18©- Exciting

377 46 3
                                    

Participamos en los #wattys2018!

Cuando estaba saliendo del parque, empecé a avanzar a toda pastilla por la carretera vacía.

Dos luces se dirigieron en concreto a mí y una mano tiró bruscamente de mi brazo, hasta acerme chocar brutalmente contra la pared de un callejón.

Escuché el pitido del coche antes de fijarme en los ojos que me miraban como si me quisieran matar ahora mismo. Apretaba la mandíbula y eso se notaba en los lados de su cara.

Tenía una mano a cada lado de mi cara, apoyadas en la pared, y jadeaba. A saber lo que ha tenido que correr para alcanzarme.

Su aliento chocaba de lleno contra mi cara, y estaba tan cerca, que podía distinguir cómo su iris negro invadía la mayor parte de sus ojos claros.

Sus ojos se clavaron en mis labios, y antes de darles a los míos tiempo para seguir sus movimientos, reaccioné.

-Suéltame- gruñí.

Le empujé lo suficiente para alejarlo de mí y me puse en marcha para salir del callejón y volver al parque, donde le pediría a Nick que me llevase a casa.

Sentí su mirada fija en mi espalda.

-¡¿Se puede saber qué coño te pasa conmigo, eh?!- bramó.

Eso me hizo detener mis pasos.

Mi cara cuando me giré hacia él, fue de sorpresa total. ¿Tenía los cojones de hacerse la víctima cuando él bien sabía cómo me provocaba?

Estaba clara la atracción entre nosotros, al igual que estaba claro que ninguno de los dos pensaba admitirlo. Pero que me culpase a mí y que se hiciera la víctima, me sacó de mis casillas.

-¡¿PORQUÉ NO VUELVES A INVADIR LOS MORROS DE STACY EN VEZ DE ESTAR PERDIENDO EL TIEMPO AQUÍ CONMIGO, EH?!- bramé.

Lo lamenté al segunda, ya que soné como la típica novia celosa.

Sonrió y negó, quitándose la chaqueta y arrojándola con una violencia increíble contra la pared. Se quedó en una camiseta de manga corta, que dejaba a la vista sus tatuajes.

-¿Es eso, no?- le miré sin entender nada- ¿Estás celosa, morena? Venga, no me seas así y deja que te lleve a casa, mi coche está justo en frente...

Cerré los ojos con fuerza y me acerqué para empujarle.

No me gustaba que me llamase por ese apodo, porque cada vez que lo hacía, le salía una voz tan varonil y seductora, junto a unos movimientos de labios tan atrayentes, que me costaba utilizar mis 5 sentidos.

-No me llames morena, joder- bramé, escupiendo a su lado antes de dirigirme hacia la salida.- Y no hace falta que me lleves a casa, ya lo hará Nick... ¡JODER!

El quejido salió de forma automática de mi boca cuado me estampó con fuerza contra la pared.

Pero el quejido fue cesados con los labios de éste sobre mi oreja. Estábamos tan pegados, que mis pechos me dolían al elevarse por mi respiración agitada, chocando contra el suyo.

-Estoy harto de escuchar el jodido nombre de ese tipo en tus labios- gruñó, estremeciéndome- ¿Acaso él te va a amar, eh? ¿Acaso él te hará sentir como si estuvieses conduciendo a 400 km/h?- siguió susurrando mientras sus manos acariciaban mis piernas desnudas- ¿Acaso él sabrá acariciarte de ésta manera, eh?- subió su mano derecha para apretarme fuertemente la cadera- ¿Acaso él te va a proteger de todo, eh?

Fue mi turno de hablar.

-¿Acaso tú sí?- susurré.

Le eché la cabeza hacia atrás, mis manos tirando de su pelo oscuro. Le miré a los ojos.

LA LISTA DE HANNAH✓Kde žijí příběhy. Začni objevovat