Pretty Little 《Joerick》Terminada

••10••

Erick estaba en la ducha
-bañandose-, antes había puesto su play list en aleatoria, sonaron unas cuatro canciones antes de que oyera una canción que le gustaba mucho.

Sigilosa al pasar,
Sigilosa al pasar,
esa loba es especial, mira la caminar caminar.

Meneo las caderas conforme la música sonaba, mientras el agua le enjuagaba el shampoo y el jabón.

Quién no ha querido a una diosa licántropa 
En el ardor de una noche romántica .
Mis aullidos, son el llamado.
Yo quiero un lobo, domesticado. 

Salió bailando a la vez secándose el cuerpo.

Por fin he encontrado un remedio infalible 
que borre del todo la culpa.
No pienso quedarme a tu lado 
mirando la tele y oyendo disculpas.

Lo más rápido que pudo se puso su camisón, tomó un peine y subió a la cama. Su parte comenzó.

- La vida me ha dado un hambre voraz 
y tu apenas me das caramelos. Ay. - puso las manos sobre sus rodillas y arqueo la espalda haciendo que su trasero quede al aire, río, el camisón se alzó por el movimiento.-
Me voy con mis piernas 
y mi juventud por ahí aunque te maten los celos. Una loba en el armario...tiene ganas de salir...deja que se coma el barrio, antes de irte a dormir.

Siguió meneando sus caderas de una lado a otro suavemente, el peine simulaba un micrófono, su camisón holgado y su falta de ropa interior encajaba perfecto con el sensual baile.

Tengo tacones de aguja magnética,
para dejar a la manada frenética.
La luna llena como una fruta, 
da consejos, ni los escucha 

Parpadeo inocentemente, mientras se agachaba para poner su mano sobre su pierna, mientras cantó la fue subiendo. Sus dedos pasaron por si tersa pierna.

-Llevo conmigo un radar especial para localizar solteros.
Si acaso me meto en aprietos 
también llevo el número de los bomberos,
ni tipos muy lindos ni divos, 
ni niños ricos yo sé lo que quiero, ay,
pasarla muy bien 
y portarme muy mal en los brazos de algún caballero 

- Una loba en el armario, tiene ganas de salir...deja que se coma el barrio, antes de irte a dormir.

Cuando son casi 
la una la loba en celo saluda a la luna.
Duda si andar por la calle 
o entrar en un bar a probar fortuna.
Ya está sentada en su mesa 
y pone la mira en su próxima presa.
Pobre del desprevenido 
que no se esperaba una de esas. 

Sigilosa al pasar.
Sigilosa al pasar. 
Esa loba es especial.
Mírala caminar, caminar.

Deja que se coma el barrio 
Antes de irte a dormir.

Termino de cantar y bailar, esta jadeante y un tanto sudado, dándose la vuelta sobre el colchón vio a Joel en el marco de la puerta.

- Mierda -acomodó su ropa, se le habia movido un poco por bailar- solo estaba, estaba... - jugo con sus dedos. No sabia si bajar de la cama o...

- Tu baile me puso duro precioso. Bailas increíble. - musitó con la voz ronca. Y la polla dura.

- Usted no necesita mucho para ponerse duro. -desvío la mirada- Y gracias.

- En eso concuerdo.- se subio a la cama tambien- Lobita. - tomó sus caderas y lo apego a su cuerpo. Beso su labios ferozmente buscando saciar sus ganas. Erick llevo sus manos a los rizos del mayor tiro de ellos y con esa fuerza dio un salto y enrollo las piernas en la cintura de Joel. La manos de Joel se acomodaron en su trasero. Por eso no le daba ropa interior a Erick. Sin prepararlo metió el primer dedo, movió sin piedad esté, expandiendo las paredes del ojiverde; las manos de Erick bajaron al cierre de Joel bajándolo sin perder tiempo, jadeo al sentir sus dedos rozar la grande y dura polla de Joel. Masajeo su erección por sobre el bóxer antes de liberarla. Joel no podía mantener esa posición vertical. Sin ser cuidadoso los hizo caer en el colchón. Su erección quedo fuera del bóxer, posicionó su glande en el anillo muscular del pequeño. Entró siendo esta vez lento. No necesitaba acostumbrarse, las embestidas no se hicieron esperar, la habitación se llenaba de gemidos, jadeos, gruñidos.

-Da-daddy.

- Bebé. - embistió- Siempre tan estrecho.

- Mmm...ahí - el glande de Joel había tocado su próstata.
Su vista se nubló y los dedos de sus pies se estrujaron.

A eso se le sumaba el colchón rechinando y la pelvis de Joel contra el trasero de Erick. Joel tomó las piernas de Erick y las subió en sus hombros teniendo más acceso. Erick gemía sin control. Ambos de besaban mordiéndose los labios, Joel delineo su cuello con su lengua haciendo llegar a Erick y a Joel solo le bastó ver el rostro post-orgásmico  de Erick para correrse también, gruño contra su oído al hacerlo. Ese pequeño se veía extremadamente caliente bañando en sudor, jadeante y con los labios rechonchos de tanto besarse.

"Una mente ocupada no extraña a nadie"

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