Prólogo

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Prólogo:

Ji Sunhee estaba sentada bajo un árbol, mientras observaba el sol colarse entre las hojas. El césped le cosquilleaba las piernas desnudas al hallarse con el uniforme escolar aún. No quiero ir a casa aún, se dijo mentalmente. Se sentía tranquila mientras trataba de tapar los rayos de luz, observando como su mano adquiría hermosos tonos dorados. Era como si no hubiera nada más sobre lo que preocuparse, como si ese instante contuviera muchos otros momentos de... Ni siquiera sabía cómo describirlo. Una leve brisa le acariciaba la piel, haciendo que cerrara los ojos y que, además, a ratos le desordenara el cabello. Lo que más le gustaba era sentir la melodía que hacían los árboles al mecerse, silenciosa y pacíficamente.

Paz.

Cerró los ojos al mismo tiempo en que un nudo se cerraba en su garganta. Sunhee empuñó las manos, sintiendo el torbellino de emociones instalarse en su pecho. Le habría gustado que la preparatoria -a la que había entrado hace alrededor de un larguísimo medio año- fuera tan pacífica como esa tarde en el parque. Sintió un gran vacío en el estómago mientras pensaba lo desagradables que resultaban la mayoría de los estudiantes en aquel lugar. Dejó caer su mano sobre su uniforme, pestañeando para que así las lágrimas no tuvieran ocasión de formarse en sus ojos. ¿Por qué tenían que ensañarse con ella? Con un suspiro, hizo lo que había evitado durante toda la tarde: desabrochó su blazer y echó un vistazo a su blusa. Los recuerdos de Jennie derramando un espeso y pegajoso jugo de fresa sobre su uniforme se agolparon en su mente y las lágrimas finalmente ganaron la batalla. Dos gotas silenciosas se derramaron por sus ojos y ni siquiera quiso apartarlas. Estaba tan cansada... Suspiró pesadamente, volviendo a mirar entre las hojas.

Ojalá Jennie hubiese sido el mayor de sus problemas. Se habría creído capaz de superarlo de ser así. Solo tenía que soportar un par de años para dejar de verla, y entonces, sería libre. Sin embargo, para su pesar, el mayor problema de la castaña tenía otro nombre y, además, poseía la mirada más profunda que ella había conocido jamás.

Min Yoongi.

Sunhee sabía que era una tonta. Oh, sí que lo era. Había sido una tonta por permitir que Min Yoongi entrara a su vida y, sobre todo, a su corazón. Había sido una tonta por creer que ambos habían logrado unir sus músicas en una melodía que parecía que solo podían escuchar en su pequeño mundo. Pero por, sobre todas las cosas, había sido una gran tonta al creer que él se había enamorado del mismo modo en que ella lo estaba de él.

Tonta, tonta, demasiado ingenua.

Volteó la mirada en dirección a su hogar con aprehensión. No quería llegar a casa, porque no quería tener que darle explicaciones a su madre de lo que había sucedido con su uniforme. No, lo mejor era esperar un poco más.

Se quedó observando las hojas de los árboles, sin saber que, a la distancia, un chico de cabellos negros y ojos profundos la observaba con tristeza, mientras su garganta tenía prisioneras todas las palabras y sentimientos que quería decirle a la castaña, pero que, sin embargo, no se atrevía a decir.

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Este es el primer fanfic que escribo en Wattpad, y se me ocurrió hacerlo con BTS, JAJA. En serio, la obsesión con ellos es ridícula.

Min Yoongi es demasiado hermoso, así que decidí escribir un fic con él de personaje principal, pero todas las otras parejas y personajes van a estar 🔥🔥🔥. Espero que anticipen este fanfic, porque lo estoy escribiendo con MUCHA dedicación .

~Youngbird🌸✨

feb, 22, 2018. 

Fools || BTS Where stories live. Discover now