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001: Castigos mal organizados

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—Me lo dijeron ayer, Stuart se mudará a casa mañana. Y junto a el su problemático hijo.

—No juzgues sin conocerlo —volví a reprender a Marilyn quien aún no soportaba la noticia de que su madre integrará a una figura masculina a su casa.

—¿Como quieres que no lo juzgue? Su actitud me enferma, es como si le pagaran por ser amable.

—El pobre hombre no tiene la culpa, tal vez solo quiere llevarse bien contigo —defendí al pobre hombre que pronto llamaría el padrastro de mi mejor amiga. Y del cuál llevaba quejándose hace al menos dos semanas o más.

—¿Pobre hombre? Ese hombre no tiene nada de pobre, es más, podría jurar que llora dinero.

Caminábamos en dirección a nuestros casilleros, la clase de biología nos esperaba y teníamos que buscar los cuadernos que necesitábamos. Rodé los ojos sin poder evitarlo por su exageración.

—Mira quien tenemos aquí, la señorita Marilyn Palmer.

A mi vista llego Aarón el capitán del equipo de baloncesto— y uno de los chicos más populares de por aquí, por así decirlo— además del futuro hermanastro de mi mejor amiga.

Desde que me enteré de que él y Mar se volverían ''familia'' no me interesé en indagar en la situación, se rumoran muchas cosas de Aarón en la preparatoria y no todas son elogios. Sin mencionar aquella vez que pasé por los vestidores de las porristas luego de quedarme horas extras en la biblioteca ayudando a ordenar los libros nuevos y escuché unos ruidos sumamente desagradables. De algo estaba segura, la fama de chico popular adinerado y mujeriego persigue a Aarón y es el principal motivo de que siempre que le vea, aparte la mirada.

Sin embargo, no me cierro a esos prejuicios, tal vez no es tan malo como parece. De igual manera, mantengo siempre mi distancia y evito contacto con él. Que no lo juzgue no quiere decir que quiera acercarme a él. Además de que... Me pone nerviosa hasta las trancas.

—No tengo muchas ganas de lidiar contigo Lightwood, ¿No quisieras mantenerte lejos por hoy?

La voz cansada de Marilyn me sorprendió, la había escuchado quejarse millones de veces sobre Aarón y su padre pero jamás acostumbraba a hablarle o interactuar con él. Ella siempre le daba la ley de hielo y fingía que ni estaba ahí.

—Papá quiere que seamos amigos. Eso quiere decir que en la secundaria tenemos la obligación de interactuar —los ojos azules del chico se mantenían fijos en mi mejor amiga, quién podría decirse que lo estaba asesinando con la mirada.

—Mi cerebro no necesita más dolores de cabeza durante el día de hoy, piérdete de mí vista de una buena vez.

El miró fingiendo sorpresa a Marilyn por su tono cansado y hostil, y como si fuera el mejor de los chistes sonrío egocéntrico y burlón. Como si le diera satisfacción molestarla.

—Algún día tendremos que hablar sobre la boda.

Sus ojos azules le dieron una ultima mirada a Mar y por un segundo se centrarón en mi, su ceño fruncido me dió la bienvenida y luego de eso se alejó de nosotras dejando su colonia masculina en el aire.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Where stories live. Discover now