Park Chanyeol sabe que corregir textos no es precisamente la ocupación más sencilla del mundo, no obstante, no va a negarse a hacerlo cuando recibe un correo electrónico equivocado donde un chico de palabras tan dulces como su persona le solicita ay...
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—Eres demasiado bruto para tu propia salud —Jongdae declara frotándole por un segundo los hombros estresados. Un tacto que Baekhyun desearía sentir por más tiempo porque últimamente el peso de cualquier afectación es demasiado para él—. ¿Por qué no te quedaste más días en casa? Perfectamente hubiera avisado a los profesores por ti.
—Es molesto quedarse en casa sin hacer nada.
—¡Eres un mentiroso! —Jongdae grita atrayendo atención desmesurada de parte del resto de los estudiantes, quienes esperan que empiece la hora de asesorías para que el encargado Byun eche a su ruidoso amigo y dé inicio a la clase— En cualquier otra ocasión te estuvieras ya postulando para hacerte el enfermo por toda una semana. Es tu ánimo ¿no es así? Quieres venir a la escuela para verlo.
Baekhyun arruga la cara, gesto que pasa desapercibido por Jongdae puesto que el cubrebocas que trae encima no se lo permite. Es increíble que un resfriado esté rápidamente culminando a esas horas de la mañana por haberse duchado con agua fría, solo porque el gas se había terminado y no tenía ánimos para cuidar de sí mismo. Por esto y por todo emite un quejido tanto de dolor en la cadera por haberse removido en la silla imprudentemente como por la molesta presencia de su amigo.
—¿Y si es así? ¡Es sólo que...! Yo... —cierra la boca, incapaz de operar con lógica— No lo sé. Puede que esté preocupado.
—Qué crush tan más problemático tienes.
Baekhyun se inclina sobre la paleta de la banca que rechina hasta alcanzar a darle un manotazo a su amigo. —Yah, no es un crush. No trates mis sentimientos hacia él como algo banal.
—Sea lo que sea. Lo tratas como tu pareja y no lo son. ¡Ni siquiera se hablan! —exclama para sí, sin advertir que algo oscuro atraviesa el rostro de Baekhyun, quien baja la mirada hasta cubrirse los ojos con el cabello—. Ah, oye. ¿Qué te pasa?
—Como si no estuviera haciendo el intento —murmura sin ganas, dando un saltito demasiado fuerte de frustración en su banca.
Malísima idea.
Después, todo ocurre en un lapso casi incomprensible. La banca bajo su peso se resquebraja de su estructura y su cuerpo débil de momento vuela hacia abajo en un santiamén. Sólo le da tiempo de cerrar los ojos para anticipar el dolor escuchando la repentina voz de Jongdae que llama su nombre con estupor hasta que unas manos le rodean el cuerpo abruptamente y amortiguan la caída, haciendo más liviano el golpe.
No obstante emite un pequeño quejido cuando el brusco movimiento manda punzadas directas a su cadera y sin ser consciente se aferra a la ropa de su salvador.
Salvador con cara y nombre conocidos. Una vez que Baekhyun alza el rostro y le mira con la mueca de dolor, puede más la sorpresa y la conmoción. Posteriormente la vergüenza, el bochorno y el pudor y se aparta con cuidado porque las piernas de pronto le están temblando.
