Episodio 11 - Say coronation

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Episodio 11 - Say coronation

La ceremonia de coronación en Gotham era impresionante a los ojos de cualquier otro reino, no solo por la falta de una corona como tal, sino por todo el ritualismo que implicaba.

Reyes y reinas cuyas relaciones eran buenas con los Wayne se encontraban presentes, incluso los Al Ghul habían asistido al funeral y permanecieron en palacio para la coronación acompañados de un noble de apellido Wilson que hacía temblar a Rachel y alteraba a Jonathan con su presencia, había algo en aquel hombre que les hacía repudiarle y temerle a partes iguales.

Los invitados se encontraban de pie en medio de la cueva húmeda y fría donde se adoraba al dios murciélago del cual se decía los Wayne obtenían su fuerza y sabiduría. La ceremonia debía realizarse una noche de luna llena, iluminados únicamente por la blanquecina luz del astro y una hoguera de fuego zafiro en el medio de la misma.

La sumo sacerdotisa recitaba los canticos ceremoniales y preparaba los aceites esenciales con los cuales el futuro rey seria ungido, mientras Damián permanecía de rodillas frente a la hoguera y Alfred Pennyworth, el hombre que había ayudado en la crianza de los príncipes y el propio monarca caído, sostenía entre sus manos la reliquia familiar que le reconocería finalmente como el nuevo guía del reino.

Rachel de pie a su lado observa maravillada como aquellos aceites aromáticos bañan los cabellos de su esposo, Caín continua los canticos mientras el siempre leal Alfred coloca la capa forrada en piel sobre los hombros del ahora rey, de un negro tan intenso y brillante que parece imposible creer ha sido el símbolo de los reyes desde los tiempos antiguos.

Cuando el ahora Rey Damián finalmente se pone de pie y su expresión altanera se posa sobre ella es que finalmente Rachel nota el paso del tiempo sobre su esposo y quizás sobre ella misma. Cinco años han pasado desde que le conociera y ahora de pie junto a sus hermanos puede notar como les ha superado a todos en estatura así como lo mucho que se parece a su padre fallecido; de no ser por la piel bronceada y los ojos esmeralda, rasgo distintivo del desierto, la princesa juraría que es el propio Rey Bruce quien se encuentra frente a ella extiendo su mano en clara invitación, mano que ella acepta perfectamente consciente de lo que ocurrirá a continuación.

Una capa de piel blanca como la nieve se posa sobre sus hombros y un ligero estremecimiento le recorre el vientre al sentir los rasposos dedos del rey rozarle la mejilla. Damián ha decidido ungirla a su lado y convertirle en reina de pleno derecho; honor que ni siquiera la princesa Talía recibió mientras permaneció en aquellas tierras.

Honor que trae consigo una tremenda responsabilidad.

Ambos Al Ghul se acercan a ellos trayendo consigo los regalos que años antes obsequiaran el día de su boda, reliquias poderosas que prometieron les servirían para doblegar a todos aquellos que se pusieran en su contra. El rey Ra's hace entrega de la espada a su nieto y recita sobre su filo un hechizo de protección que le hace brillar con intensidad ante los rayos plateados de la diosa luna. Mientras tanto la princesa Talía, cuyos ojos ligeramente rojos por el llanto se posan firmes y amenazantes en las amatistas, "No te atrevas a hacerle daño" advierte sin mediar palabras.

Talía Al Ghul siempre ha sido conocida como una serpiente traicionera; astuta, habilidosa y sin más deber que para consigo misma se hizo de una reputación que aunque decían era merecida a Rachel le parecía exagerada...hasta que la conoció y comprobó de primera mano que era incluso más letal de lo que los rumores profesaban.

Sin embargo en ese preciso momento basto un segundo de perderse en su mirada para comprender que aquella mortal mujer había amado con todo su corazón al rey Bruce y la perdida le taladraba el alma lo suficiente para no estar dispuesta a que alguien hiriese a su hijo también.

Un asentimiento de cabeza fue suficiente para que la princesa del desierto comenzara a proferir palabras encantadas sobre el brillante rubí que con cuidado fue colocado en la frente de la reina, haciéndole sentir de inmediato como la magia en su interior bullía en desesperación, el poder llenándole por completo y la sensación de peligro que ello conllevaba.

Las serpientes del desierto no han mentido...aquellas reliquias protegerían, más en ese momento era imposible saber que no sería a ellos.

Historia de un reinadoWhere stories live. Discover now