32©-Bike

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Capítulo dedicado a @Dark_Girl_21. Seguid votando y comentando para seguir publicando y dedicando.

El camino de vuelta es silencioso.

Y lo sigue la noche. Como no puedo volver a casa porque mi querida abuela a convertido mi habitación en una zona de bingo, pues no me queda otra que quedarme en su apartamento.

Observé que intentaba hablarme varias veces pero o yo le esquivaba o él acababa cerrando la boca. Cuando siento los rayos del sol en mi cara, me despierto.

Me siento y frunzo el ceño al oler a comida. Giro la cabeza lentamente hasta toparme con su mirada.

Solo lleva unos pantalones negros caídos en la cintura. Ignoré su pecho y me centré en su mirada cansada.

Se nota que no a dormido bien.

-He preparado el desayuno.

Es un acto que si no estuviese decepcionada y cansada de todo, me habría enamorado y me lo hubiese follado junto al café.

Pero solamente me levanto y camino directamente hacia el baño.

-Morena, he dicho que...

-No tengo hambre- me cuesta decirlo, pero cuando cierro la puerta, suspiro y me permito relajarme.

Me ducho y al salir, me encuentro fregando los platos. Intento que nuestros ojos no choquen para que no me derrumbe y deje salir todo en forma de lágrimas.

Cojo la libreta de Hannah que yace sobre la mesa y miro la siguiente cosa.

-No se montar en bicicleta y Hannah tampoco- me sorprende hablando primero- Y veo que esa parte la puso para vengarse de mi. Montar en bicicleta.

Asiento en silencio y cojo mi teléfono.

El móvil suena interrumpiendo nuestro silencio.

La voz de mi hermana resuena en el manos libres.

-Hola, cariño. ¿Que tal estas?

-¿Aún tienes tu bici en el garaje?

Parece sorprendida ante mi contestación casta pero acaba afirmando.

Quedo con ella en unos minutos y salgo para esperarle en frente de su coche.

En la radio empieza a sonar Love The Way You Lie, de Eminem y Rihanna. El destino, que es muy irónico.

De un golpe seco la apago.

Noto cómo me mira de reojo pero agradezco que no diga nada, ya que hemos llegado.

Mi hermana, en bata, nos espera sentada en las escaleras. Me bajo y camino hacia ella.

Sus ojos saltan de Dante a mi, y parece dudar al verle a él apoyado contra el coche, en silencio.

-¿Está todo bien? - dice caminando hacia el garaje.

-Sí, todo bien.

Se calla y me sigue mirando mientras yo saco la bicicleta del garaje.

La saco y le digo a mi hermana que se meta en casa, que cuando acabe, yo la meteré de nuevo.

Entonces, echo a caminar hacia Dante.

-Tienes que poner los pies en el pedal, agarra bien- susurro mientras le doy las instrucciones.

Se cae tres veces y yo miro a otra parte para disimular la carcajada que está por venir.

Suspiro cuando por fin puede hacer rodar las ruedas dos minutos sin caerse y doy una palmada.

Ya es media tarde, la hora de comer, y mi abuela me ahorra el tener que hablar con él cuando nos avisa de que entremos a comer a casa.

Dejo la bicicleta en el garaje y me recojo el pelo en una coleta antes de caminar hacia casa.

Me los encuentro sentados en la mesa y disfruto de los primeros cinco minutos, comiendo en silencio mi delicioso puré de patatas.

-Hacéis muy buena pareja- comenta mi abuela.

-En serio, aunque seáis diferentes, sois muy monos juntos- opina mi hermana.

-¿A que sí? ¡Son adorables!

-Ojalá me tocase a mi alguien tan sincero y fiel como Dante.

-Y nuestra pequeña e inocente Grace no se queda atrás, es una mujer hecha y derecha.

-Mira a la generación de hoy en día, me alegra mogollón que no se hallan sumado a esa peña.

Soporté sus comentarios.

Hasta que mi abuela abre la boca.

-Bueno, vivir juntos es un gran paso en vuestra relación- sonríe cogiéndole la mano a Dante que traga duro- Ahora solo os queda dar el paso de casaros y tener hijos.

El puré sale disparado de mi boca y Dante moja a mi hermana con el agua.

Ésta se levanta, gritando.

Todos se quedan mirándome cuando tiro la silla hacia atrás cuando me levanto y tiro mi servilleta encima de la mesa.

Miro a mi abuela duramente a los ojos.

-Que sepas que ni yo soy inocente ni el tatuado que ves aquí, es fiel. Y créeme, estoy viviendo con él obligada.

Entonces salgo y subo a grandes zancadas hacia mi habitación.

Maldigo al abrir y recordar lo que hizo mi abuela. Observo las tres grandes mesas y maldigo tres veces más.

Me doy la vuelta con la intención de irme a algún lugar, pero un Dante rojo de la furia, entra y cierra de un portazo.

-¡¿Viviendo obligada?! ¡Desde la primera jodida noche te dije que si querías podías pirarte, que yo tampoco te iba a rogar nada!

-¿Que no me ibas a rogar nada? - susurro- ¡PERO SI DESDE QUE ME LO DIJISTE ESTABAN TUS OJOS BRILLANTES Y ROGANDO PARA QUE ACEPTARA!

-¡¿Me vas a venir ahora con la mierda de que puedes leer mi mirada?! ¡DEJA DE ACTUAR COMO SI YO AQUÍ FUESE EL MALO!

Le doy un empujón en el pecho.

-¡CLARO QUE NO ERES EL MALO AQUÍ, CLARO QUE NO! ¡No has flirteado con ellas, verdad! Tampoco me culpas de algo que dije en plena ira, claro que no. Yo ahora me invento las cosas.

Doy una palmada y me quiero ir pero me sujeta del brazo con violencia.

-¡QUE ME SUELTES!

-¡Estamos hablando, luego yo soy el mal educado!

-Esto a sido una mala idea desde el principio- bramo sujetando su mandíbula con firmeza- Tú ahora deberías de estar fornicando con una puta mientras yo sigo invisible en esa jodida biblioteca- mis palabras tienen un impacto fuerte en él.

Me suelta lentamente y yo doy un paso hacia atrás.

Llevo una mano al picaporte y cuando creo que ya estoy libre, su puño se estrella a centímetros de mi cara, al lado de la pared, y escucho el crujir de algún nudillo.

Se a roto la jodida mano.

Pero no le hace caso. Sus ojos llorosos me hacen tener una cierta idea de lo que está recorriendo su interior.

-¡¿Por QUÉ NO PUEDES VER LO LOCO QUE ME TIENES, ME MAREAS Y ME ENAMORAS AL MISMO TIEMPO?! - brama en mi cara y mis ojos empiezan a picar.

Mis labios empiezan a temblar e intento formular alguna frase antes de romper en llanto.

Mi voz sale en un hilo.

-Porque no me lo demuestras, Dante.

Y me rompo.

LA LISTA DE HANNAH✓Where stories live. Discover now