Capítulo 8: ¡El regreso de un héroe!

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Era un día tranquilo en Konoha, cuando el sol del mediodía brillaba sobre la aldea. Hubo una ligera brisa que crujió toda el área, enfriando la temperatura ligeramente cálida y permitiendo que los muchos árboles que estaban ubicados alrededor de la aldea se balancearan suavemente. Muchas tiendas estaban abiertas ya que los comerciantes vendían sus mercancías, mientras que civiles y ninjas las compraban. Los adolescentes estaban holgazaneando en los cafés y restaurantes, discutiendo los últimos chismes o noticias. Todos juntos fue un día muy tranquilo y calmado.

Dicha paz pronto se hizo añicos cuando un gato negro corrió por la calle, esquivando a los civiles de izquierda a derecha mientras se entrelazaba entre sus piernas; el gato se movía tan rápido que uno podría pensar que los perros del infierno lo estaban persiguiendo. Por supuesto, esta podría ser una analogía bastante precisa, excepto que en lugar de sabuesos fueron tres Genin quienes la estaban persiguiendo. El del frente tenía el pelo castaño puntiagudo y llevaba una bufanda azul, su nombre era Konohamaru Sarutobi. El otro hombre en el escuadrón que estaba ligeramente a la izquierda de Konohamaru, llevaba gafas y tenía una nariz perpetuamente líquida, este niño se llamaba Udon. La última de las tres era una mujer, tenía el cabello anaranjado recogido en dos coletas y un gran rubor que se extendía por su rostro, este nombre de niña era Moegi. Juntos, estos tres formaron lo que se había conocido como el cuerpo de Konohamaru,

Los tres siguieron persiguiendo al gato; eventualmente llevándose a los techos hasta que lograron acorralarlo en un callejón. Dicho felino silbó y gruñó, en un intento de asustar a los tres. Sin embargo, todo fue en vano cuando Konohamaru se abalanzó sobre la criatura, finalmente logró clavar sus miembros en su cuerpo. Moegi presionó un botón en su cabeza dejando que su sensei supiera que su misión estaba completa. Sin embargo, en algún momento durante esta discusión el gato se había soltado, y pronto los gritos de Konohamaru se escucharon en todo el pueblo.

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Konohamaru sonrió como un loco, mientras observaba cómo la gata que acababan de atrapar era exprimida hasta la muerte por su dueño, una Madame Shinji que era la esposa del fuego Daimyo. Este fue el único consuelo que recibió al tomar esta misión; él realmente no podía entender por qué consiguieron esta misión de todos modos, ya que nunca le permitió mostrar sus habilidades. Con suerte, su sensei los dejaría ir a otra misión de rango C pronto; de lo contrario, el genin de pelo espigado estaba seguro de que se volvería loco.

Una vez que el Daimyo se fue con su gato casi ahogado, Ebisu se volvió hacia su equipo con el ceño fruncido. No pasó mucho tiempo hasta que comenzó a reprenderlos por la misión, enumerando todas sus fallas con doloroso detalle. Terminó diciéndoles que la misión había tomado mucho tiempo, y que lo harían de nuevo tan pronto como volviera.

"Pero Sensei", dijo Moegi mientras intentaba defender a su equipo, "sabes lo difícil que es atrapar a ese gato. Con todas las veces que lo hemos hecho, estoy bastante seguro de que el gato está acostumbrado a huir. "

"No quiero escuchar ninguna de tus excusas", dijo Ebisu frunciendo el ceño, mientras se ponía las gafas de sol en la nariz con dos dedos. "Esto me demuestra que necesitas más entrenamiento, ya que evidentemente careces de las habilidades necesarias para llevar a cabo esta misión".

Sin embargo, esto fue lo incorrecto de decirle a Konohamaru, quien pronto se indignó. Habían conseguido esta misión tantas veces que no era justa, de hecho estaba seguro de haber recibido esta misión más veces que cualquier otro equipo. Sentado en el suelo, el joven Sarutobi comenzó a quejarse, afirmando que estas misiones eran demasiado cojas y que no podía presumir de sus increíbles habilidades con misiones tan aburridas. Por supuesto, esto tuvo la consecuencia de hacer que un Iruka Umino le gritara al genin, alegando que solo podías tomar misiones de rango C después de que hubieras hecho un cierto número de D rangos. Tsunade secundó esto, diciéndoles que tenían que trabajar más si querían obtener misiones de mayor rango.

El regreso de NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora