Inseguridades

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Un tierno jimin se encontraba observando su pequeño cuerpo.

He engordado...

Las lágrimas no tardaron en salir a flote. Se daba tanto asco

Ellos tienen razón. Doy asco...

Recorría su cuerpo con sus manitas, palpando cada una de sus heridas y moretones.

Su mirada era oscura y fría.

Una de sus manos tenía un papel maltratado y algo mojado por las lágrimas que caían sobre el.

Del espejo destrozado caían pequeños pedazos de vidrio, al igual que pequeñas gotas de sangre al frío piso.

El ardor no se podía comparar con el que sentía en su alma.

Tratando de curar las heridas de sus nudillos con un trozo de papel húmedo, limpiándo las lágrimas, tomó su mochila color azul pastel para poder salir de aquel baño.

Sin saber que unos pequeños y curiosos ojos gatunos lo observaban desde lejos.
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please stop. Y.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora