006

3.7K 219 4
                                    


006: Juguemos
.
.
.

La práctica había finalizado, Jonathan estaba recogiendo algunas cosas y no tenía ganas de ayudarlo. Así que me fui a las duchas, debía ducharme, estaba hecha un asco.

Sudor, desodorante tratando de hacer su trabajo, cabello pegado en la frente, dolor en el cuerpo y miles de síntomas más me atacaban.

Una vez en las duchas, por mi cabeza rondaban las imágenes de hoy.

Aarón es uno de los preferidos de Jonathan, juega como un verdadero animal y el apodo mastodonte le queda a perfección. El chico del que Liam me habló parece llamarse Ashton, sus ojos son de un azul claro impresionante, lástima que siempre carga un ceño fruncido que le da un aspecto intimidante. Sin mencionar que es de un tamaño sumamente aterrador, podría demolerme sin siquiera intentarlo. Bryce se juntaba con lo que reconocí unos gemelos de bonita sonrisa y actitud contagiosa. Liam estaba con un chico de ojos verde aceituna y cabello castaño y algunas veces lo vi hablar varias veces con Aarón, por lo que supuse que eran amigos. Aparte de eso, había un rubio de ojos grisaceos que se la pasaba con Freeman, el chico que Jonathan amanaba insultar, cuyo nombre era Blake.

Suspiré recordando que mi anterior ex-novio se llamaba igual, Blake Dallas.

Al abrir la regadera el agua caliente cae en mi rostro, sonreí ya que me relaja esto. Minutos después ya estaba lista, me había vestido con un jean corto algo ajustado y, un sport bra ya que la calor estaba muy fuerte.

Salí de las duchas y al llegar a la cancha de baloncesto estaba vacía, desértica. Jonathan no estaba, solo estaban allí mis cosas. Tomé mi celular y allí tenía un mensaje de el susodicho.

Mensaje de: Jonathan Idiota

No tengo idea de en dónde te metiste, pero, debía irme. Tenía una reunión importante y debía acompañar a tu madre a hacer algunas cosas. El último en irse de todos los chicos es Aarón, mi jugador estrella te llevará a casa. Pero solo hasta ahí, al llegar a casa ambos se separan. Te veo en la noche, tu mamá dejó una nota con la comida que debes injerir hoy.

Genial, voy a matarlo.

Me sobresalté al sentir un golpe en mi trasero, me voltee y me encontré con el mastodonte.

Oh no lo hizo...

—¿Que acabas de hacer? —El me sonrío, y se encogió de hombros.

Oh maldito..

—Disfrutar una oportunidad que se me estaba dando, no sabes cómo lo disfrute Kennedy —le mostré mi dedo de en medio.

—Si no fuera porque debes llevarme a casa te mataría, ¿donde está el auto?

El me miró como si hubiera dicho la cosa más graciosa del mundo y comenzó a reír.

¿Porque carajos se ríe?

No he dicho ningún chiste pero, su risa suena malditamente bien, me atrevería decir que es uno de los sonidos más gratificante del mundo.

—No tengo auto, iremos en moto.

Abrí los ojos con sorpresa, ¿acaso sabe lo peligroso que es ir en moto? Más si tiene un pasajero secundario, podríamos tener un accidente o peor. Los policías podrían detenernos, y estoy más que segura que el no tiene permiso para conducir eso.

Maldije en mi interior recordando mi pánico a las motocicletas.

—Detén a tus caballos ¿quién te dijo que iré contigo en moto? ¿Estás alucinando o quizá el gatorade te daño el cerebro?

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora