la primavera se abre paso junto al rey

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Mirar a Baekhyun es...

Extraño.

No sabe con seguridad cuáles son los estados por los que pasa su propio cuerpo. Cabe decir que en un inicio había sentido que el alma se le escapaba del cuerpo en cuanto conectaron sus miradas. No habría creído nunca que una sonrisa convencional (pero, y lo jura, sincera) pudiera interrumpirle el pulso de esa manera.

Había estado unos buenos diez minutos ocupado en encogerse en su sitio y no llamar demasiado la atención. Por fortuna Baekhyun no volvió a dirigirle la mirada. A pesar de esto él seguía rígido, con la tensión acumulada en el estómago. Pero a medida que Baekhyun comenzó a explicar acerca las vanguardias con sumo recato, paciencia y calma, ese nudo de incomodidad se fue deshaciendo.

Escucharlo hablar es increíblemente relajante.

Verlo actuar con suavidad, mientras se pasea de un lado a otro para que su voz llegue a cada rincón del aula le hace sentir a Chanyeol cierta paz. No hay murmullos a su alrededor ni distracciones. Parece ser que Baekhyun se ha ganado el respeto de todos y viéndolo dar clase unos minutos entiende por qué.

Chanyeol lo observa, sin anotar lo que está en la pizarra, y no lo cree. No cree que ese sea el Byun Baekhyun de sus mensajes. El pequeño escritor de los botones que dan vida.

El chiquillo al que engañó desde un principio.

Traga saliva ante el recuerdo, volviendo a tensarse. Y se asegura de que eso no estuvo ni cerca de ser un embuste.

Pero incluso si se lo repite, no puede sostener la mirada de Baekhyun una vez más cuando éste voltea en su dirección. Chanyeol agacha la cabeza aprensando un labio entre los dientes.

¿Puede ser esto culpabilidad?

¡No he hecho nada malo!

Uh-uh. Park Chanyeol eres un idiota.

¿Puedes calmarte conmigo?

Yo soy tú, en cualquier caso cálmate contigo.

Shú.

Chanyeol gruñe en voz alta y se revuelve el cabello sin notar que Baekhyun ha dejado de hablar para darle paso a Jinri, y ahora lo mira confundido desde una esquina quizá por su comportamiento.

Chanyeol no puede despegarse de esos ojos desconcertados esta ocasión, que sólo le queda mirarlo con el ceño fruncido. ¿Me reconocerás, Baekhyun, incluso sin haberme visto antes?

Por tu estupidez a la vista, seguro lo hará.

¿Que tú no te habías ido?

La segunda hora transcurre tediosa como no se lo esperaba. Cuando Baekhyun no está dirigiéndose a la clase, Chanyeol puede sentir su mirada sobre él. No está del todo seguro. Tal vez es porque está muy nervioso o está siendo un poco egocéntrico, pero por si acaso evita volver a verlo con tal de no establecer contacto visual. Para olvidarse de esa difícil distracción, finge escribir en su libreta todo lo que la asesora comenta pero cuando concluyen las dos horas se da cuenta de que ha escrito puro garabato aqui y allá.

Suelta un suspiro resignado, cerrando su libreta de mala gana y se apresura a salir de allí tan rápido como pueda.

Pero el destino ni la suerte nunca-jamás están de su parte y entonces, justo cuando está a punto de levantarse con la mochila al hombro, una mano se posa sobre su mesa, impidiéndole el paso.

Sus hombros se encogen como alguien que sido atrapado en un acto vandálico y eleva con lentitud la mirada.

Está a 0,2 segundos de exclamar su nombre pero con una fuerte mordida de labios se obliga a callarse.

—Hola. ¿Eres nuevo, no es así?

Chanyeol no sabe si Baekhyun tiene algún superpoder, un don especial o algo para quitar el aliento de las personas con únicamente un pequeño esbozo de sonrisa. Sí, ha notado que Suzy, la chica que se sienta justo a lado, no dejaba de darle miraditas y sonrisitas al asesor, de la misma forma en que a muchos de sus compañeros hombres les llama la atención su físico y personalidad. Está bien que a todos ellos les guste Baekhyun y se dejen envolver por sus encantos naturales pero Chanyeol no es la misma cosa.

Y aún así, no supo por qué razón ha perdido el aliento cuando Baek le dedica una sonrisa tranquilizante.

—¿Qué pasa? —pregunta su mayor cuando Chanyeol no responde. Baekhyun está confundido nuevamente mientras una franja suave atraviesa su entrecejo— ¿Park?

Chanyeol salta en su lugar.

—¿C-cómo sabes mi nombre?

Maldición, ¿me habrá reconocido?

¡Huye, Chanyeol, huye!

—Jinri me lo dijo. De cualquier modo, ya nos habíamos visto un par de ocasiones —suelta una risita, de esas que Chanyeol se había imaginado cuando Baekhyun se ha puesto juguetón en sus conversaciones por chat. El cerebro de Chanyeol se desconecta y no sabe en qué centrarse ni qué pensar—. Y ya conocía tu nombre. Aunque dudo que tú recuerdes el mío.

Ve a Baekhyun sonreír con pena y bajar la mirada, avergonzado por ese hecho.

¡Pero qué lindo!

Espera, qué...

No he sido yo, lo has pensado tú.

Pensar es un desastre. Ya veo por qué no suelo hacerlo.

—Aish.

—¿Disculpa?

—Ah, ah —sacude los brazos energéticamente, sintiendo tanta presión que sólo quiere huir de allí y listo—. Nada. Realmente sí sé tu nombre. Quiero decir, necesito saberlo. Me asesorarás por unos meses ¿no? ¡Hahahaha!

—Eso tiene sentido, sí.

Y Chanyeol jura que no puede acostumbrarse a verlo sonreír con apacibilidad y aceptación. Se justifica diciendo que es tan dulce para él y a él no le cae lo dulce, para nada.

—Bueno. Supongo que debo irme.

—En realidad —Baekhyun lo toma del hombro apenas tocándolo. Chanyeol se ha levantado y a Baekhyun le queda tan alto que debe levantar la cabeza varios grados— me preguntaba si estabas bien. Te vi algo distraído. Desesperado quizá. Eres nuevo y a veces suele pasar pero te terminas adaptando. Así que no te preocupes, nos tienes a los asesores en caso de no encontrar refugio en tus compañeros. ¡Ánimo!

Chanyeol siente algo removerse en su interior, algo que se siente demasiado cómodo y correcto. Tibio hasta cierto punto. Así que éste es Byun Baekhyun, tal cual es en sus conversaciones.

Por un momento se pregunta cómo sería salir a pasear con él, estudiar juntos en alguna banca debajo de un grueso follaje, recorrer los senderos mientras hablan acerca de los pétalos y las flores.

Chanyeol nunca ha hecho eso. Menos la última parte, pero pensándolo bien, suena prometedor. Demasiado fresco, apacible, entretenido. Y Baekhyun seguramente tendrá algo siempre que decir, muy probable con una carita tan anhelante si le cuenta de árboles de cerezo. Chanyeol se lo imagina como una cinta de película. Sería un excelente amigo.

Una excelente compañía.

Blossoms day ✽。 chanbaekWhere stories live. Discover now