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Capítulo dedicado a @Sandra1609. Seguid votando y comentando para seguir publicando y dedicando.

No le conté lo de Nick a Dante.

Y me arrepiento de no haberlo hecho. Acordé con Nick por mensaje el ir dentro de una hora a la galería principal de arte. Y Dante había salido hace poco.

Había ido a comprar algo y yo me encontraba aquí, vestida, perfectamente arreglada y perfectamente nerviosa al no saber el cómo se lo iba a tomar.

Cuando una llave se incrusta en la cerradura me levanto de golpe.

Camino rápidamente al pasillo y Dante me mira con las cejas alzadas. Obvio que está sorprendido, viéndome allí parada, jadeando por la carrera que me he metido y encima bien vestida.

-¿Me he olvidado de alguna fecha? - su rostro de preocupación me toca el lado sensible de mi alma y no puedo evitar formar una sonrisa.

Entonces me percato de la gran caja marrón que lleva entre sus brazos.

-No, cariño... No pasa nada. Solo que tengo una noticia que puede que no te guste... - susurro.

Deja la caja al lado de la mesa y yo muevo mis manos nerviosa.

-Pues yo tengo una que puede que te guste. Empieza tú primero con la mala- me dice cruzándose de brazos.

Observo que va bien vestido para la ocasión.

Camisa azul y pantalones negros apretados. Debería de haberle dicho que le tenía una sorpresa y llevarle a la galería... Pero sé que eso sería peor.

Aprieto los labios y su semblante divertido cambia a uno preocupado.

-Antes que nada debes saber que nada a cambiado y que lo hago por cortesía y por...

-Grace, desembucha.

Aprieto de nuevo los labios y cierro los ojos.

-Nick quiere que vayamos dentro de una hora a la exposición de arte de puentes. Revelan a los tres ganadores esta noche.

Lo suelto todo seguido y sin respirar.

Abro los ojos lentamente cuando no obtengo respuesta alguna.

Su cara es de póquer total y me estremeció cuando empezó a respirar rápido, señal de que se estaba cabreado.

-Oye, Dante, si no quieres que vayamos podemos quedarnos, pero en serio, sería muy de mala educación el...

Dejo la frase en el aire cuando se empieza a descojonar.

Le miro frunciendo el ceño y él camina hacia mi con los brazos abiertos para rodearme con ellos.

-Ya lo sé, morena. Que sepas que no hay evento aquí en Seattle que tu novio no conozca- susurra antes de morderme el lóbulo de mi oreja.

Le empujé, con cara de mala ostia.

-No tiene gracia, me has hecho pasar un mal rato, joder- digo sentándome en el sofá y posando mi mano sobre mi pecho.

Por un momento incluso creí que me iba a salir humo de las orejas.

-Ahora me toca a mi enseñarte mi sorpresa- le miré interesada cuando dejó de reírse. Se agachó y cogió algo de dentro de la caja.

Cuando se giró, me encogí en mi sitio para no salir corriendo hacia donde estaba él.

Me mira, mostrándome aún el pequeño Husky de color negro y blanco que pataleaba entre sus manos.

Sus ojos azules eran grandes a comparación de su cuerpo.

-¿Y bien?

Miro con cara de póquer a mi chico y me levanto alejándome, bajo su mirada confundida.

-Soy alérgica a los perros Dante, maldita sea.

Eso pareció sorprenderlo, ya que su mirada bagó de mi al perro unas cuantas veces.

-Mierda...- gruñó dejando al perrito de golpe encima del sofá y salió dando zancadas fuera del salón- ¡Te juro que no lo sabía, me cago en todo lo cagable!

Seguía cagándose en todo y yo intenté no reírme para que no me escuchara.

En silencio caminé hacia el perrito, que se frotó contra mi muslo cuando me senté junto a él.

-Hola, Hannah.- susurré a la perrita, y no hace falta que explique cómo he descubierto que es hembra.

La perrita se retorció entre mis manos y me lamió los dedos.

-¡Dante, ven, quiero presentarte a alguien! - mi grito hizo cesar su enojo y se escucharon sus pisadas.

-Si estamos solos, ¿a quién mierda quieres que...?

Se queda callado al llegar al salón y verme mirándole con Hannah entre mis brazos.

Me la llevé hacia mi cara y le di unos cuantos besitos en la cabeza.

-Dante, te presento a mi pequeña Hannah- susurro.

Su ceño dejó de fruncirse al ver mi sonrisa divertida. Parece ser que al fin lo pilló porque se llevó las manos a la cara y gruñó.

-Morena, espero que sepas lo que te espera después de esta broma pesada- le miré, indignada.

-¡Encima! Fuiste tú quien empezó- dije dando un brinco en mi sitio.

Asintió y se sentó, sin hacerme caso, lejos de mi.

-Pero la tuya fue la peor. Comprar un perro es la siguiente cosa en la lista de Hannah y pienso hacerte pagar por esto más tarde- me señala tras rechazar a la perrita cuando se la tendí.

Le miré con morritos y así seguimos los siguientes minutos, hasta que tuvimos que salir de casa corriendo e ir por la carretera a ciento cincuenta por hora.

Dante me a avisado de que como volvamos y la perra se a cagado en algo, lo tendré que limpiar yo sin guantes.

Me sigo riendo de él por no saber amenazar. Bajamos del coche corriendo y me agarra de la mano para ir más deprisa.

Pero eso solo provoca que me estampe contra las puertas giratorias.

Escucho la risa de Dante pero no le hago caso ya que la sangre se me hiela al ver ya a todos celebrando la victoria de los ganadores.

Joder, hemos llegados tarde.

Joder, joder y más joder. Miro a mi alrededor, ignorando a Dante, que me intenta calmar, diciéndome que no habrá problema alguno.

Es entonces que mi mirada enfoca a un pelirrojo y a un rubio con dos premios de cristal en las manos y haciéndose fotos.

Mierda.

Mi mirada se cruza con la de un castaño, y yo intento no llorar al verle caminar hacia mi, decaído.

Camino hacia él y le abrazo sin pensármelo dos veces.

-Lo siento mucho de verdad. Siento el no haber llegado a tiempo y siento el que no hayas ganado. Pero escúchame, no hay problema alguno, Hannah habrá visto desde arriba tu esfuerzo y eso es lo que cuenta, no tienes porque castigarte a ti miso y...

-Gracias por dejarme el premio, Nick. La foto la fardaré en insta como que el trofeo es mío y a ver si gano más seguidores- me despego de inmediato de Nick al escuchar la voz de Stacy.

La miro con el ceño fruncido, con el premio de oro entre las manos.

Lentamente y bajo mi mirada se lo entrega a Nick, que lo coge con gusto y me devuelve la mirada, entre emocionado y divertida.

Entonces lo entiendo todo. Y el grito que pego de alegría, parece molestar a muchos.

Y los de seguridad me amenazan con que como vuelva a gritar de nuevo, me echarán.

LA LISTA DE HANNAH✓Where stories live. Discover now