Historia de un reinado

Episodio 14 - Say disaster

Episodio 14 - Say disaster

A pesar de que Gotham nunca deseo una guerra, ésta se había cernido sobre ellos cual tormenta, imparable, terrible y cruel. Slade Wilson era la clase de hombre que luchaba como un conquistador, sin honor y con trucos sucios. Deseaba el reino de Gotham con todas sus riquezas y no iba a parar con el intento de dominio hasta cumplir semejantes deseos, sin importar cuanta sangre se derramara en el proceso.

Durante tres años Damián y sus hermanos resistieron sin problemas, unidos eran fuertes e imparables y el traidor no tardo en descubrirlo. La desgracia arribo sobre ellos con la fatídica muerte del consejero Alfred, hombre que les criara a todos y sin el cual les costó mantener la entereza antes las tribulaciones.

Los primeros en caer fueron el príncipe Tim y Lady Brown, ambos envenenados en sus propias habitaciones, Stephanie con un hijo en su vientre y Timothy aun con las cartas de Damián en sus manos. Había sido una gracia del destino que esa fatídica noche la hija de ambos se encontrase en compañía del príncipe Conner y no compartiendo la cena con sus padres. Entre rumores se contaba que un amigo cercano del matrimonio había sido la mano ejecutora, un joven noble que deseaba las atenciones del príncipe para sí, un muchacho al que llamaban Garth Allen.

A su vez, apenas la noticia llego al heredero de Metrópolis este huyo de Gotham con la pequeña de solo cinco años en brazos, dispuesto a suplicar si era necesario, la protección de su padre. Cuando el resto de los reinos se preguntaba por la hija de los Drake todo habitante de Gotham agacharía la mirada con tristeza y contaría la terrible escena que los sirvientes de aquel buen hombre habían presenciado al encontrar en medio de sus padres a la pequeña de ojos azules y rubios cabellos, mientras en Metrópolis el rey Alexander Luthor y su hijo el príncipe Conner se preparaban para la guerra y cobraban favores que mantendrían a la recién descubierta "hija bastarda" del muchacho a salvo.

Sin embargo las villanías de Slade no se detuvieron allí, los siguientes en sufrir su locura fueron los Grayson. Asesinados por la propia mano del mercenario frente a su hijo, de dieciocho años recién cumplidos. El príncipe Richard peleo con maestría contra el traidor pero esté, carente de honor, al saberse perdido cometió la cobardía de tomar a la madre del muchacho como escudo contra los ataques del hijo mayor del rey Bruce.

Lady Bárbara no era una doncella débil que necesitara protección, peleaba tan bien como su esposo e intento defender a su familia con valentía; pero Slade no era un rival sencillo y en un movimiento demasiado rápido para ser previsto le coloco ante si causando que la estocada mortal que Richard dirigía al mayor terminase en el pecho de su esposa. A partir de ese momento la batalla fue en picada, anonadado por el dolor Grayson no vio venir el cuchillo que le rebano la garganta y John, talentoso en la batalla pero aun carente de experiencia no fue un rival para el experimentado enemigo.

Lo último que vio el joven pelirrojo antes de caer desmayado fue como cuatro flechas certeras se clavaban en el cuerpo de su contrincante. En los tiempos posteriores, cuando alguno de los seguidores de Wilson intentase llegar hasta el caído heredero de los Grayson una horda de flechas envenenadas sería lo único que recibiría. Nadie toca a un protegido de los Harper, y nadie deseaba hacer frente al ejército de arqueros con el que el rey Queen contaba.

El último en caer fue el General Todd, capturado en batalla de forma infame y cobarde, traicionado por uno de los suyos, su mano derecha y eterna enamorada, una guerrera de blancos cabellos, exuberantes formas y sorprendentes habilidades que respondía al nombre de Rose, quien resulto ser la hija del traidor. Torturado durante semanas en las mazmorras de Nanda Parbat, en compañía de la aun letal Talía.

Ambos guerreros, conocedores de que era su final, planearon abandonar el mundo de los vivos llevándose consigo al maldito que los retenía en aquel lugar. Un año de torturas y vejaciones hizo falta para completar su deseo, y aunque no lograron arrebatar la vida del tirano, se llevaron con ellos la mitad de su vista y el placer de saberle por siempre mutilado en una zona mucho más importante para un hombre que el rostro, cortesía de Talía.

Lady Artemis, la esposa y compañera de Jasón supo, desde el momento en que su marido fue capturado, que nunca le volvería a ver. Todos los miembros de la corte corrían peligro al igual que su hija, a la que ambos entrenaron desde la tierna infancia como gran combatiente.

La hermosa pero feroz Scarlett presencio de primera mano la muerte de su madre en el campo de batalla en el que la capital se había convertido. Nadie supo después que había sido de la niña, no hubo quien sospechara que a la pequeña de seis años la rescato de las llamas aquel hombre al que sus padres siempre llamaron amigo, un bastardo rechazado del Rey Luthor, ser nacido para su desgracia con horribles deformaciones en el cuerpo pero bendecido en la misma medida con un intelecto capaz de opacar al de su progenitor. Un hombre al que con cariño Artemis y Jasón simplemente llamaban Bizzarro.

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- Luthor ha escrito. - informa Raven con expresión compungida. - Stephanie se encuentra a salvo en su corte, ha jurado protegerle.

Damián mantiene silencio. Las cartas en sus manos, provenientes de Queen y Bizzaro contienen en esencia la misma promesa.

- Debemos llamar a Jon. - es lo único que responde.

La reina se abraza a su esposo dejando salir las lágrimas que ha contenido durante los últimos años y que no podrá derramar en los días venideros. Él le devuelve el gesto con infinita ternura y culpa, lo único que hubiese deseado era brindarle más años de felicidad como los que vivieron antes de que su padre partiese a la otra vida.

"Que los dioses les protejan." suplica en sincera plegaria. El final de un reinado se acerca y debe hacerle frente.