Capítulo 03

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Hola, espero que se encuentren muy bien ♥ Quiero avisarles que los datos sobre adopciones y otras cuestiones legales son inventados por mí. Intento apegarme lo más posible a la realidad, pero hay cosas que no son reales y que tuve que moldear para adaptarlas a mi trama.

Gracias por leer Maldición Willburn y por acompañarme en otra historia, espero que les guste. Los quiero mucho!!   


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Llevo la caja medio llena de vuelta al auto, ya he dejado todos los botes necesarios en la universidad, en las facultades y en las áreas comunes como la biblioteca y la cafetería. Ahora veré qué hacer con el resto de las alcancías, algunas las llevaré a hospitales y a restaurantes, otras las usaré para colectas en la calle. 

La recaudación de fondos para Bridgeton dura seis meses, el dinero lo utilizamos para que los niños celebren las fiestas de diciembre y para que no pasen frío. En esa temporada hay más enfermos por el clima, siempre es mejor prevenir, y si sobra dinero se dona a otros orfanatos.

Las instalaciones de la universidad están vacías, hay algunos alumnos que pertenecen a los equipos deportivos o van a clases especiales en las tardes, pero la mayoría se larga pasadas las cuatro. Y ya son las seis. Todavía tengo que ir a Bridgeton para llevar los permisos que me dieron los directivos de las facultades, es puro papeleo, nunca me niegan la colecta.

Mercedes se ve sola en el estacionamiento y cobra vida cuando presiono el botón de la llave. Abro la cajuela y deposito la caja, me enderezo y estiro el brazo. No me percato de su presencia ni de lo cerca que se encuentra hasta que veo una mano bajando la puerta antes de que yo pueda alcanzarla. 

El corazón me da un vuelco y la saliva se me atora en la garganta. No lo he visto, pero puedo asegurar que es el dueño de esa gélida mirada celeste que se aparece en mi mente como una estrella fugaz.

Cuadro los hombros y pongo recta la espalda, me quedo quieta observando cómo baja la puertilla de la cajuela y cómo los tendones de su mano se flexionan con los movimientos. 

Está detrás de mí, puedo escucharlo, puedo sentir que su cuerpo irradia calor y podría jurar que sus ojos están fijos en el costado de mi cara, pues siento que me quema. Solo tengo que girar la cabeza un poco para mirarlo y comprobar su identidad, no obstante, prefiero quedarme en mi lugar y esperar, aunque probablemente quedarse es cometer suicidio o ir directo al matadero.

La cajuela se cierra, pero él no se aleja, deja la mano sobre mi coche. Da un paso para acercarse, su cuerpo me empuja y me encarcela contra la cajuela. Giro la cabeza lo suficiente y miro por el rabillo del ojo, aunque no puedo verlo por completo ya que es más alto que yo, sí puedo ver las cadenas y la ropa negra que vi más temprano, su barbilla cuadrada.

Respiro hondo para calmarme, estoy en desventaja, mi mente corre a toda velocidad, los engranes no dejan de girar. Busco las salidas, correr no es una opción porque va a detenerme antes de dar el primer paso, tengo un gas pimienta en mi bolso y sé autodefensa, pero esto no es al azar, él sabe quién soy y me buscará después. Los dos sabemos que tiene las de ganar.

Maldición Willburn © ✔️ (M #1)Where stories live. Discover now