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No sabría decir con exactitud cuando comenzó todo.

Primero fue un día lleno de adrenalina.
Luego noches sin poder dormir más que dos horas.
Después fue un sofocón y sensación de falta de aire en un transporte público...

Y cuando me quise dar cuenta, tenía mi primer ataque de pánico.
Claro que en ese momento yo no sabía que estaba pasando por eso...

"Me acuerdo que tenía 16 años, viajaba en el tren cuando me sucedió. Estaba sola, y escuchaba una canción que en aquellos años me fascinaba.

Últimamente mi cabeza me jugaba malas pasadas. Me venían pensamientos de golpe, como alertándome, de que las cosas se podían poner feas, de que algo malo me iba a pasar. 

Y eso estaba a punto de suceder. Pasé de escuchar y disfrutar la música que mis oídos recibían a ser consciente del pensamiento que vino a mí: el accidente de tren que había sucedido hace unos años.  
Como una película que no se detenía, sólo podía pensar en las noticias que había leído sobre lo sucedido, las víctimas de aquel terrible accidente... Eran personas que estaban quizá como yo, escuchando música o yendo simplemente hacia algún sitio... Eran personas que no merecían lo que les sucedió. 

Podría haberme pasado a mi...

De pronto, más que asustarme en realidad, sentí pánico.
Porque, para ser honestos, ¿Quién quiere morir? Y menos con 16 años donde todo es sueños y planes, y aún queda un largo camino por recorrer.

Como dice mi papa "Cuando sos joven, la muerte no existe". Paradójicamente para mí estaba demasiado presente. 

Mis manos comenzaron a sudar, y sentí en ellas un leve cosquilleo, el de la sangre recorriéndolas.

Luego todo el cuerpo se me hacía agua y la boca, al contrario, se me secaba.

Comencé a sentir mucho calor y un extraño revoltijo en el estómago, como el que sientes cuando estas nerviosa antes de dar un exámen.

Y por último, pero lo más importante, me comenzó a doler el pecho.

Dolía de un modo que jamás había experimentado y del lado del corazón. Y también latía desenfrenado, como si estuviera corriendo una maratón... Pero yo estaba quieta. En realidad estaba dura, congelada,paralizada, apoyada contra una pared del tren

Ante tal cantidad de síntomas bombardeando mi cuerpo, solo pude pensar que estaba teniendo un ataque cardíaco.
Se que suena estúpido pensar que con 16 años podía tener un infarto, pero en esa semana, había visto en la tele un programa sobre ataques al corazón y sus síntomas, para saber cuando ir al médico con urgencia.

Grave error, porque ahora toda esa información que en teoría debía ayudarme, se estaba volviendo en mi contra.

Miré a mi alrededor y solo había desconocidos. Eso me alarmaba aún más.

Me acerqué rápido a la puerta, y en la parada siguiente me bajé.
Llamé a mi mamá que vino a buscarme donde estaba y me llevo al médico, porque claro, su hija sentía que estaba muriendo.

Mi madre estaba muy asustada, más de lo que ella solía estarlo naturalmente.
Me hacía cientos de preguntas pero yo estaba tan abstraída en mis incómodas sensaciones que no le respondía ninguna o balbuceaba alguna respuesta escueta.

En cuanto entré al hospital, me atendieron en minutos, que para mi fueron horas.

No podía dejar de pensar que estaba muriendo y nadie me estaba ayudando.

El médico, un muchacho de unos 40 años y tez blanca con cabellos oscuros, comenzó a indagar en como me sentía en cuanto entré al consultorio.

-Mal, me siento muy mal- respondí con la voz seca.

-¿Qué le sucede?- interrumpió mamá preocupada mientras el médico me tomaba la presión.

-Tiene 80/130... esta perfecta de presión...- hubo un silencio mientras me revisaba - el pulso está bien...- me colocó un pequeño aparato que rodeaba mi dedo índice y esperó a que pitara -y la saturacion arterial de oxigeno también... ¿Qué sientes Sofía?- me preguntó ahora un poco más calmado, lo que también me tranquilizó. Se notaba que tenía experiencia porque sus movimientos era precisos y seguros.

-Me duele el pecho, me falta el aire, siento realmente que me voy a morir- susurré al borde de las lágrimas. Por un momento llegué a temer que creyeran que estaba inventándolo ya que todo parecía estar bien... Sospechosamente bien.

-Bueno mira, lo que estas atravesando es un ataque de pánico...-

-Un... ¿Ataque de pánico?- fruncí el ceño.

-Si. No te va a suceder nada, absolutamente nada. A diferencia de lo que crees, es una solo una sensación, pero nada te va a pasar. Yo se que sientes que estas muriendo, pero la causa de todo, esta en tu mente- me sonrió con ternura.

Suspiré. Ahora, después de una hora de puro sufrimiento, sentía que respiraba normalmente. Pero aún no podía entenderlo... Todo lo que viví, ¿Fue producto de mi mente? 

Y de pronto descubrí que ya no me dolía el pecho, y que el corazón ya no me latía fuerte...

Me sentí enojada, frustrada. Hace una hora me estaba muriendo y ahora... nada.

-Ya no me duele el pecho...- murmuré sorprendida y avergonzada.

-Exacto, es porque tu mente comprendió que estas a salvo y nada va a ocurrirte.-

Dios. No podía creer que todo esto hubiera sido provocado por algo tan insignificante como mi mente...

-¿Que podemos hacer si le vuelve a suceder doctor?- pregunto mamá.

-Bueno yo les recomiendo empezar con un psicólogo... El las va a ayudar y guíar. Puedo recomendarles a alguien.-"

Ese fue el primer episodio que recuerdo y nunca olvidaré.

Los años pasaron y nunca volví a pasar por esto.
Había algunas noches en las que sentía a mi corazón latir rápido y me asustaba.
Muchas veces tuve que ir al doctor para corroborar que solo era más de lo mismo. Mi mente.

Pasaron 4 años donde viví relativamente tranquila.

Hasta este año, donde todo se descontroló.

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Hola! Qué les parece la historia? 

En los próximos capítulos va a haber amor, amistad y drama pero como se darán cuenta, la historia gira sobre la problemática de la protagonista.

La finalidad de escribir esto es porque a lo largo de la novela se van a ir aclarando todos los mitos de los ataques de pánico y sus verdades. Inclusive algunos trucos para sobrellevarlos.
También dar a conocer lo que las personas sienten, para que si te sucede o le sucede a alguien de tu entorno puedas ayudar o entender que simplemente está todo en la mente y no corres riesgo.

Va a haber personajes muy importantes que llevaron a la protagonista a la oscuridad pero también otros que la van a llevar a la luz.

Porque al final todo se ilumina💝

Saludos!

Mirando en la oscuridad  #Wattys2018Место, где живут истории. Откройте их для себя