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Gea.

Presente.

Bueno por donde empiezo para contarles todo desde un inició, escucho que dan tres golpes a mi puerta, con el temor de enterrarme algún juguete de mi sobrino los deja por todos lados sin embargo debería admitir que eso de esta huyendo de juguetes me hace más hábil.

Los golpeteos en mi puerta son más exigentes, lo cual sinceramente me está volviendo loca y es estresante, cuando abro la puerta encuentro a Josh sonriendo de lado resaltándole un hoyuelo en la mejilla derecha, hace un movimiento circular a la muñeca de la mano envolviendo mis pies en plantas que me detienen al momento de querer seguir con mis pasos.

— Ya es momento de entrenar — dijo aun sonriendo, en este tiempo puede liberar mis dones. Mis dones emergieron desde pequeña y antes de que a los demás obligando de esta manera a que Josh tuviera que contarme la verdad, les explicaré como fue todo.

Cinco años antes.

Estaba en el jardín trasero de mi casa jugando con las plantas del jardín y lo rosales de mi madre, estas se estaban marchitándose por el descuido ya que ella y papa han tenido que irse de viaje por trabajos de negocios, y yo me quedes con mis hermanas, sentada empecé a cultivo, girasoles, arboles de todo tipo, gardenias, violetas etc.

Desde los dos años siempre mi atención estaba en las plantas del jardín mi mama siempre me sacaba en un portabebés y me dejaba cerca de las flores y podía pasar horas viéndolas cuando cumplí los cinco obviamente ya caminaba bien y podía distinguir cada una de la flor u arboles del jardín.

Al enterarse mi madre por mi gran interés en las plantas me compro un libro con lo diferentes tipos de plantas, aun para ese momento no podía leer, pero estaba en pleno proceso para distinguir las letras y poder leerlas, cuando cumplí los seis ya leía y sabía de casi trescientas plantas lo cual no era la gran cosa, pero me gustaba.

Volviendo al tema central que eran las rosas, ese día me empape toda de lodo y me quite el colgante que poseía desde pequeña, y fui nuevamente a ver las rosas de mi madre y cuando toque las rosas están volvieron a la vida, dándome un buen golpe por el susto que tuve, caí de espaldas al suelo y cuando me iba arrastrando como una araña, pase por las plantas que había cultivados anteriormente y estas crecieron rápidamente, mi boca se abrió hasta quedar en una enorme O, no podía creer lo que pasaba.

¿Acaso estoy soñando?, asustada y perpleja por lo que está pasando corrí hasta llegar a dentro de mi casa, en la puerta había un chico mucho mayor que yo, pero al verme extendió el colgante hacia mí.

—Ten cuidado, cualquier persona pudo haber visto eso — dijo sonriendo de lado y con un pizca de nerviosismo pasando a través de sus ojos, pero yo aún no sabía que sucedía seguía con el rostro deforme y asustada en realidad.

— ¿Quién eres tú? ¿Qué haces en mi casa? — con muchas preguntas en mi cabeza hable rápidamente, la verdad es como describir lo que estaba sintiendo mi mente y mis emociones estaban en un gran debate en salir corriendo o quedarme al seguir escuchando, igualmente supongo que mi pequeño rostro era un poema me veía confundida, asustada y enserio no podía creer lo que había pasado, eso no tenía sentido.

Él se puso de cuclillas hasta llegar a estar de mi tamaño y bajo su mano e hizo crecer una planta que se enredó en mi mano y después hizo que creciera una fuerte raíz de árbol y quedara en forma de un trono decorado con violetas.

Y bueno así comenzó todo.

Volviendo al presente.

— Espérame Josh, me iré a cambiar siéntate. — dije yendo a cambiarme.

Subo y empiezo a ponerme un pantalón deportivo al igual que una camisa corta pero ancha

—Te miras bien hasta se te ve trasero, ¿Cuándo sucedió eso? — dijo riendo sus carcajadas resuenan por toda la casa, me sonroje levemente trate de ocultarlo y finjo que no me afecto su comentario, el solía a decir esas cosas siempre para hacerme enojar, ya que al parecer eso le hacía gracia.

— No sé cómo es que atraes a tantas chicas si eres un gran idiota —conteste a su comentario, al escuchar lo que digo él dobla su risa haciéndola más fuerte hace que resune doblemente y más fuerte en mi casa, viendo que no deja de reír elevo mis dos manos desde mi cintura hasta mi cabeza haciendo que las ramas de los árboles de mi jardín crezcan entren por las ventanas y lo cuelguen de cabeza.

—Veo que ha aprendido mucho — hablo Josh sonriendo —Pero — dijo sacando la mano y tocando la rama —Aun no estas preparada — hablo muy divertido para mi gusto, al tocar la rama se debilito haciendo que esta se seque y se quiebre.

—Ahora si, deja de estar de idiota — le dije tranquila sin querer gritarle, ya que la vena de mi frente explotaría.

—Calma Gea, te pasará lo mismo de la vez que intentaste dar tu primer beso — nuevamente se ríe muy fuerte

El me saca de quicio, pero lo quiero. Cuando iba a dar mi primero beso (lo cual no lo hice por su culpa). estábamos jugando a verdad o reto estábamos en clase y como de costumbre siempre hay un grupo de estudiantes que no entran a las clases nos fuimos detrás de las bancas del campo de fútbol, la botella giro y giro y me había tocado a mí, elegí reto y el reto fue que me diera un beso con el chico guapo de mi salón pero cuando se lo iba a dar, toco una planta de zumaque, pero esta le dio una alergia en cuestión de segundos que salió corriendo y así perdí lo que podría haber sido mi primer beso.

— Estoy lista — grite saliendo de mi cuarto.

Herederos a la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora