LA LISTA DE HANNAH✓

24©-Rain

-Te duele el pecho y culpas al cigarro, pero en el fondo, sabes que ese dolor, tiene un nombre y un apellido.

Su mirada siguió perdida en el vaso de zumo delante de él. Fruncí el ceño, a la vez que él levantaba su mirada hacia mí.

-Yo me siento exactamente así- susurra y la culpa solo aumenta dentro de mí.

-Nick, mira, siento mucho...

-No, no lo sientes- negó, mirándome detenidamente- Si lo sintieras, no habrías corrido a sus brazos esa noche.

Mi boca se abrió, sorprendida.

-¿Cómo sabes...?

-Entonces lo hiciste- me sonrió sin gracia alguna. Tenía los ojos empañados.

-Somos novios.

Lo solté de golpe.

Ya estábamos arriesgando y diciendo todo lo que nos duele, así que yo puse todas las cartas sobre la mesa.

Es obvio que lo tomé por sorpresa, porque se hechó hacia atrás en la silla y me miró, con el ceño fruncido. Negó y se pasó las manos con desesperación por la cara.

-Mira, yo no quiero que te arrepientas de nada, Grace- mientras hablaba, yo miraba alrededor- No te niego que no cortaré nuestra comunicación, porque eres una gran persona en mi vida- mis ojos se empañaron.

-Es un hombre maravilloso, Nick- susurré- Es diferente, fuerte, me quiere y...

-Por favor- rió sin gracia alguna- Es hombre...- eso me impactó saliendo de su boca y se arrepintió al ver mi semblante- Nos veremos... por ahí.

-Espera, Nick...- le agarré del brazo antes de que se largase- Lo siento. De verdad.

Se me quedó mirando y acercó su cabeza para darme un casto beso en la mía.

Tras inspirar, hondo, me dió un apretón en el hombro y se fue. Me quedé sentada allí durante varios segundos. Pensando. Pensando en lo que habría sido de mí si hubiese cerrado la boca aquella noche y me hubiese quedado con Nick.

No, de ninguna manera.

No iba a estar engañándome a mí misma estando con alguien con el que no sentía ni un ápice de chispa. Acordándome de mi poeta, abrí el teléfono y decidí llamarle, mientras me terminaba el zumo de arándonos.

Cuando dejó de sonar de golpe, fruncí el ceño, apartándome el aparato de la oreja. ¿Me habia colgado? Volví a probar de nuevo, por si había habido algún herror, pero no.

¡Será cabrón, me había colgado! Me levanté y eché a caminar directa a casa. Cuando llegue, me iba a oír...

El teléfono empezó a sonar y descolgué al momento.

-¿Cómo te atreves a colgarme? Prepárate para cuando llegue a casa- ladré dando la vuelta a la calle.

-Que yo sepa, no he recibido ninguna llamada tuya.

Paré en seco cuando la voz de Cam vino a mí. Fruncí el ceño.

-Lo siento Cam, creí que eras...

-¿Dante? ¿Ha pasado algo? Porque me ha llamado todo enrrabietado- se me heló la sangre y me apoyé con los ojos saliendome de las órbitas en la pared- Me preguntó si estabas conmigo y le dije que sí- suspiré, aliviada- Sabía que tenías algo entre manos y te defendí, pero me sorprendió al empezar a gritarme, llamándome mentirosa, que te había visto con nose quién y que no se qué... Dante enfadado no vocaliza.

Me senté, con los ojos empañados de lágrimas. ¡Me había visto con Nick!

¡¿Y qué cojones hacía él en el centro?!