31©- Poem

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Capítulo dedicado a @arooaa26. Seguid votando y comentando para seguir publicando y dedicando.

Tuve que tranquilizarme mentalmente mientras observaba la ropa en el armario de Dante.

Me senté en la cama mientras reflexionaba.

Hasta que perdí los estribos cuando pasaron tres horas y él todavía no había vuelto.

No entiendo a dónde pudo ir a estar alturas de la noche. Ninguna tienda abría. Salvo los clubes.

Silencio ese pensamiento y cojo mi teléfono. Como esperaba, no contesta así que procedo a dejarle mensajes de voz mientras me paseo de arriba a abajo en el salón.

-Dante cariño, lo siento.- suspiro-No quise decir lo que... Bueno, sí quise decirlo, pero no de la manera en que tú piensas. Vuelve a casa, por favor.

Estuve unos minutos mordiéndome el dedo y volví a encender el teléfono.

4:28 AM

-Me ponía enferma el hecho de que mi abuela y mi hermana me omitiesen cosas que hacen contigo. Ya que nunca me gustó el que alguien me ocultase cosas. Pero no critiqué tu forma ni tu manera de ser. ¿Cómo iba a hacerlo si te amo de pies a cabeza?

4:30 AM

-Dante, perdóname cariño. Soy una estúpida, una imbécil y todas las cosas que quieras. Pero no sé actuar de otra manera a tu lado. Me sacas de quicio y me enamoras y... Y... Y no tenia que haber actuado así contigo.

4:32 AM

-Sí no quieres volver porque estoy yo aquí, entonces me iré. Pero ven aquí, por favor. No soporto el no saber dónde estas.

4:36 AM

-Dante cariño, lo siento, ¿vale? Haré lo que tu quieras pero no me mantengas en este silencio, por favor.

4:40 AM

-Dante te quiero.

4:41 AM

-Dante, te juro que como no vuelvas o me llames ahora mismo, quemaré todo el jodido bloque de pisos.

-Entonces más me vale ir sacando a la gente.

Di un respingo y giré para observar con la boca abierta a la razón de mi histeria.

Estaba apoyado contra el marco de la puerta y no pude evitar volver a repasarlo con la mirada.

Solo lleva los pantalones de chándal, las zapatillas y la chaqueta negra. Su abdomen blanco y perfectamente esculpido hizo que la baba hiciera acto de presencia en mi boca.

Llevé mis ojos a su cara para recordar el motivo por el que me encontraba mal.

-Lo siento. De verdad.

Asiente lentamente y aprieta los labios, observando a un punto fijo de la pared.

-Me hiciste daño, como hicieron en antaño. Pero no te odio, ya que cosas peores e oído. Te quiero, aunque tu tengas una visión diferente de mi en tu mente. Pero a pesar de haberme destruido, yo te seguiré queriendo fielmente.

Mi boca no podía estar más abierta en esos momentos.

Le seguí mirando con la boca abierta y me sorprendió de nuevo al sacar la libreta de su hermana y tirarla sobre el sofá.

-La siguiente cosa en la lista era Componer un poema. - inspira- Creo que ella lo hubiese echo mejor. Buenas noches.

Y desaparece en su habitación.

Sólo entonces me dejo caer en el sofá y hundo mi cara entre mis manos, mientras sollozo en silencio por haber dejado que mi demonio interior hablara.

Pero no era por eso que sentía dolor, sino por el echo de saber que le hice daño.

Mientras que él a intentando de todos los medios no hacérmelo a mi.


Sigo observando el edificio delante de mí pensativa.

Solo la puerta cerrarse del coche me saca de mi ensimismamiento. Le observo caminar hacia el edificio mientras gira la muñeca para bloquear el coche.

Agradecí estar fuera en el momento en el que lo hizo. La siguiente cosa en la lista de Hannah era Patinar sobre hielo.

Y cómo no, me tocaba a mi. A veces pienso que Hannah hizo ésta lista para joderme. Nunca he patinado sobre hielo. Pero en algún momento de mi infancia quise.

Así que mientras me estoy poniendo los zapatos de patinar, no puedo evitar apretar los labios al ver a Dante patinar cómodo delante de varias chicas que le miraban mientras éste les sonreía.

Cabe decir que no me dirigió la mirada ni la palabra desde ayer. Dormí en el sofá e incluso le preparé el desayuno por la mañana.

Intenté hablar con él, pero solo me respondía con monosílabos. Así que acabé desistiendo.

Me agarré a la barandilla y sentí un pinchazo en el pecho cuando caí y a pesar de que me vió, no se acercó a ayudarme.

Mis ojos se empañaron mientras seguía internado patinar. Caí tres veces y mis manos estaban empezando a doler junto a mi trasero.

La gente a mi alrededor me miraba con cara rara y a pesar de las lágrimas en mis ojos, seguí levantándome y patinando.

-Grace, déjalo ya, vámonos.

-No- bramé cuando se acercó a mí al caerme y darme un fuerte golpe en la cadera.

Me levanté e ignoré su mano sujetándome.

Seguí intentando patinar y pensando en la chica rubia que siempre había estado allí para mí. Y que siguió pensando en mí incluso estando muerta.

Me confió arreglar y apoyar a su hermano, dejándonos en una misión a los dos, y voy yo y lo arruino.

Me merezco cada moratón que está empezando a tener color en mi piel.

-Grace, he dicho que basta- ruge agarrándome del brazo pero yo sigo patinando y tironeo de éste.

-Y yo te he dicho que no. Es por Hannah- digo con un hilo de voz y cuando siento que las lágrimas caen me dirijo a paso rápido hacia la salida.

Aunque casi me dejo el cerebro patinando por allí.

Estoy sollozando como nunca en mi puta vida lo he echo y estoy temblando de pies a cabeza. Tiro los zapatos de cualquier manera y camino descalza hacia el aparcamiento.

Doy gracias a la soledad al llegar a éste , aunque no dura mucho ya que una mano me agarra del brazo.

-Grace, tienes que...

-No. Querías que parara, ¿no? - me giré hacia él- pues lo has conseguido. Y ahora, llevame a casa.

Su mirada se ensombrece al ver mis ojos rojos y mis mejillas peor debido a los intentos que he hecho de limpiarme las lágrimas.

-Morena, creo que...

-¿Morena? ¿Que pasó con Grace? - bramo fulminándolo con la mirada- Mira, vale que te herí anoche, vale que estuviese cegada por la ira y te hubiese dicho cosas que no pretendía. Vale que me hayas ignorado toda la noche. ¡Vale que tenga ojeras debido a que no he podido dormir en tu jodido sofá! ¡Vale a que soy una gilipollas y una estúpida!

>>Vale que no quiera verte sufrir. Vale que me haya callado todo esto para dejarte en paz. Vale que no llore delante de ti para que no tengas lastima por mí... ¡Pero yo tengo excusa, joder! ¿Pero sabes lo que no vale, Dante?

Sus ojos están rojos y yo me acerco hasta que casi no hay espacio entre nosotros.

Le miro con asco.

-No vale el que les hayas coqueteado a aquellas zorras delante de mis narices. Y solamente porque no sabes lidiar con que alguien que no seas tu se equivoque- mi voz sale amenazante y le dejo de piedra- Juega conmigo, y te enseñaré como se juega.

LA LISTA DE HANNAH✓Where stories live. Discover now