Despertar

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6:30 AM

Abrir los ojos y asimilar que nada ha cambiado, un sentimiento de decepción invade su alma, cinco años amaneciendo de la misma forma. Deja escapar un suspiro, se resigna al saber que hoy seria otro día más. Se levanta de golpe y va hasta la cocina, donde se encontraban los otros. Todos con la misma expresión, sus caras demuestran tristeza y enojo, total evidencia de que ninguno de los tres deseaba haber despertado. El silencio acompaña el desayuno, nadie dice alguna palabra. El día había comenzado, se cambiaron y como siempre, salían a correr por las montañas, hasta que sea mediodía, no para mantenerse en forma, sino porque así, las horas pasaban con más rapidez.

Luego de ducharse, toman un almuerzo en donde el silencio nuevamente, es el protagonista. Quinn se ofrece a limpiar los platos, mientras los otros levantan la mesa.

Santana, la morocha, se podría decir que es la líder del grupo, se destaca entre los demás por ser la más seria, no dice muchas palabras, solo las justas, es de esas personas que siempre tienen la ultima palabra, parece que estar enojada todo el tiempo, de hecho muchas veces lo esta lo esta. Quinn es muy tranquila y dulce, siempre termina calmando las discusiones, es una persona muy especial, de esas que no tienen maldad o por lo menos antes no la tenía. Mike es el pilar masculino del grupo, un hombre con todas las letras, correcto, caballero y respetuoso, se desvive por sus amigas, no solo porque tengan ese titulo, sino porque les debe la vida. Es complicado describir la relación de Mike, Quinn y Santana, podría decirse que son amigos, pero más bien hermanos o padres, de utilizar una palabra los llamaría familia. Se quieren mucho, de no tenerse, sus vidas ya habrían terminado. Se conocen entre si muy bien, prácticamente no hace falta hablar, solo se comprenden con miradas. Hoy los tres son uno, con el paso del tiempo articularon vidas, formaron una unión, forjaron una amistad irrompible, construyeron con lo poco que les quedaba una luz de esperanza. Son tres pilares, donde cae uno, los otros lo levantan, así funciona este triangulo.

La casa en la que se habían refugiado estaba escondida dentro una gran cadena de montañas, rodeada de una generosa arboleda que contribuía al escondite. La magnitud de este hogar era significante, doce dormitorios con sus correspondientes baños, una cocina muy amplia, acompañada por un comedor espaciado y una sala de estar inmensa. El ambiente era algo oscuro y rustico, con pisos y paredes de piedra acompañados por pequeñas ventanas escondidas, que a pesar de tu tamaño dejaban apreciar la belleza del paisaje. El lugar preferido de los tres era la gran biblioteca en donde yacían cientos de libros de todos los temas, cinco años hacia que se hospedaban en esa casa y aun no terminaban de leer. Como rutina, los jóvenes pasan la tarde leyendo y adquiriendo continuamente nuevos conocimientos de todas las áreas existentes.

Mike - No entiendo... - dijo confundido.

Quinn - Ehh?.. - Apartando la vista de su libro.

Mike - Que no entiendo... Ahh... No No ya esta, ya entendí... - Negando con la cabeza.

Quinn - San... tenes poca luz - Dijo a su amiga que estaba leyendo casi a oscuras. - Te va hacer mal a la vista.

Casi sin dejar de leer, se levanto y se dirigió hasta el sillón, dando un gran suspiro, sentándose al lado de la rubia.

Quinn - Te desconcentre? - Pregunto frunciendo las cejas.

Santana: No... - cortante.

Quinn - ¿Que te pasa entonces? ¿Estas enojada por algo?

Santana - No No Q... Lo que pasa es que estoy leyendo historia y es aburridísimo - Dijo poniéndose de espaldas a su amiga y apoyándose en ella.

Mike - Si yo también... -

Quinn - A mi me gusta la historia, es fácil... además N...

Mike y Santana - ¡Nunca cambia!... - Interrumpieron a la rubia, completando la frase.

Hold Me CloseWhere stories live. Discover now