marzo se pinta complicado

1.7K 291 38
                                    

Chanyeol cree que no hay nada peor que hablar sobre literatura contemporánea delante de la clase, excepto porque sí lo hay. Y es de repente recibir dos correos electrónicos que vibran y suenan insistentemente en su pantalón mientras él intenta exponer el tema. Por fortuna los tonos de entrada se oyen durante dos segundos y no son escuchados por la docente, pero Chanyeol ya está harto de hablar de cosas que no entiende y su mente no da para más, ni siquiera sabe si está hablando de los 80's o del siglo XVIII por lo que se distrae aún más cuando nuevos mensajes llegan, uno tras otro de modo que sí se alcanzan a escuchar en toda la clase cuando Chanyeol se queda callado.

¿Por qué la insistencia? Se pregunta, pero un segundo después, ya más lúcido, reconoce que hace días Baekhyun y él no platican. El chico ni siquiera está en línea y sería una mentira decir que desde la última conversación Chanyeol no ha sentido una ligera angustia, tan minúscula que casi pasa desapercibida pero que se ha extendido acorde a la ausencia del contrario. Por ello esos tonos que siguen llegando haciéndose notar en toda la clase, le recuerdan instantáneamente a Baekhyun y sus ojos se abren hasta más no poder, creyendo dar en el clavo.

—¡Pequeño escritor! —susurra un gritito sacando el celular y está por checarlo cuando la maestra se descoloca por su reacción repentina.

—Park, ¿qué se supone que haces? Guarda ese teléfono ahora mismo y continúa con tu explicación.

El ponente voltea con apuro hacia ella. —Deme un segundo, por favor. Será rápido.

—¡Park Chanyeol! Guarda. Eso. En este. Instante.

—Ya casi —suplica intentando desbloquear la pantalla—, sólo un momento...

—¡Park! —de pronto unos dedos le arrebatan el celular y él se mantiene parpadeando bobamente— Fuera de mi clase.

—¡Pero!

—Adiós, dije.

—¡No he terminado de exponer! —gime y jura que con esa cara puede parecer un cachorrito, sin embargo no sabe que el resto de compañeros suyos temen de esa voz profunda y descomunal altura, así que a los ojos de ellos sólo es un gigante muy molesto que espeta de un modo tan grosero.

—Tal parece que sí, si estás tan atento a tu teléfono —se lo entrega con brusquedad y ese es un gesto suficiente para hacer a Chanyeol retroceder y tomar sus cosas antes de irse arrastrando los pies de mala gana. Todos habían contenido el aire pensando que él recriminaría y tal vez patearía en el transcurso la silla, pero no fue así por lo que algunos suspiran al ver la afrenta, sin ver no obstante cómo los labios de Chanyeol forman un pucherito al salir de allí.

Ya afuera, respira hondo y se mentaliza que todo estará bien y que la justa docente no lo suspenderá por una nimiedad. ¿No es así? Admite haber sido un bruto al haber querido revisar el celular en medio de la exposición pero vaya, nunca había sido tan tonto ni se había dejado ir por unos impulsos. Sólo que no pudo contenerse de hacerlo cuando el pensamiento de quien probablemente le enviaba mensajes acaparó su mente, ni cuando sin querer una sensación burbujeante lo invadió ante la idea.

Una vez calmado, después de haberse animado a sí mismo y prometido esforzarse pese a su disgusto, tantea el aparato y lo chequea finalmente, sólo para reprimir un jadeo de pena cuando se entera que era Yixing quien con tanta insistencia había enviado letras al azar una seguida de otra para captar su atención.

Chanyeol lloriquea y no sabe por qué razón.

—¿Qué es lo que pasa? —dice a Yixing luego de haber optado por llamarle.

—¡Chanyeoooool! Todo mundo habla de ti. Quería contarte pero no contestabas. ¿Te interrumpí?

—Si lo hiciste o no, ya no importa —responde caminando por el pasillo, y es cuando recuerda: las calificaciones estén probablemente ya colocadas en el tablón, anunciaron que las colgarían el 16, tiene oportunidad de ir a revisarlas. Claro. Esa era la razón de que su amigo le insistiera. Si todo mundo está hablando de él es porque debe haber obtenido un resultado sublime—. Entonces ¿qué es?

Cuando el tablón de madera colgado en la pared está a la vista, se apresura a trotar sintiendo escalofríos de la emoción en su cuerpo y por un momento deja de prestarle atención a Yixing.

—... te miran con buenos ojos. ¿Increíble, no? Como si las personas que se ven rudas no fueran amables —es lo único que alcanza a comprender de él.

—Ah, sí, sí. Gracias por informarme, pero ya estoy aquí.

Los ojos de Chanyeol recorren ansiosamente la lista con la clave de su grupo entre muchas otras que allí se encuentran; y se sorprende mínimamente como si la cosa no le importara al ver las calificaciones de unos cuantos. Quién quisiera estar en su lugar.

Él, por supuesto.

Sobre todo, en el lugar de un alumno que ha sacado aprentemente un diez cerrado, alguien que aparece en una lista lejana. Chanyeol no lee el nombre de la persona porque está demasiado ocupado degustando con la vista esa calificación que él tanto ansía, así que vuelve a buscar su nombre con emoción renovada.

Un 6.5 era de esperarse, pero no un 5.7 que ni siquiera le permite aprobar.

Maldita sea.

Se retira de allí olvidando que hablaba con Yixing, quien le cortó la llamada hace diez minutos, supone Chanyeol que porque no le respondía.

Todos sus ánimos se van para abajo, empezando porque su exposición que preparó durante toda la noche pese a tener tres días de antelación no fue concluida, siguiendo con su extraña desilusión por pensar que Byun sería el que le enviara los mensajes, y finalizando con esta absurda calificación.

¡Ya hasta estaba dispuesto a tomar clases de asesoría!

Bien, por esas horas libres prefiere ir a almorzar ya que nada puede menguar su fastidio y mientras avanza por el casi desierto pasillo hacia la salida, mira los árboles que van apareciendo a los costados del camino.

Últimamente no puede dejar de mirarlos y centrarse en sus hojas o flores. Aprendió lo bonito que son si uno se espera a observarlos con detenimiento, la paz que puede experimentar si descansa bajo ellos aunque sea por un momento.

Ahora mismo necesita tanta paz pero se siente reticente todavía a buscar un árbol y echarse junto a él, especialmente porque de su mente no saldría el pequeño escritor y sus curiosos textos.

Baekhyun, amigo, espero estés bien. Es un pensamiento que ya no reprende. Sin embargo no puede simplemente enviárselo por correo pese a que sean sus más sinceros buenos deseos.

Todos estos días de su ausencia, las manos de Chanyeol han estado con unas tremendas ansias por teclear. Pero no es precisamente el acto de teclear, sino el fruto de esto, es decir, de proferir palabras. Siente la necesidad de hablar, o de escribir mejor dicho. Esto es lo que más lo tiene vuelto loco. ¿Escribir? ¿Él? Absurdo hasta el más allá.

Pero al final de otro día sin ninguna conversación con Byun Baekhyun, Chanyeol sólo quiere morderse las yemas de los dedos para tranquilizar sus ganas de hablarle sobre lo que ha acontecido en su semana, sobre su triste nota en la materia que más le disgusta y sobre cómo piensa que las flores que penden de los árboles le recuerdan tanto a él, al pequeño escritor.

Blossoms day ✽。 chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora