3.

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Jack.

Aparezco en una hermosa casa ubicada frente al océano, saco la llave de mi bolsillo, esta que se me dio al encomendarme esta misión, entro a la casa y es todo tan extraño se supone que tiene que haber una familia presente que se tiene que hacer cargo de la princesa, realmente se siente muy acogedora es de doble planta, paredes celeste como el cielo, en la primera planta se observa un juego de sofás color blanco con una alfombra también blanca, detalles dorado en las paredes que hacían contraste con los estantes donde hay muchísimos libros.

Conozco muy bien el mundo humano todas las tardes habría un portal de agua y pasabas horas investigando lo que podía acerca de este mundo, principalmente hay cosas buena también personas buenas pero este mundo está rodeado de mucha maldad.

La princesa se empieza mover en mis brazos esta despierta, sus hermosos ojos azules son como el océano, la verdad es que no entiendo como alguien querría dañar algo tan puro, las cosas en los mundos elementales están cada vez peor, y por el bien de las princesas y príncipes y para cada uno de nosotros los protectores, los pueblerinos debe mantenerse todo oculto.

Sigo registrando la casa, y viendo si hay alguna persona, hasta que entro a la cocina y veo a un señor cocinando.

—Buenos días señor Jack ¿Cómo está la hermosa bebe?, mi nombre es Charls Cambort, mayordomo de la casa serazul— escondo a la princesa en mis brazos y me acomodo en posición de combate, un señor de tal vez unos cincuenta años.

sonreí al instante al saber que este señor estaba hipnotizado, y es uno de los dones de la reina de agua, es canto de sirena, de hecho es uno de los dones más extraños y menos posible de heredar, solo las personas de la realeza poseían ese don.

salgo de la casa y dejo a la princesa con Charls, postro mis rodillas en la arena, pongo mi mano en el agua del mar, en mi mente empiezo a registrar y recopilar información. Los peces traen las noticias del reino. El océano está conectado con el océano elemental, por eso muchas veces las personas encuentran en la playa objetos que no pueden identificar, camino hacia la punta de un muelle que había ahí, me siento en la punta sonrió al saber qué es lo que estaba por venir, tomo la botella que está flotando en el agua, dejada por los peces.

Jack, somos los reyes del elemento agua y te daremos las noticias, para proteger a la princesa en sus primeros años de su vida, es posible que emerjan sus poderes, si aparecen antes no dudes en ayudarle, es tu deber como protector mantenerla a salvo.

Si es así no será nada distinto a lo que había pensado, me levanto camino rápido ya que no podía dejar mucho tiempo a la heredera de agua sola, primeramente, porque los enemigos de mis reyes ya deben saber que ellos ya nacieron y que no están en los reinos elementales y eso no es nada bueno.

Guardo el papel en mi bolsillo y acelero él paso, pase por él umbral, rápidamente me siento, veo detalladamente a la princesa, sus ojos azules, su piel muy blanca, sus pequeños labios rojos, tiene una nariz refinada muy hermosa ante los ojos de cualquiera.

Ve fijamente mi rostro, su mirada está puesta en mi nariz, la atraigo hacia mí, la cargo muy delicadamente con miedo de estrujar o romper algún hueso de su frágil cuerpo me siento en una mecedora, muevo mi cuerpo para qué esta pueda dormir pero no solo empieza a babear mi mano y a formar burbujas de baba de su boca, mueve sus manitos de arriba hacia abajo una virtud y en parte don, de todos los que viven en los elementos es que cuando es bebe puede recordar fragmentos, y además de eso solo los principes y princesas pueden contactarse con el rey o reina de todo los tiempos desde que iniciaron los elementos, lo sé, es algo extraño.

Se preguntarán como así, bueno desde que todo inicio siempre que necesitas urgentemente ayuda, cuando ya no puedes más ellas o él emerge, ya sea en un sueño una visión o directamente, desde los siglos la realeza ha podido hablar con sus ancestros.

Josh

Mis ojos se abren de pronto esto está demasiado incómodo no sé dónde me encuentro, pero si se que es una casa, doy tres pasos al costado y busco un interruptor, pero no veo nada, la bebé se empieza a mover despertando del sueño en el que estaba envuelta, está haciendo mucho frío y trato de cubrirla a cómo puedo sus pequeñas manos empiezan a tomar mi dedo índice y a meterlo a su boca, dando la señal de que tiene hambre, con calma busco en el bolso que nos dieron el biberón para ponerlo en su boca.

Empieza a absorber el contenido del envase hasta tomarlo todo, la tomo y la coloco de espalda y empiezo a dar palmaditas para sacar los gases que hay en su cuerpo, sonrió al escuchar el pequeño eructo salir de esos labios rosados.

Camino tranquilo buscando el interruptor, coloco mis dedos en el suelo buscando la energía mis dedos empiezan a sentir una pequeña vibración muevo mis manos hasta que la energía se siente más latente y más fuerte.

Presiono el botón y toda la casa es iluminada es espaciosa no muy grande hay varias fotos en una mesa, en una de ellas salen dos niñas muy felices, en otro retrato esta una pareja joven ambos sonreían como que si fuera la última vez que lo harían, su cabellera era castaña ojos celeste, piel clara pero pálida y el de él era rubio, ojos café, piel clara, muy radiante de hecho, escucho como alguien camina hacia la puerta y se escucha como meten una llave para abrir, veo a todos lados buscando una salida, paso por la cocina y encuentro una puerta, la abro y salgo a un jardín muy lindo, puedo decir que los reyes si sabían a donde dejar a su hija.

Coloco a la princesa en una canasta la cubro, golpeo la puerta muchas veces y muy ruidosamente, corro para poder ocultarme y no estar a la vista de alguno de ellos, veo como una de las niñas que estaba sonriendo en la foto aparece tras la puerta, ella ve la canasta y corre adentro espero unos momentos para ver qué sucederá pasan unos diez segundos y aparece la pareja que salía en la foto, ven a la princesa con una tristeza reflejada en el rostro, ellos la toman y se adentran a la casa, creo que estará a salvo.  

Herederos a la coronaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora