LA LISTA DE HANNAH✓

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-¡¿Estás chiflada si piensas que voy a arriesgar mi perfecta salud?!

Le sigo mirando con una divertida sonrisa pero a la vez con una mirada de reproche.

-¡Yo dije lo mismo, y me obligaste literalmente a comer comida de perro!- señalo a nuestro alrededor- Y ahora, con hacer esto tan simple, ¡¿te quejas?!

Sigue mirándome con brazos en jarras y levanta la mirada hacia el oscuro cielo. Niega.

-Mañana.

Cuando se va, le agarro del brazo y le atraigo hacia mí. Ignoro el hecho de estar tocándole y le señalo con el dedo.

-Tú mismo prometiste dos misiones por día. ¿Eres un cobarde, Dante?- le miro de arriba a abajo y me separo de él, negando- Desde luego que me has decepcionado.

Hecho a caminar, dejándole atrás.

Su AUDI nos espera a unos metros del lago y yo me abrigo más con mi chaqueta negra. Aunque estemos a la mitad del verano, por las noches hace un frío de desierto.

Paro en seco cuando escucho unos gritos ahogados. Me giro y exploto en carcajadas cuando el tatuado empieza a dar saltos dentro del agua del lago. Está a varios metros y no para de gritar idioteces.

-¡Cada vez quiero más a tu hermana, Dante!- le grito y él me saca el dedo del medio mientras sigue hundiéndose más en el lago.

Cuando echa a nadar hacia la orilla, me pongo yo a negar.

-¡Eh! ¡Acordamos cinco minutos dentro y solo llevas unos!- le grito y tras maldecir, vuelve a su antigua posición.

La quinta misión en la lista de Hannah es Bañarme de noche en un lago. Tampoco tengo idea de porqué quería bañarse justo de noche, pero mientras que no me haya tocado a mí hacer ésta misión, lo agradezco.

Mi sonrisa divertida sigue cuando mi teléfono suena.

Observo la foto de mi hermana y descuelgo. Me giro para caminar hacia el coche, para que no se oigan los gritos de niña de Dante.

-¿Sí?

-¿Te das cuenta de la hora que es?- brama al descolgar y ruedo los ojos- Son las diez y media y ya que no trabajas más, no entiendo qué demonios estás haciendo a estas hor...

-Estoy en casa de una amiga, y vendré dentro de poco. Además, mañana es fin de semana, ¿a ti qué más te da?- digo dándole una patada a una piedra.

-Asi que una amiga... ¿Es la que te llamó ésta mañana?- pregunta sin creerme del todo.

-Sí, se llama Cam. Te la presentaré un día. Adiós, voy a colgar...- advierto.

-No, ni se te ocurra, Grace...

Y suspiro cuando su voz deja de sonar.

Cuando apago el móvil, es entonces que noto algo raro. No se oyen gritos. Frunzo el ceño y me giro. Abro la boca cuando repaso alrededor con la mirada y observo que no hay rastro de Dante.

-¿Dante?- pregunto caminando hacia el lago- ¡Deja de hacer el tonto! ¡Dante!- grito pero el agua no se mueve.

Empiezo a perder la paciencia y el pánico empieza a poderarse de mí. Mi corazón late a mil cuando me doy cuenta que si me estuviese gastando una broma, no hubiese podido aguantar tanto tiempo bajo el agua sin respirar.

Empiezo a quitarme la chaqueta y la ropa. Decido quearme en camisa de tirantes y bragas y hecho a correr hacia el lago.

-¡Dan... TU PUTA MADRE QUE HELADA ESTÁ!- bramo empezando a hiperventilar- ¡DANTE!- grito hundiendo la cabeza, pero salgo de golpe cuando me doy cuenta de que es de noche y con la luna nueva, no se ve una mierda bajo el agua.