018

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018: Dilatar
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Caminé en dirección al cuarto de baño con el objetivo de darme una ducha.

Mi día había sido sumamente agotador, sin mencionar estresante. Quité la ropa de mi cuerpo, metiéndome dentro de la bañera para darme una ducha relajante. Una voz se escuchó fuera de la ducha, supe que se trataba de Aarón cuando escuché la palabra inapropiado.

—¡Jenna!

—¿Si?

—Tú madre está aquí.

Y ahí mi relajación se desvaneció.

Salí de la ducha y me envolví en una toalla saliendo en dirección a mi habitación. Cuando estaba vistiéndome la voz de mi madre se escuchó de el otro lado de la habitación.

—¿Jenna? Debemos hablar —un gruñido salió de mis labios.

Ya ni vestirme puedo en paz.

—¡Un segundo!

Terminé por ponerme lo primero que encontré —: El hoodie de Liam el cual creo que se convirtió en mío y un pantalón de pijama —y bajé en busca de mi madre.

—¿Querías hablarme? —mi madre centró su mirada en mi, Aarón se encontraba en el otro sofá mirando su celular.

—Si bueno, preferiría que habláramos a solas —rodé los ojos y negué.

—Puedes decir lo que quieras, confío en Lightwood —ella asintió y prosiguió.

Aaron me dirigió una mirada de preocupación, le sonreí de lado restándole importancia.

—Tú padre llamó , quiere que viajes allá en el receso veraniego —fruncí el seño. Mi padre nunca llamaba para que lo viera.

—¿Después de todo este tiempo y quiere verme? No iré sola —mi madre frunció el seño, confundida— Llevaré a dos personas conmigo, fin de la discusión.

Ella asintió con su ceño fruncido. Parecía estar enojada con mi decisión, pero no le quedaba de otra, era mi elección.

—Supongo que esas personas serán Mar y Malcom —me encogí de hombros.

—Aún no lo sé, pero no iré sola con él —mi madre asintió una vez más.

—La próxima vez que tu prima decida irrumpir en la comodidad de nuestro hogar, avísame  —me encogí de hombros sin darle mucha importancia mientras abría un bowl de helado.

—Lo intentaré, pero no creo que pueda, como nunca estás.

Mi madre frunció el ceño aún más. Se cruzó de brazos, Aarón me miró nervioso.

—Mi trabajo es primero, lo sabes —asentí rodando los ojos.

—¿Ya puedo irme a dormir? Tengo clases mañana...—excusé.

—Hablando de clases, Esther me llamó. Me pidió de favor que pases por el centro porque quiere que des algunas clases de gimnasia. Solo cosas para principiantes, es para niñas de seis y siete años.

—Supongo que iré, ¿no te dijo un día especifico?

—No, solo pidió que te presentarás allí —asentí llevando la cuchara con helado a mi boca.

Ella hizo una expresión de horror por como succioné el helado y yo le sonreí con un bigote blanco sobre mis labios. De reojo vi como Aarón intentaba aguantar la risa.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Onde histórias criam vida. Descubra agora