7.

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Joas

Otra vez se fueron las malditas vacaciones, y volvemos a la cárcel, estoy harto de ver a las mismas personas, estar rodeada de puras estudiantes mediocres que lo único que quieren es aprovecharse de los demás entre otras cosas, pero claro si eres como yo y lo que piensan los demás no importa, mi forma de ser no me deja poder pensar en nadie que no sea yo mismo, por eso muchos dicen que soy egocéntrico y un mujeriego, lo cual me causa gracia por que la realidad es que solo me he enrollado con una chica en toda mi vida, y la verdad me gusta ser selectivo y no estar con cualquiera, no puedo dejar a nadie entrar a mi vida, no porque no quiera, es porque no me interesa.

Fijo mi vista en una persona que esta del otro lado del pasillo, Fayna slowar me detesta, yo sé que me detesta, es como si la intensidad de mil soles la quemen cuando yo estoy cerca es algo que me divierte mucho, ver como frunce el ceño cuando yo estoy cerca y tuerce los labios haciendo una mueca de que ya está cansada de mí, pues no la culpo, quien soportaría al tipo con el que perdió la virginidad.

Camino por los pasillos con mi mano en el hombro sosteniendo mi chaqueta de cuero, llego tarde a mi primera clase la que por cierto tengo con Fayna su cabello rojo como una llama de fuego es lo primero que veo al entrar al salón.

— Otra vez tarde Joas —Dijo el profesor cambiando su mano del escritorio a rostro para empezar a restregarse de lo cansado que esta. —pase a sentarse por favor.

Camino hasta el único pupitre que está vacío, me siento al lado de Fayna, al verme rueda sus ojos, pero no dice nada.

El profesor de historia siguió explicando animadamente su clase como que, si nunca la hubiera interrumpido, me recuesto al pupitre y me duermo.

Siento que alguien me está picando con algo punzante en la costilla, levanto mi rostro, lo único que puedo ver es a Fayna .

— Mañana en mi casa a las cinco —hago una mueca, desorientado—cuando estabas dormido el profesor dejo un trabajo en pareja nos tocó juntos ya que estamos sentados juntos. —Dijo con un tono de desagrado.

—No entiendo por qué lo dices con tanto desagrado, ni que hacer el trabajo contigo me encantara, pero prefiero que sea en mi casa— Digo frunciendo el ceño molesto.

—Tu sola existencia molesta, pero me da igual que se haga donde sea—Dijo tomando su bolso y saliendo del salón.

Salgo detrás de ella por que dejo un libro sin darse cuenta.

—Fayna—grite a través del pasillo, se volteo y abrió los labios para empezar a hablar

—Deja de seguirme me irritas tan fácil, — Dijo sin más y empezó a caminar nuevamente ignorando por completo su libro.

—Joas, ¿estás bien? — Pregunto Nerea que me quedo viendo preocupada pero divertida

—Esa chica está mal de su cabeza, solo quería devolverle su estúpido libro. Está loca si cree que lo dejare ofenderme así nomás. — Hable molesto.

—¿De quién hablas? — Pregunto Jack frunciendo el ceño.

—De Fayna— Dije enfadado—Se que es tu amiga Nerea, pero necesita ayuda seriamente.

—Ya cálmate sus razones tendrá mientras tanto, busca estudiar para biología que tenemos prueba idiota. — Me dijo Nerea riéndose de mi poca paciencia y metiendo sus libros a su bolso. — Además tenemos que encontrar a Gea, y Josh que quien sabe dónde estarán metidos— Hablo cerrando su bolso.

— Puedo observar que estás enojado, pero aún no se el porqué de tanto enojo. — Dijo Cleo sentándose en mis piernas y rodeando mi cuello con sus brazos.

Herederos a la coronaWhere stories live. Discover now