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024: ¿Enmendar?
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—La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen —escribí todo lo más rápido que pude, la profesora Resse continuaba caminando por el aula explicando el tema de hoy.

Tomé un resaltador rosa de el estuche que guardaba en mi mochila y resalte algunas definiciones y demás cosas de las que Resse recientemente nos había hablado.

La clase de historia jamás fue mi favorita, pero extrañamente la profesora y yo teníamos una química impecable; nuestra relación se basaba en ella apresurándome para terminar los trabajos y yo por mi parte robándole de vez en cuando el café. Mi proceso creativo de resaltar prácticamente todo lo que escribí se vio interrumpido por una mano con anillos y, un extraño brazalete de Imagine Dragons en la muñeca.

Reconocí al dueño sin siquiera levantar la mirada.

Malcom me observaba atento a cada uno de mis movimientos, como un depredador a su presa, con la diferencia de que el no jugaría conmigo hasta degollarme o decapitarme como Maria Antonieta planeaba hacer en la revolución, el tiraría a matar y conseguiría el objetivo de su enfrentamiento; el quería saber porque Marilyn había faltado hoy a clases o tal vez se está preguntando quién fue el responsable del notorio chupón que traigo como adorno en el cuello.

—Si no te molesta, me encantaría continuar con mi trabajo en silencio y en paz —sus ojos taladraban los míos, como si supiera exactamente lo que yo deseaba ocultarle.

—¿Acaso sabes como me sentí al recibir un mensaje de texto de ella a las cinco y treinta de la madrugada diciéndome que no vendría? —Aparté mi mirada de la suya.

—No, de hecho, no. No lo sé. No hemos hablado —disimuladamente me toque el cuello y hale el hoodie que traía puesto hacia adelante, buscando tapar la marca territorial del numero treinta.

—No me mientas Jen, ella me llamo y me dijo que iría a tu casa para resolver las cosas —Solté un suspiro, comenzando a exasperarme.

—De acuerdo, si la vi y hablamos, luego se enfadó y se fue.

—¡Vez! Estás mintiendo y siquiera tienes el descaro de mirarme a los ojos para contarme la verdad —Rodé los ojos por instinto.

—No te estoy mintiendo, simplemente no te conté todos los detalles. Es diferente —Una carcajada sarcástica brotó de sus cuerdas vocales.

—¿Diferente? ¿A que diferencia te refieres? Porque si esa diferencia se asimila con el apellido Lightwood, no creo que haya mucha —Le sostuve la mirada, retándolo.

—¿Porque tiene que importarles tanto mi estado de relación con Aarón? Déjenme vivir en paz, me rastrean como si fueran unos malditos guardaespaldas —No me di cuenta cuando alcé la voz, pero lo hice. Sentí como los demás nos miraron, aparté la mirada avergonzada.

—Nos preocupamos por ti ¿Acaso no te das cuenta? —quité el cabello que me obstruía la vista de mis ojos y lo eche para atrás.

–¿De que deben preocuparse? El tener dieciséis no me hace una inepta, se pensar por mi misma y tengo bastante claras las metas que quiero lograr. Me considero lo suficiente capacitada como para poder mantener una relación con quien yo quiera, lo cual ustedes aparentemente no hacen. Y por si no les ha quedado claro: entre Lightwood y yo no hay nada más que una amistad.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Where stories live. Discover now