo y juntos recorren en absoluta parsimonia el trayecto que los llevara hasta el carruaje sobre el cual pasearan por el pueblo de vuelta a palacio. Una tradición inmensamente esperada por todos los pobladores desde que el compromiso fuese anunciado, pues era la culminación de una vieja verdad que clamaba a los Wayne como iguales de aquellos a los que gobernaban con justicia.

"Nuestra es la noche" clama el estandarte de la familia colgado en cada una de las casas que divisan durante el recorrido en la capital.

Flores, vítores y plegarias es todo lo que se escucha durante el trayecto, el pueblo de Gotham exuda elegante vitalidad ante la maravillosa visión de la pareja. Todo lo que ven es una hermosa princesa de tierras lejanas con ojos cual amatistas y piel nívea, ataviada en delicados encajes y sedas finas cuya mano es firmemente rodeada por la del apuesto joven de piel bronceada y ojos esmeralda, quien vestido al completo de negro con una capa de terciopelo olivo y bordados en oro, hace honor a la sangre real que corre por sus venas.

Su príncipe heredero ha contraído matrimonio.

El reino está a salvo.

Eso es todo lo que pueblo de Gotham se permite pensar.