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Así que... Esta es la historia.

Estamos en el consultorio de mi psiquiatra, con mis padres, y todo es un desastre.

Ellos no dejan de discutir... Literal.

La psiquiatra los observa unos segundos y anota unas cosas en su libreta.
Seguro debe pensar que todos estamos locos...

Es la primera vez que vengo y por lo tanto tenía que venir con un adulto acompañante por ser joven... Pero como mis padres no se ponían de acuerdo ya que ambos querían venir, creí que sería buena idea estar los tres.

Que estúpida fui.

-Ella no necesita tu drama, conmigo viviría más tranquila- le repetía papá a mamá por novena vez.

La verdad es que por un lado tenía razón... Pero por otro mi padre solía estar muchas horas trabajando, y no creo que estar sola tampoco sea la solución en estos momentos.

En la última sesión con mi psicólogo habíamos hablado sobre el divorcio de mis padres y lo dificil que había sido para mí.

No hubo engaños ni mentiras... Simplemente, según ellos, un día el amor no fue suficiente.

¿Saben lo que genera en una niña de 11 años que sus padres le digan que el amor no siempre es suficiente?

Inseguridad.

Y miedo, mucho miedo.

Inclusive a veces pensaba si podría tener un matrimonio, un final feliz... Porque últimamente no conocía a muchas personas que lo tuvieran.

Mis padres prácticamente vivían discutiendo, y quejándose uno del otro todos los días. Hasta que supongo que un día papá no lo soportó más y se fue de casa. Y mamá nunca se lo perdonó.

Yo intenté no involucrarme, pero siendo tan chica era muy dificil.

Me obligaron a vivir con mamá porque ellos consideraron que eso sería lo mejor... Y pasé el primer mes llorando cada noche pensando en papá.
Lo extrañaba mucho.

Luego con el tiempo, como con todo en la vida, me fui acostumbrando. Pero según Jorge, mi terapeuta, no procesé de forma correcta la separación, sino que lo ví como el quiebre de la base que me sostenía: el fin de mi familia.

Charlamos mucho sobre eso, y todavía hay más que hablar, pero pude entender que aunque ellos se equivocaron en la manera en que lo hicieron, tomaron la decisión correcta.
Al fin y al cabo yo no quería vivir con dos personas que se la pasaban discutiendo...

Pero, lamentablemente, eso no cambió, y cada vez que se ven encuentran un motivo nuevo para discutir. Como por ejemplo ahora, frentre a mi psiquiatra.

-No te atrevas Carlos, yo no hago ningún drama- gritaba mamá.

-Señores- intervino al fin la psiquiatra -estamos acá por su hija. Ella necesita ayuda y yo necesito que ustedes cooperen. Quiero que se mantengan tranquilos, al menos delante de ella. -

Mis padres se notaban avergonzados, como si fueran dos niños descubiertos haciendo algo malo.

Suspiré sintiendo al fin un poco de paz luego de tanto griterío.

-¿Cómo te sientes Juli?-

La discusión de mis padres empezó con esa misma pregunta. Le había respondido contándole lo que había estado viviendo, y de repente alguna frase mía fue motivo suficiente para iniciar una guerra entre mis progenitores.

Ahora que la psiquiatra me repetía la preguntaba, sentía que quería saber otra cosa.

-Cansada. Harta de estar sintiéndome así y de depender de otros por mis ataques- exploté.

Ella pareció satisfecha ya que una sonrisa se asomó por sus labios.


Finalmente, charlé un poco más con ella y me recetó dos pastillas. Una para todos los días y otra por si tenía algún ataque de ansiedad.

Las pastillas tenían acción en mi sistema nervioso, y según ella me explicó, iban a modificar algunos circuitos nerviosos, pero nada de eso me haría mal.

Después me pidió que esperara fuera, porque quería hablar con mis papás.


Pasados 10 minutos, ellos salieron con la cara neutra, nos despedimos y mamá y yo volvimos para casa. Todo el viaje se mantuvo callada y con la mirada perdida...

Era obvio que la psiquiatra les había pedido que me ayudaran, y de cierto modo le estaba agradecida porque si yo se los hubiera pedido (como tantas veces había hecho antes), no me hubieran prestado atención.

Sé que debe ser difícil ser padre, criar a alguien más, poniendo lo mejor de sí.
Por eso no les tengo odio a mis padres, se que intentaron hacer lo mejor con lo que tenían.

Pero también soy consciente de que cada día se puede mejorar... Ellos como padres y yo como hija.

Y espero que esta etapa oscura que estoy atravesando con la ansiedad, nos ayude a todos a reflexionar.

*****************

Al llegar a casa le mandé un mensaje a Feli contándole sobre la sesión.
Al principio me avergonzaba un poco, pero ahora que teníamos una especie de relación más formal, sentía plena confianza en él.

Me respondió que estaba muy feliz por mí y que pronto todo se solucionaría. Deseé en mis adentros que Dios lo escuchara, porque vivir así era cada vez más complicado...

Nunca sabía en qué momento la ansiedad vendría a molestarme y asustarme.  Tampoco si podría superarla con técnicas como la respiración o si al contrario tendría que llamar a alguien para ayudarme...

Ahora que tenía las pastillas recetadas por la médica, tenía un poco más de esperanzas de que todo se iba a solucionar de a poco.

Sabía que las pastillas no curaban, me lo habían dejado en claro tanto el psicólogo como la psiquiatra.
Pero me iban a ayudar a transitar este período, mientras con la terapia trabajamos lo que me había traído acá.


Esa noche primero lloré, porque estaba un poco asustada de hasta donde había llegado... Quiero decir, a nadie le gusta estar medicado... Ni sentirse mal.

Después de haberme descargado, raramente me sentí optimista, porque entendí que ésto no era un retroceso, sino estaba avanzando, saliendo de la oscuridad.


Hola! Les va gustando la novela?

Quería dedicarle parte de la historia al tema de la medicación porque en los trastornos psicológicos, muchas veces juegan un rol importante.

Ayudan y mucho.
Pero es importante que sean recetadas por un médico y que éste lleve un control, ya que a veces se tienen que ir modificando las dosis a más o menos.

La automedicación es muy peligrosa y disminuye a largo plazo el efecto del fármaco. También puede generar adicción.

Sin nada más que decir, espero que disfruten de la novela tanto como yo de escribirla.
Todavía hay más!

Besos 💟


Mirando en la oscuridad  #Wattys2018Where stories live. Discover now