Perrito

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Un pequeño jimin caminaba solo por las calles de la ciudad, era de noche y sentía miedo al pasar el rato. Sus horas de sueño no eran placenteras, las pesadillas se adueñaban de él y su cuerpo temblaba.

Sus manos estaban escondidas en los bolsillos de su sudadera negra y un pequeño cubrebocas negro escondía su rostro junto con un gorrito de lana.
Había salido de casa ya que como se ha dicho antes, el dormir era un infierno.

Su mente estaba perdida y a cada paso que daba ya se arrepentía de haber salido a tales horas de la noche. Hombres fumando, el olor a perversión y miradas morbosas se posaban en él. Sus pies no sabían qué camino tomar, estaba perdido.

Se sentía observado y acosado, pasos se escuchaban a sus espaldas y al voltear la cabeza pudo ver por encima de su hombro a dos hombres vestidos completamente de negro y un pañuelo que cubría parte de sus caras.

Trató de hacer paso rápido, pero mientras más caminaba, los hombres detrás suyo no se iban.

Sintió un gran y doloroso jalón en su brazo obligándolo a ver, soltó un pequeño chillido al sentir las uñas de aquel hombre incrustarse en su brazo causandole daño. El otro hombre no desaprovechó la oportunidad para pasar sus sucias manos por las caderas de jimin, tomó su otro brazo para ponerlo en su espalda, dejando a jimin totalmente quieto. Estaba más que aterrado.

El hombre que tenía su brazo pasado por detrás de su espalda escondió su nariz en el cuello de jimin, oliendo y suspirando sobre su oreja. Jimin podía oler con facilidad y asco el olor a cigarrillo, sintió una pequeña lamida sobre el lóbulo de su oreja, su cuerpo se tensó por completo y abrió sus ojos tanto como pudo, su cuerpo temblaba y sus ojos simplemente no podían cerrarse.

Pero pasó de estar quieto, a dar una patada en la zona baja al hombre frente suyo. En cuanto su brazo fué liberado pudo dar un fuerte golpe dobre la cara del otro. Ambos se retorcían cual cucarachas en el suelo debido al dolor que un simple golpe pudo provocar en los dos.

Jimin retrocedió dos pasos para luego obligar a sus pies a correr lo más rápido que podían, su respiración estaba acelerada y sus piernas comenzaron a doler. Al momento de que simoplemente no podía respirar, sus pies se frenaron y sus manos se posaron en sus rodillas mientras sus pulmones rogaban por poder respirar de manera correcta.

Definitvamente, había sido una mala idea salir de casa. Necesitaba regresar, su hyung se preocuparía por él si ve que no está a su lado.

Los pensamientos del chico fueron frenados al momento de escuchar pequeños quejidos y aullidos de dolor.
Al voltear su cabeza y al darse cuenta de que estaba parado justo frente a un callejón, los chillidos venían de allí.

Caminó a paso lento y con notorio miedo, los chillidos se hacían más fuertes. Al llegar al fondo de este, lo único que encontró fueron montones de cajas de basura.

Tal vez mi cerebro me está jugando una mala broma...

Dió la vuelta dispuesto a irse y desaparecer de allí, para escuchar esos sonidos por segunda vez. La curiosidad lo llevó a dar la vuelta otra vez y rebuscar entre las cajas.

Los sonidos aumentaban conforme sacaba las cajas, para darse cuenta de que los sonidos eran provocados por un pequeño animal

Es un perrito...

Los ojitos de jimin brillaron al verlo, pero su corazón se quebró al ver que el pobre animal tenía una cuerda de alambre filoso atado a un tubo de metal el cual estaba lastimando y cortando su patita.

Jimin se acercó a él y con sumo cuidado trató de ver cómo quitar eso de su pata. El alambre tenía una pequeña espiral por donde se podía quitar con facilidad, al momento de quitar el alambre se llevó una tremenda mordida en su mano la cual le hizo soltar un pequeño lloriqueo.

Tomó al pequeño animal entre sus brazos para después levantarse.

No puedo dejarlo aquí...

Por su cabeza pasó la gran o tal vez, mala idea de llevar a ese pequeño canino a casa. No lo pensó mucho sinceramente, ya que en cuanto esa idea cruzó su cabeza sus pies caminaron dispuestos a llegar a casa con el animal en brazos.

¿qué diría yoongi?

Sinceramente no le importaba, lo único que le importaba era llegar a casa con el pequeño canino en brazos.

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please stop. Y.MWhere stories live. Discover now