Capítulo 21. Descubriendo la decepción

988K 64K 16.7K
                                    

NARRA FRANK

Había terminado de advertirle a Fernando que dejara de intentar manosear a Alexa, cuando escuché un escándalo que provenía de dentro del local.

Sintiendo los pasos de Fernando detrás de mí, entramos. Lo primero que hice fue mirar nuestra mesa, esperando ver a Alexa allí, pero no estaba. La gente había formado un círculo en la parte del bar mientras disfrutaban del espectáculo. Sin pensarlo, fui hasta allí.

Me sorprendí al ver a Alexa encima de Daniela arañándola como una bestia. Me hubiera quedado a ver cómo terminaba la pelea si ella no hubiera estado involucrada. Además, ahora su pequeño escote estaba a la vista de todos y eso fue suficiente para ir a detenerla.

Aparté a unos cuantos idiotas de mi camino para llegar hasta ella y la agarré por la cintura. Daniela estaba hecha un desastre. Vaya, Alexa sabía defenderse. Era evidente que Daniela le había dicho algo fuerte para que ella reaccionara de esa manera.

Ignorando a los demás, me llevé afuera a Alexa, a pesar de que ella se resistía. Se empeñaba en volver a entrar, pero ni loco iba a dejar que lo hiciera.

Lo siguiente sucedió de forma rápida. Cuando menos pensaba, ya tenía su cuerpo acurrucado contra el mío. Una sensación de tranquilidad me invadió. Me hubiera gustado congelar el tiempo para seguir así eternamente. Pero tenía que llevarla a casa, ya pasaban de las doce y no quería meterla en problemas por no llegar a una hora adecuada. Su madre y Melina no estarían en casa, pero aún así no quise arriesgarme.

La puerta de la entrada del club se abrió. Giré la cabeza y vi que Fernando venía con Daniela. Se detuvieron a unos metros de nosotros. Los fulminé con la mirada. No era un buen momento.

Alexa se separó de mí limpiándose las lágrimas y los dos nos levantamos.

―Tenemos que irnos ―dijo Fernando.

No se me borraba la imagen de él detrás de Alexa en el campo de golf.

―Yo la llevaré a casa ―respondí decidido.

―No, lo haré yo ―protestó.

―La voy a llevar yo, y punto ―concluí, mirándolo con desprecio.

Consciente de mi furia, asintió con una mueca, y él y Daniela se subieron al Mustang.

Acompañé a Alexa hasta mi coche. Era evidente que estaba muy cansada. Me subí y comencé a conducir. Hicimos el trayecto en silencio. En un momento dado, la miré de reojo y vi que tenía los ojos cerrados.

Verla así, tan tranquila y recostada en el asiento, despertó unas cursis emociones que siempre he querido evitar. Cuando me detuve en un semáforo en rojo, la observé detenidamente. Mi vista viajó desde su frente hasta sus piernas. Suspiré y luché contra mí mismo para no intentar acariciarla.

Volví a centrar mi atención en el volante y seguí conduciendo.

NARRA ALEXA

Estaba comenzando a hundirme en un sueño profundo cuando dejé de sentir el movimiento del coche.

―Alexa, despierta. Hemos llegado a casa ―me dijo una voz ronca.

Abrí los ojos lentamente mientras me acomodaba en el asiento. Frank salió del vehículo para abrirme la puerta.

―¿Quieres que te lleve en brazos hasta tu habitación? —me preguntó.

Una opción muy tentadora. Si aceptaba, tendría la dicha de sentir sus musculosos brazos rodeando mi cuerpo y, luego, no estaría lo suficientemente lúcida para lo que pudiera pasar una vez que estuviéramos en mi cuarto.

El Huésped ✅ [ Disponible en físico ]Where stories live. Discover now